El calvario de Juan Francisco Castillo

La vivienda de este vecino de Antonio Díaz se desmorona por las humedades que provoca la mala canalización de las aguas residuales

Juan Francisco Castillo lo está pasando realmente mal. Lleva cinco años viendo cómo su casa se desmorona debido a las humedades que provoca la mala canalización de las aguas residuales. Las primeras filtraciones las detectó en el patio y, poco a poco, fueron pasando progresivamente a la segunda planta del edificio y de ahí hasta la parte baja.

Este vecino del barrio de Antonio Díaz de 63 años está pasando un auténtico calvario. “Me puse en contacto con el Ayuntamiento, el anterior alcalde, Fernández de Moya, me mandó a dos concejales, entre ellos el que ahora es alcalde, Javier Márquez, me dijeron que el problema era por un venero y ya nunca más se supo”, explica el vecino, quien insiste en que el olor de las filtraciones es el propio de aguas fecales. “La calle no tiene tragonas, las madres comunes se rompen y cada vez que llueve me paso horas recogiendo el agua que entra por el patio y sale por la calle. Tengo ambientadores por todos lados por el mal olor, hemos tenido que cerrar habitaciones porque se nos caen las paredes y cambiar la instalación eléctrica porque con la humedad se va la luz. Aqualia conoce esta situación desde hace cinco años y no me da ninguna solución”, señala. 

El agua se filtra por las paredes que están prácticamente corroídas. La situación es realmente grave porque puede derivar en problemas más graves si no se resuelve pronto. Los daños son más que visibles en el salón o en el dormitorio, entre otras estancias de la vivienda en la que lleva viviendo dos décadas junto con su esposa.

Juan Francisco Castillo ha recurrido al Grupo Municipal Socialista para que le ayude a encontrar una solución. La edil María Isabel Lorite se la reclama al alcalde, Javier Márquez, acometiendo una obra de emergencia que frene las filtraciones de agua. En este sentido, señala que al tratarse de un problema ajeno a su casa, que durante 15 años no había tenido problemas de humedades, el Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto al menos proporcionándole una vivienda de realojo para él y su mujer.