Esego SG, el poeta urbano que alza su voz desde El Almendral

La agenda artística del jiennense Sergio Gómez Martínez no para desde la publicación de su primer vídeo en las principales plataformas musicales

"Si caemos es pa ir aprendiendo, /  y siempre cayendo estoy yo, / estoy viendo que voy a ser un maestro, / aunque prefiero que no".

Así comienza Si caemos, la última creación de Sergio Gómez Martínez (Jaén, 1996) o lo que es lo mismo: Esego SG, nombre de guerra de este jiennense del barrio del Almendral, en las alturas de la capital de la provincia, que tras toda una vida escribiendo letras urbanas en la soledad de su cuarto ha visto cómo sus textos andan en boca del personal, desde que se decidió a grabar y publicar su trabajo. 

"Llevo con la música más de diez años, empecé cuando era un chiquillo, por desahogarme; escribir me ayudaba mucho a expresar los problemas que tenía en mi día a día, pero solo lo enseñaba a amigos o a gente muy cercana, nunca lo había sacado fuera hasta hace seis meses. Me dije: si a mis amigos les gusta, a lo mejor les gusta también a otras personas", aclara a Lacontradejaén. 

Y tanto que sí. Ha acumulado un montón de cuadernos que cualquiera sabe si algún día no forman una antología de sus versos, pero por ahora lo que más le interesa es que su propuesta baje desde el cerro de Santa Catalina (como las murallas en las que jugaba cuando era un niño), se adentren en la ciudad y pueblen cuantos más oídos, mejor: 

"A la hora de escribir, depende del tema o de la situación; a veces me salen en un paseo, en el trabajo... o en el propio estudio", asegura: vamos, que si hay que improvisar se improvisa y punto. Y es que, desde que descubrió el universo musical que se mueve en Jaén, ha cambiado hasta sus aficiones de siempre: 

"Decidí buscar estudios, aunque yo creía que aquí no habia, y me he dado cuenta de que hay mas gente de lo que yo esperaba en el tema de la música, muy buenos artistas. He descubierto un mundo apasionante con esto de los estudios de grabación, ahora es mi hobby, en vez de echar un partido como hacía antes, me voy al estudio". 

Así, y animado por la buena acogida de su primer vídeoclip, Se fue la barca (tema en el que abarca el universo de las oportunidades perdidas), ya no hay quien lo pare. Ah, y con su barrio por bandera, al que convierte en escenario predilecto, donde se desarrolla la acción.

UN AUTODIDACTA CON MUCHA HERENCIA MUSICAL DETRÁS

Lo tiene todo para partir la pana en el género que ha escogido para dar rienda suelta a su pensamiento, a su manera de ver la vida: pinta de rapero a rabiar, todas las ganas del mundo, una voz personalísima, "ruda y dura", en sus propias palabras, y un legado musical que le corre por las venas y le rebosa por cada uno de los poros de su cuerpo.

Autodidacta en esto de componer, sí, pero con una herencia detrás que para sí quisieran muchos como él: "Mis padres formaron el grupo folk Oro Viejo con mis tíos y unos amigos, yo he mamado la música con ellos desde chiquitillo, tengo influencias de todos los estilos, de todas partes", explica.

Por ahora no ha probado con  pero no ha tirado por el folk, por la musica urbana, el rap: "No te digo yo que no saque un villancico chulo, en reggaetón", comenta entre risas. Y con los pies en el suelo, por mucho que sus ojos estén curtidos en eso de contemplar la ciudad desde sus cumbres urbanas.

Ahí está su apuesta por la formación, que aunque se muere de ganas de vivir de su talento tiene igual de claro que de los sueños no se vive: "Mis estudios son de técnico superior en Gestión forestal; somos músicos y del barrio del Almendral, pero tenemos nuestros estudios y nuestras cosas", manifesta mientras reivindica la esencia popular de sus calles.

Por lo pronto, en seis meses ha conseguido no solo darse a conocer a través de sus vídeos y canciones, sino incluso debutar sobre los escenarios, todo un logro personal del que está encantado, pese a los nervios iniciales:

"El fin de semana pasado actué en Jamilena, en el Festival de la Primavera, y este en Torredelcampo. No había cantado en directo hasta hace un mes, pero estoy encantado, me sentí mucho más cómodo de lo que yo pensaba. Al principio estaba muy nervioso, pero al ver a la gente disfrutar todo fluyó".

El boca a boca, redes y plataformas y los propios artistas de aquí que lo han conocido y se han encandilado con su trabajo son su particular 'mánager': "Eso me ha sorprendido mucho, ¡con toda la gente que hay en Jaén y que me llamen a mí!, apostilla con toda la humildad del mundo. Algo tendrá el agua cuando la bendicen, o eso dice el refrán.