Viajar en tren desde Jaén, una lotería sobre raíles

Los frecuentes fallos en la red ferroviaria convierten cada trayecto hacia o desde Jaén en una odisea de horas, transbordos improvisados y retraso

Viajar en tren desde Jaén se ha transformado en un ejercicio de paciencia extrema. No basta con comprar un billete. Cada trayecto es una apuesta, y la ruleta que gira sin avisar. Este domingo, otra incidencia eléctrica volvió a poner a prueba a los pasajeros.

Pasadas las once de la mañana, Adif comunicaba que "debido a una incidencia en la catenaria, se encuentra interrumpida la circulación entre Herrera de La Mancha y Manzanares, trayecto de línea convencional Alcázar de San Juan – Ciudad Real / Linares Baeza. Trenes de Larga y Media Distancia detenidos en estaciones". Esto afectó a los trenes que circularon durante todo el día.

la experiencia concreta de quienes cogieron el tren de las cinco y veinticinco desde Madrid-Chamartín con destino a Jaén fue un ejemplo. Nada hacía presagiar que el viaje acabaría rozando la medianoche. En Alcázar de San Juan les hicieron bajar y subir a autobuses de sustitución improvisados, sin señalización ni información alguna sobre qué vehículo iba a Manzanares o a Valdepeñas. Los pasajeros corrían de un autobús a otro, tratando de adivinar su destino, mientras los revisores no podían dar más detalles que los que ellos mismos conocían.

Al llegar a Valdepeñas, el tren que debía continuar hacia Jaén permaneció detenido más de media hora esperando al resto de pasajeros. Lo que debía haber llegado a las nueve y media de la noche lo hizo, finalmente a las once, tras casi seis horas de viaje. A las siete de la mañana de este lunes, Adif ha informado de la solución de la averia.

Y la del domingo no fue un hecho aislado. La semana pasada, una avería eléctrica en la catenaria de la estación de Jaén dejó sin servicio ferroviario a la capital durante seis horas. El fallo se produjo cuando el pantógrafo de un tren provocó un cortocircuito al elevarse, interrumpiendo la tensión eléctrica en toda la estación. Solo un tren pudo salir a tiempo; el resto de pasajeros tuvo que utilizar un servicio alternativo por carretera. La normalidad volvió poco antes del mediodía, pero la sensación de fragilidad quedó, otra vez, palpable.

El mismo sábado, un pasajero nos relataba desde la estación de Jaén: "Ni un día sin incidencias en la línea entre Jaén y Sevilla. Diez minutos esperando la salida y ahora nos cambian de tren. Cambios, retrasos, cancelaciones… coger el tren se ha convertido en una lotería donde el único que no gana es, siempre, el usuario". Sus palabras reflejan la rutina de frustración que viven quienes dependen del ferrocarril jiennense.

Cada nueva incidencia confirma que el tren en Jaén no es solo un transporte público: es una lotería sobre raíles. Los retrasos, los transbordos improvisados, la falta de información y la repetición constante de fallos se han convertido en la norma. Los pasajeros aprenden a resignarse, cruzar los dedos y esperar que, quizá, esta vez la suerte los acompañe.