"Jaén puede ser bandera en inteligencia artificial"
Maite Martín Valdivia (Jaén, 1969) es catedrática de Lenguajes de Sistemas Informáticos de la Universidad de Jaén, donde ejerce desde el año 1995. Ahora está inmersa en la preparación del II Foro Andaluz.IA, que reunirá a cerca de 200 científicos el próximo 20 de diciembre en la Antigua Facultad de Magisterio, justo donde atiende a Lacontradejaén.
La cita se presume tan disruptiva para la provincia como ya lo es la Inteligencia Artificial (IA), una herramienta que abre un abanico de posibilidades para atraer talento y evitar la fuga de los jiennenses más creativos. Valdivia también aborda el presente y los retos de la institución educativa. Sin investigación no hay futuro, repite.
—¿Cómo surgió la idea del el II Foro Andaluz.IA?
—Este evento surgió hace dos años como una iniciativa de todas las universidades andaluces más el Centro Común de Investigación, que está en Sevilla y es de la Comisión Europea. El objetivo es visibilizar el talento que hay a nivel andaluz en IA. Tenemos un talento impresionante en la región, gente que ha vivido en Andalucía y está fuera, gente que ha nacido aquí y está fuera y gente que trabaja desde Andalucía. Surge como una manera de visibilizar este potencial, y la primera edición fue en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla. Nosotros alzamos la mano para celebrar la cita este año aquí, porque en Jaén hay un gran potencial en IA y a veces no se tiene en cuenta. Podemos ser bandera de esta herramienta.
—¿Qué supone para la Universidad de Jaén acoger el evento?
—Es poner en la picota a la UJA y visibilizar que hay muchos grupos en la propia Universidad que son referentes a nivel nacional e internacional. Porque tenemos proyectos desde hace treinta años y abordando los aspectos más punteros. Mi grupo, por ejemplo, está trabajando en la estrategia nacional de IA, directamente coopera con el Gobierno para montar el ChatGPT Español. Queremos que se oiga Jaén y su universidad, pese a ser joven y modesta, y que podemos ser referentes en esta área disruptiva.
—¿Y qué es el ChatGPT Español?
—Ya estamos trabajando en ello. Ahora mismo todo el mundo conoce la herramienta, pero está basada en técnicas de lenguaje y aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje natural que necesita muchos recursos. Se ha entrenado mayormente en inglés y con una cultura anglosajona, de manera que si haces una pregunta siempre lo llevará a perfiles anglosajones. Ahora estamos entrenando nuestros propios sistemas para que no estén sesgados y entienda cultural, lingüística y culturalmente el ecosistema de España y la sociedad española.
—Se trata de españolizarlo.
—Totalmente. Y tendrá una valorización muy grande, porque no sólo es el castellano de España, sino que queremos también que implique el español de Latinoamérica y que cubra el catalán, el gallego y el euskera. Estas lenguas son minoritarias y su esencia se pierde. Que el Gobierno saque estos modelos para nuestro grupo es importante y necesario a nivel nacional, para no ser anglosajones. Debemos reivindicar nuestra cultura y ponerla en valor.
—Serán 200 expertos los que participen en el congreso. ¿Desde qué perspectivas se va a abordar la IA? ¿Qué nos puede adelantar?
—La idea es que se toquen todos los ámbitos, desde aprendizaje automático, robótica, visión por computador o procesamiento del lenguaje natural. Queremos que se puedan ver todos los trabajos que se están haciendo. Es otro de los grandes objetivos del congreso, porque a veces no conocemos a los colegas de Andalucía, y es una manera de hacer comunidad y así sacar músculo y decir: "Aquí, en nuestra región se hace toda clase de IA". Unos son más especialistas en un área y otros, en otra.
Además, tenemos dos ponentes que son expatriados. Uno es José Camacho, de Granada, que es un referente con un grupo muy importante de procesamiento de lenguaje natural en la Universidad de Cardiff. Y también contamos con la linarense Laura Sevilla, que está en la Universidad de Edimburgo y trabaja en visión por computadora. Hay muchas áreas y queremos que lo muestren aquí. También tenemos un panel de expertos que abordarán la retención del talento o la formación del alumnado, entre otros temas.
—La fecha del encuentro, a las puertas de Navidad, es llamativa y además tiene un porqué, ¿verdad?
—Sí, se hace cercano a las fiestas para dar la posibilidad a la gente que está fuera, aprovechando que regresan como el turrón, que pasen por el foro y nos den su visión. Uno de los chicos que viene al panel es del Instituto Allen de Washington y se enteró porque viene a Sevilla con su esposa. Insisto, es una manera de hacer comunidad científica con hombres y mujeres de Andalucía.
"ES UNA HERRAMIENTA QUE EXIGE DEONTOLOGÍA Y RESPONSABILIDAD"
—¿Cómo está impactando la IA en el terreno de la investigación en la UJA?
—Hay un Vicerrectorado que se está encargando de implementarlo en la UJA a través de Google, que tiene Gemini. Los alumnos están utilizando la IA seguro y el profesorado, también, aunque es cierto que hay reticencia. Creo que evitar la herramienta es ponerle puertas al campo, porque ha venido para quedarse. Y la manera, desde mi punto de vista, es integrarla y propiciar que los alumnos la utilicen de manera ética y responsable. Hay que incluir la IA en las asignaturas para fomentar el espíritu crítico, porque cuando los estudiantes salgan al mercado van a tener que utilizarla. Quien mejor preparado esté tendrá mayor garantías de éxito. No creo que la IA quite el trabajo, pero sí está claro que quienes la utilicen tendrán más trabajo y serán más eficientes que quienes no la usen.
—¿Qué le llama más la atención de esta nueva herramienta que parece que imita el razonamiento humano?
—Que podemos aprovecharla en nuestro beneficio. Como decía, a veces hay un poco de miedo y caemos en eso de creer que será como una película de ciencia ficción en la que vendrán a por nosotros. Algunos referentes de mi época lo perciben así, pero creo que la IA ha venido para ayudar al ser humano y tiene que estar a su servicio. La persona debe estar en el centro, y hay miles de expresiones de la IA que ya ayudan a que nuestra vida sea mejor, como en medicina o en la detección de los discursos del odio. Tendremos que apoyarnos en ella para construir una sociedad mejor.
—Le motiva.
—Sí, porque creía que esta época no la íbamos a vivir. Siempre que he dado charlas sobre mi área decía que las máquinas generaban y usaban el lenguaje como lo hacemos los humanos. Sonaba a ciencia ficción, pero con ChatGPT, que llegó hace dos años, ya vemos que genera el lenguaje mejor que muchas personas.
—Le pregunto también por el uso más corriente de la IA, ¿qué actividades van a ser ya cotidianas para la gente? Por ejemplo, las consultas en ChatGPT.
—Fuera del ámbito académico, lo que va a suponer es una disrupción como supuso internet, que existía desde el año 1969. Hasta que la web no fue accesible para todas las personas no se notó el impacto verdadero. Originalmente, sólo la usaban los militares americanos. Hasta el año 1993, con un desarrollo europeo llegó la web casi tal y como la conocemos hoy. Todo usuario no experto podía entrar ahí. Y es el símil que hago ahora: ChatPGT está siendo a la IA lo que fue la web a internet.
—El billete de entrada.
—Sí, democratizar la tecnología al ciudadano común. En realidad ya estábamos usando la IA, como ocurre con los traductores simultáneos o con las consultas a Siri, por ejemplo. (Justo en este momento el asistente del teléfono de Maite Martín apunta la hora y desata las risas en la entrevista). Esto es la IA. ChatGPT a los alumnos les ayuda con los trabajos. Y yo que practico tanto en inglés, le pido que me corrija. La tecnología evoluciona y hay herramientas que solucionan la vida para todo. El ChatGPT también será muy útil para el periodismo.
—Está ganando presencia, si bien parece que es una herramienta por pulir, porque a veces derrapa. ¿Qué le parece?
—Claro. El chat ha leído todo lo que existe digitalmente y sólo necesita la experiencia que tiene un humano. Ahora da la palabra más probable tras un contexto dado. En realidad, es estadística pura.
"SIN INVESTIGACIÓN NO HAY FUTURO"
—¿Qué balance hace de su etapa en la UJA?
—En general, es totalmente positivo, aunque la Universidad ha cambiado mucho. Cuando empecemos, la UJA estaba comenzando. Desde el punto de los docentes, nosotros nos encargamos de montar los títulos y las asignaturas. No existía acceso a internet salvo en algunos ordenadores. Imagine, cuando yo hacía mi tesis tenía que ir a Málaga a hacer las fotocopias. Eso ahora ha cambiado completamente: los docentes que entran ahora se encuentran con otra situación.
—Le tengo que preguntar por los protagonistas: los estudiantes, tanto en Las Lagunillas como en Linares. ¿Cómo son? ¿Qué inquietudes tienen?
—Cuando escucho que los alumnos ahora son distintos, siempre pienso que en realidad nosotros somos más mayores. Ellos siguen teniendo curiosidad y hay muchos muy buenos. Veo que hay tendencia a demonizar al alumnado por falta de esfuerzo, y creo que seguimos teniendo la misma calidad y talento en el estudiantado. Nuestra tarea como docentes es sacar lo mejor de los chavales, que confían en nuestras manos para que les mostremos un futuro profesional y así ganarse la vida.
—La Universidad tiene 31 años. ¿Por dónde imagina su futuro? ¿Más grados? ¿Cuáles son los retos?
—Los retos son importantes. Para empezar la financiación supone un problema grande y lo estamos viendo. En Andalucía quizá no es de la magnitud que en Madrid, donde se están restando recursos a universidades públicas a favor de las privadas. Es un error. Todo lo que sea poner dinero en educación y sanidad en una sociedad avanzada, como queremos que sea España, es fundamental. En servicios públicos, como la seguridad de los Bomberos, necesitamos un país que responda. Y si cuesta mucho, pues a gestionar bien los impuestos. Nunca hay que quitar de educación, sanidad y servicios públicos.
Ahí las universidades andaluzas van a tener un problema y deben reclamar no sólo a la Junta de Andalucía, sino también al Gobierno nacional hay que exigirle que haga un esfuerzo. La educación y la investigación deben ser banderas Sin investigación no hay futuro, siempre le digo. Invertir es un retorno asegurado.
Fotos y vídeo: Fran Cano.
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