Desactivados dos puntos de venta de drogas y de prostitución
En los registros de las viviendas en Jaén se incautaron de un arma de fuego, un machete de grandes dimensiones, cocaína, pequeñas cantidades de marihuana y hachís, y 2.250 euros
Agentes de la Policía Nacional destinados en el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Jaén han desarticulado en la capital dos puntos de venta de estupefacientes a pequeña escala. Han detenido a tres personas, de una parte un hombre y una mujer, ambos pareja, quienes compartían vivienda, de 35 y 36 años de edad, españoles, los dos con antecedes por hechos diferentes a los actuales, por su presunta participación ambos en un delito de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. El tercer detenido se trata de otro varón de 51 años de edad, español sin antecedentes previos, como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y de explotación sexual.
La vivienda de este último también se utilizaba de “narco sala” a la vez que alquilaba las habitaciones a mujeres en situación de necesidad para que ejercieran la prostitución. Realizados los registros en las dos viviendas, los agentes incautaron un arma de fuego 9 mm, un machete de grandes dimensiones, una báscula de precisión, más de 230 gramos de cocaína, pequeñas cantidades de marihuana y hachís, utensilios válidos para el corte de sustancias estupefacientes y 2.250 euros en efectivo.
Los agentes destinados en el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Jaén tiene como labor principal la investigación relativa al tráfico de sustancias estupefacientes a pequeña y mediana escala, la localización de las personas encargadas de su distribución así como el desmantelamiento de puntos de venta finales a los consumidores, conocidos como puntos al “menudeo”. Para ello se nutre de ciertas informaciones de las que tienen conocimiento para, posteriormente, realizar las comprobaciones necesarias destinadas a conocer su veracidad.
En vista de lo anterior, cabe decir que la investigación se inició en verano del año pasado cuando la pareja investigada que vivía en un lugar diferente al actual, se estaría dedicando a la distribución activa de sustancias estupefacientes, convirtiendo la zona en un punto negro de distribución de droga y generando gran alarma social entre los vecinos dado la gran afluencia de personas alrededor del domicilio. Pero los investigados, tras un tiempo sometidos a vigilancias y verse atrapados decidieron parar de forma repentina su actividad, abandonando la misma.
Gran afluencia de toxicómanos y de mujeres que levantaron sospechas
Continuando con las indagaciones, los agentes constataron que en otro punto de la ciudad y muy próximo a centros escolares, se encontraban dos viviendas – muy cercana una de la otra -, las cuales llamaban la atención por el trasiego de toxicómanos y de mujeres que, sobre todo, había en una de ellas, así como el corto periodo de estancia que permanecían en el interior del domicilio, por lo que la labor de los agentes se centró en corroborar lo que ocurría en el interior de esas viviendas en cuestión.
Las averiguaciones realizadas por los investigadores permitieron confirmar la actividad ilícita que se estaría llevando a cabo en el interior de los dos inmuebles y, a continuación, identificar a sus moradores, un hombre y una mujer en el primer domicilio y otro varón en el segundo, que serían los responsables de los hechos.
Utilizaba su vivienda de “narco sala” y alquilaba habitaciones a mujeres vulnerables en estado de necesidad
Con el avance de las pesquisas, los agentes constataron como la pareja era la encargada de gestionar y preparar las dosis para la venta y que el tercer arrestado se abastecía –dada la cercanía – en ese punto de venta, para posteriormente, utilizar su vivienda como punto de venta.
La investigación determinó que esta persona no solo utilizaba su vivienda como “narco sala”, facilitando el consumo de estupefacientes y evitando de esta forma que cualquieagente pudiera incautarle la dosis al cliente una vez que saliera al exterior, sino que además, éste aprovechaba la situación de vulnerabilidad o de necesidad de algunas mujeres, todas ellas en riesgo de exclusión social – ya fuera por falta de trabajo, extranjeras en situación irregular o consumidoras de sustancias estupefacientes-, para facilitarle el alquiler de habitaciones en su vivienda y que ejercieran la prostitución.
Los detenidos, una vez fueron puestos a disposición judicial, decretó el ingreso en prisión para la pareja.
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