Cerrar Buscador

"La poesía es algo fundamental en el mundo de hoy"

Por Javier Cano - Febrero 17, 2024
Compartir en X @JavierC91311858
"La poesía es algo fundamental en el mundo de hoy"
Matías Varea, con un ejemplar de su último libro. Foto: Lacontradejaén.

Dos poemarios y un par de premios conforman la biobibliografía lírica de Matías Varea Polaina (Jaén, 1949): Luz de amanecida y Marcado en el viento. Hoy sábado, este docente jubilado y poeta en activo comparte con los lectores de Lacontradejaén su aventura literaria. 

—¿Cuál fue su primer encuentro con la poesía, señor Varea? ¿Estaba en su casa cuando llegó usted al mundo, o se topó con ella fuera de las fronteras familiares?

—Mi padre, que era maestro, sabía música, hacía artículos y escribía poemas, sobre todo referentes a su pueblo, Arjonilla. 

—El pueblo de Antonio de Jaén...

—Efectivamente, yo departí con él algunas veces en el pueblo. 

—El hogar lo forjó, entonces, como poeta. 

—Sí, en el hogar. A mi madre también le gustaba la poesía, recitaba muy bien. Ese fue el germen, la semilla, y fui cogiendo cosas de pequeño. Mi padre dio clases en la SAFA de Linares y recuerdo que tenía yo unos seis años cuando en Radio Linares había un programa en el que los niños recitaban poemas: tuve que subirme a una silla para poder recitar un poemilla. En la escuela también, con aquellos libros de Álvarez que leíamos. Recuerdo recitarle poemas a mi madre.

—Y en la época de los pantalones largos, Matías, ¿cuándo, cómo descubrió sus habilidades líricas?

—Ya en el Bachillerato, luego al hacer Magisterio en Jaén, con los libros de literatura, recuerdo a Rubén Darío... Una serie de libros que vas leyendo y te vas empapando. 

—¿Se podría decir, entonces, que la poesía ha sido una compañera de vida para usted?

—Sí. Voy haciendo mis poemillas, los guardo, alguno los recito..., pero no para publicar así, en serio. 

—Hasta 2017.

—Bueno, antes publiqué algunos textos en la revista Galduria de Jódar, villancicos y algo sobre el Cristo de la Misericordia. También en otras revistas, pero ha sido ya mucho después cuando me he decidido a publicar. El primero, Luz de amanecida, prologado por doña Mercedes Lamarque; fue muy satisfactorio para mí. Y como tenía más poemas, en 2021 me decidí a enviarlos a la Editorial Monte Carmelo de los carmelitas, pasó un mes, me hicieron una buena valoración y me dijeron que sí, que me editaban. 

—Ese libro se titula...

Marcado en el viento. Un libro sobre el sentido cristiano de la existencia, posando la mirada sobre las moradas monásticas, el silencio de las monjas de un convento de clausura. Son alrededor de ochenta y seis poemas, sobrios, no largos, me gusta hacerlos cortos y yendo a lo concreto, a lo sencillo, fuera de artificios. 

—Sí atento a la medida, al ritmo, ¿verdad?

—Algunos sí, pero después, leyendo a otros poetas relevantes, me gusta más lo sintético, lo breve, no alargarme, no distorsionar lo esencial. Prefiero el ritmo interior que el exterior. 

 

"Rasgada en la noche,

alba tras el alba,

vestiduras leves, 

vestiduras blancas, 

apacibles voces

vibran, oran, cantan...

 

—Pero Matías, ¿para qué sirve la poesía?

—La poesía es de las cosas más sublimes que hay, independientemente de la filosofía. Es algo muy necesario en este mundo de prisas. Para la poesía hay que meditar, reflexionar, tener silencio, y vivimos en un mundo muy ruidoso. La poesía es fundamental. 

—¿Hoy en día también?

—Sí. Yo recuerdo que en la escuela, antes, se leía poesía. Y hoy en día, no, eso se ha perdido. Han venido cosas nuevas, también, que distorsionan la audición (los raperos y estas cosas), en lo que hemos caído también los mayores. No se ha cultivado una poesía digamos clásica, y no me refiero al clasicismo del Siglo de Oro. Se ha perdido mucho lo esencial, mirar al interior del hombre. Yo soy cristiano, y para mí la trascendencia es fundamental, también en la poesía. 

—Es decir, que usted no encuentra poesía en lo cotidiano.

—Me gusta también esa poesía, pero le falta ese puntillo para llegar a las alturas, a la esencia de la vida. Así entiendo yo los poemas, la poesía, que además le hace falta muchísimo al hombre. 

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK