Siglo y medio de excelencia cultural
El histórico instituto Santísima Trinidad de Baeza celebra sus ciento cincuenta años de actividad ininterrumpida con una nutrida agenda de actos que abrirá su primera página el próximo 26 de octubre
Mucho ha llovido desde aquel ya lejano 1869, cuando Baeza asistió al nacimiento de un centro educativo que, andando el tiempo, ha trascendido las aulas para convertirse en un elemento más del patrimonio histórico, artístico y sentimental de la ciudad Patrimonio. Por sus clases han pasado no solo los baezanos de ahora mismo: también sus padres, abuelos, bisabuelos o hasta tatarabuelos, lo que hace de esta institución (en el más amplio sentido de la palabra) un recinto entrañable, imprescindible en el plano callejero y en el mapa de la memoria de Baeza.
"El instituto forma parte del tejido baezano, porque prácticamente no hay familia que el hijo, el padre, un familiar o cualquiera de sus mayores no haya pasado por él; además, el orgullo de ese patrimonio, con un edificio de gran importancia en el perímetro de la ciudad patrimonial heredero de la Universidad renacentista de Baeza", manifiesta Rogelio Chicharro, director del centro y, como tantos paisanos, antiguo alumno.
Por si fuese poco todo el acervo heredado por el Santísima Trinidad de las entidades educativas que lo precedieron, un auténtico hito marca un antes y un después no solo entre sus muros, sino que alcanza a toda el municipio hasta expandir universalmente su nombre gracias a la pertenencia del poeta Antonio Machado a su claustro docente: "Es una suerte que a los valores que poseía ya el instituto se uniera el hecho de contar con la presencia, durante siete cursos, del santo laico, del grandísimo poeta, uno de los más grandes de la literatura", apostilla Chicharro. Tan atractiva es la huella del autor de Campos de Castilla en la ciudad renacentista que, como aclara el director, "el aula donde dio clases es visitada por miles y miles de personas y es, prácticamente, el espacio más visitado casi de toda la provincia".
Tantos años de compromiso con la ciudad por parte de la institución académica serán recompensados, el próximo 26 de octubre a las doce del mediodía, con la entrega de la Medalla de Oro de Baeza de manos de su alcaldesa, Dolores Marín, en un solemne acto que tendrá lugar en el patio de columnas de la antigua Universidad. Presidirá la ceremonia el consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda.
A continuación, el catedrático de la Universidad de Granada (y, cómo no, exalumno del Santísima Trinidad) pronunciará una conferencia literaria, antes de que el Grupo Juglares ofrezca un concierto basado en textos del propio Machado, de Lorca (cuyo primer encuentro con el gran poeta sevillano se produjo en el casino de Baeza), Alberti (vinculado también a la ciudad por motivos sentimentales) y Benedetti.
Será el punto de partida de un amplio programa de actividades que se desarrollará a lo largo de todo el curso en un centro que, aunque cargado de tradición, mira hacia el futuro, pertenece a su tiempo, que es también el presente: "Es un centro TIC, bilingüe, totalmente adaptado a nuestros días, la prueba es que tenemos unos resultados de Selectividad muy buenos y las últimas becas de Amancio Ortega, cinco han sido para alumnos de nuestro centro; a pesar de sus ciento cincuenta años ininterrumpidos, goza de muy buena salud". Si será así que, incluso, "es uno de los pocos de la provincia que imparte clases de Chino", concluye Chicharro.
Mucho más que un instituto, el Santísima Trinidad es un monumento a la excelencia cultural y educativa, el verso de don Antonio: "Hoy es siempre todavía". Un todavía de siglo y medio ya.
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