La investigación contra las estafas bancarias que nació en Jaén
Agentes de la Policía Nacional detienen a 26 personas miembros de una organización criminal dedicada a estafas 'vishing' y 'smsing'
¿Qué es el vishing? Es el mecanismo de suplantación de empresas o entidades de confianza para obtener datos personales a través de una llamada de teléfono. El smsing es similar pero, en esta ocasión, con mensajes SMS. La cantidad de denuncias presentadas desde la provincia de Jaén con un mismo patrón es lo que ha permitido desarticular una red de estafas bancarias, que se ha saldado con 26 detenidos.
La operación ha sido llevada por agentes de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (U.D.E.F.) de la Comisaría de Jaén, junto al Grupo de Crimen Organizado de la Comisaría de Lleida. También han colaborado la Guardia Civil y los Mossos d'Escuadra. Fruto de los resultados de la investigación se han conseguido esclarecer 31 denuncias interpuestas en las sedes de los tres cuerpos de seguridad. Las investigaciones continúan abiertas.
JAÉN, COMO PUNTO DE PARTIDA
A los investigadores les llamó la atención numerosas denuncias interpuestas en todo el territorio nacional, de manera especial las realizadas en Jaén. Todas coincidían en el mismo patrón delincuencial, por ello los agentes de la U.D.E.F. de Jaén iniciaron una investigación que les llevó a dos localidades de la provincia de Lleida, comprobando, cómo los cabecillas captaban a otras personas que abrían cuentas corrientes para la recepción del dinero estafado.
Los denunciantes manifestaban cómo alguien desconocido, se hacía pasar por empleado de bancos, solicitando una serie de datos personales y credenciales de acceso de la banca online, descubriendo, posteriormente una serie de transferencias que éstas no habían realizado ni habían prestado su consentimiento.
Los arrestados presuntamente realizaban envíos de mensajes sms, así como llamadas telefónicas en las que se hacían pasar por empleados de banca. Tantos los mensajes como las llamadas telefónicas las realizaban mediante programas informáticos que enmascaraban los números telefónicos reales, apareciendo en los terminales telefónicos de las víctimas el número auténtico de sus respectivas entidades bancarias, con lo cual los estafados confiaban en que la llamada recepcionada era de su auténtico banco, facilitando todo tipo de datos personales y sus credenciales bancarias con las que habitualmente operaban desde la banca online.
Una vez se hacían con las credenciales y claves de acceso, presuntamente los arrestados realizaban transferencias bancarias desde las cuentas de sus víctimas hasta otras cuentas que habían sido aperturadas por la organización; cuentas ubicadas tanto en España como fuera del país, concretamente en Lituania. De esta manera, se hacían con el dinero de sus víctimas.
Fruto de los trabajos de investigación, los investigadores de la U.D.E.F. determinaron que los principales sospechosos se encontraban en las localidades de Mollerusa y Bellpuig (Lleida), por lo que dieron cuenta de sus trabajos a los agentes del Grupo de Crimen Organizado de la Comisaría de Lleida.
ENTRAMADO COMPLEJO
El trabajo de ambos grupos de investigación, puso de manifiesto cómo los cabecillas de la organización se valían de un complejo entramado constituido por diferentes personas a sueldo. Estas, se encargaban de captar a otras personas de las localidades anteriormente mencionadas, con el fin de que les facilitasen su documentación personal a cambio de dinero.
Estas documentaciones servían a la organización para la apertura de cuentas corrientes en entidades bancarias donde era ingresado el dinero estafado, remitiendo esta información a los principales responsables que se hacían con el control absoluto de las cuentas y el dinero que en ellas se encontraban.
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