José Gómez-Zorrilla, un ilustre cofrade en su 110 aniversario

Docente vocacional, fue presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén, gobernador de El Silencio e histórico cofrade de la Virgen de la Capilla 

"Orgulloso de su tierra, raíces y tradiciones. Hombre honesto y cabal, sencillo y humano. De fe robusta en Dios y su Iglesia...". 

Así homenajeaba el ex secretario general de la Agrupación de Cofradías de Jaén José Galián Armenteros a "su" presidente, José Gómez-Zorrilla de Contreras, en el boletín de El Abuelo allá por 1989, pocos meses después de que el histórico cofrade jiennense dejara este mundo.

Se cumplen este 2020 del coronavirus ciento diez años de su nacimiento en la capital del Santo Reino, en el seno de una ilustre familia de médicos que tenía en su padre, José Gómez Soriano, uno de sus principales representantes y en el mismísimo Bernabé Soriano, su tío abuelo, al más recordado de sus miembros.

"Padre ejemplar, amoroso esposo, legal con sus compañeros, amigo de sus amigos, amigo de todos, era paternal con sus cofrades. Su mano se abría cariñosamente prestándose al servicio que le requerían", continúa Galián en su homenaje.

En su currículo académico y profesional, los títulos de licenciado en Derecho y profesor mercantil, junto con décadas de docencia en el instituto Virgen del Carmen, donde enseñó inglés a varias generaciones de estudiantes; no en vano, Gómez-Zorrilla acumulaba una gran formación adquirida, entre otros prestigiosos centros, en la Universidad de Cambridge. 

En el capítulo cofrade, se convirtió en un nombre propio del universo pasionista y de Gloria jiennense, dada su honda vinculación a diferentes hermandades. Ahí está su activa participación en la fundación de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad, el popular Silencio, que gobernó entre 1967 y 1986.

Señalado componente también de la Santa Capilla de San Andrés, llegó a ocupar la máxima responsabilidad en este ensolerado colectivo mariano, así como el cargo de vice hermano mayor de la Virgen de la Capilla, hermandad a la que la sangre y la querencia lo vinculaban por convicción y ascendencia y de la que su padre fue el primer hermano mayor, tras la disolución de las antiguas Corte y Rosario. 

Presidió también la Agrupación de Cofradías jiennense entre 1980 y 1988, un año antes de su fallecimiento durante las vacaciones veraniegas, institución que propuso distinguirlo con el título de presidente de honor. 

"Era un hombre serio, amable pero distante, muy educado, un señor de Jaén", evoca Francisco Latorre, actual presidente de la institución y muy vinculado a la entidad desde su juventud: "En su época, ser hermano mayor de una cofradía o presidir la Agrupación era importante socialmente, y él encarnaba a la perfección ese papel", recuerda. 

Según Latorre, la principal aportación de Gómez-Zorrilla puede resumirse en su labor de continuidad de la tradición desde todos los cargos que ocupó, "que fueron muchos e importantes", sentencia. 

Aquel mes de agosto de 1989 dejaba este mundo para siempre aquel comprometido jaenero que incluso llegó a formar parte de la divertida y recordada tertulia de El Portalillo, el famoso 6x4=24=4x6, de la mano de su progenitor y al lado de inolvidables nombres propios de la ciudad como Manolito Ruiz Córdoba, Ramón Espantaleón, Mariano Velasco, el comerciante Lucas Espinosa... 

Treinta años después de su partida su sombra, como la del ciprés de Delibes, sigue siendo alargada sobre el camino cofrade de aquí.