La calle Álamos se reabre después de su tercer 'bypass'
Se ha reforzado la base de hormigón, con fibras armadas que suponen una mayor durabilidad, además de rebajar el mortero y colocar un nuevo tipo de adoquín
Dicen que a la tercera va la vencida (o no). La céntrica calle Álamos ha reabierto este 1 de septiembre después de su tercera intervención en apenas tres años. Unas obras que durante unos días coexistieron con la intervención de la vía Colón y que ha restringido el tráfico por el centro de la capital jiennense.
Se trata de una de las vías estratégicas y vertebradoras de la ciudad y desde que se produjo la reorganización del tráfico para adaptarse a la peatonalización del casco histórico, soporta una ingente cantidad de vehículos. Sobre todo el paso de autobuses que, junto a coches y transportes de carga y descarga, deterioran de manera importante el adoquinado. La primera intervención se llevó a cabo en septiembre de 2020.
En octubre de 2021 hubo que volver a intervenir. Esta vez se hizo en festivo y con un corte mínimo. Se ejecutaron de trabajos de conservación del firme. Un nuevo baypass para una arteria donde se repuso el pavimento en media docena de tramos de esta vía, donde se detectaron baches.
Este mes de agosto se ha llevado la tercera de las intervenciones, ya de más calado. Cuando comenzaron las obras, el concejal de Mantenimiento Urbano, Javier Padorno, ya hizo hincapié en que la deficiencia en la obra, junto al intenso tráfico, obligaba a realizar continuos arreglos. Se detectaron cuatro zonas de adoquines hundidos y que la subbase está en mal estado; una situación que se iba a repetir este invierno, conforme advirtieron los técnicos.
El alcalde, Julio Millán; la primera teniente de alcalde, María Orozco, y el concejal de Mantenimiento Urbano, Javier Padorno, han visitado la intervención, que ha contado con un presupuesto de 46.000 euros. Padorno ha explicado que los técnicos municipales habían detectado un problema en esta calle, debido a un exceso en el mortero sobre el que se asientan las piezas de solería, lo que generaba una mayor vibración y, por lo tanto, incrementaba el desgaste.
Ante ello, se ha procedido a reforzar la base de hormigón, con fibras armadas que suponen una mayor durabilidad, además de rebajar el mortero y colocar un nuevo tipo de adoquín. Se trata de losetas serradas-flameadas, en lugar de las cizalladas anteriores, que tienen un menor movimiento, por lo que se gana en varios aspectos, ya que reducen el ruido que genera el paso de coches y vehículos pesados y también reportan una mayor comodidad para los viandantes, al ser antideslizantes.
Con esta intervención, el área de Mantenimiento Urbano se adelanta a los problemas que se podrían haber generado este invierno, ya que la calle se encuentra en perfectas condiciones ante las posibles lluvias y bajada de temperaturas.
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