La Antigua Escuela de Magisterio acoge la obra de Domingo Zorrilla
La muestra de pintura lleva por título ‘Para qué sirve el tiempo’, trata temas de naturaleza y puede visitarse hasta el 17 de julio
La Sala de Exposiciones de la Antigua Escuela de Magisterio acoge una muestra del pintor Domingo Zorrilla que lleva por título ‘Para qué sirve el tiempo’ y que puede visitarse hasta el 17 de julio.
Después de haber expuesto sus pinturas en algunas de las salas de exposiciones más emblemáticas de Andalucía, llegan a la universidad las obras de Domingo Zorrilla. Bajo el título ‘Para qué sirve el tiempo’, el artista jiennense presenta una selección de doce imágenes de la naturaleza, personales y enigmáticas. Su trabajo es un reflejo de su vida, en la que las sierras de Segura, Cazorla y Mágina han influido considerablemente en la construcción de su imaginario estético. Aunque no se trata de una búsqueda de la belleza vacía, sino que existe un marcado carácter científico.
NATURALEZA EN EL ARTE
La naturaleza es flora y fauna. Estos dos factores se dan cita en la obra de Zorrilla. Le interesan los animales que habitan en el campo, sobre todo los microscópicos, pero también la vegetación que contextualiza el mundo en el que viven. En este entorno virgen brotó el arte prehistórico tras la observancia de su hábitat, y también en él posa su interés, probablemente por el sentido primario de este, desligado de cualquier corriente estilística previa. Es el automatismo más puro como ente viviente activo del entorno.
En su obra existe un claro sentido fotográfico, aunque desgraciadamente esta técnica se deja texturas en el tintero. Por eso, Domingo Zorrilla se ve obligado a emplear la pintura para poder transmitir al espectador las sensaciones más puras. Además, la fotografía paraliza el tiempo y el pintor giennense lo tiene muy en cuenta por ser el culpable de la transformación, desarrollo y evolución de la naturaleza.
No es muy común contar con artistas tan instruidos en una materia, capaz de plasmar de forma pictórica lo que conocemos a través de los libros. La subjetividad como parte del realismo, el ojo crítico del artista, ha sido y es una constante en el arte contemporáneo. Sin embargo, Zorrilla observa su ecosistema con maestría y relata con sus pinceles las historias más personales de lo que supone vivir en el medio.
Domingo Zorilla es uno de los poco artistas que aún creen que “el arte es garantía de salud”, citando a la mítica Louise Bourgeois, y no un desfogue de emociones con el que obtener beneficios. Pues si observamos la naturaleza, al final nos estamos mirando a nosotros mismos. Somos capaces de reconocer nuestras etapas, nuestro principio y nuestro final. Los animales no se mueven, como se cree, solamente por instinto, tienen conciencia, la aplican y nos dan lecciones de supervivencia ante un mundo efímero y mortal.
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