DE PASEO POR EL JAÉN DE PEDRO POVEDA

En el 150 aniversario del nacimiento del santo linarense, Lacontradejaén propone un itinerario por los lugares de la provincia en los que el fundador de la Institución Teresiana dejó huella

Termina 2024 y con él, el 150 aniversario del nacimiento de uno de los poquísimos jiennenses elevados a los altares, que vio la luz primera un 3 de diciembre de 1874 en la Ciudad de las Minas: Pedro José Luis Francisco Javier Poveda Castroverde, o lo que es lo mismo: San Pedro Poveda. 

Sacerdote, pedagogo y escritor, a su empeño se debe asimismo la fundación de la Institución Teresiana, de tanto arraigo en tierras jaeneras y de cuya aprobación pontificia se cumple, igualmente, un siglo. 

Un par de efemérides que invitan a este periódico a guiar a sus lectores a través de un itinerario 'povediano' por los lugares de la provincia en los que nació, vivió, estudió o enseñó el protagonista de este reportaje. Adelante, pues. 

LINARES, LA CUNA

Prácticamente un mes antes de que Alfonso XII fuera proclamado rey nacía en Linares el padre Poveda, como se le conoce universalmente. ¿Dónde? En una casa de la Plaza del Bermejal, marcada con el número 2 y sobre cuya fachada campea una gran placa conmemorativa que celebra el hecho, desde 1956.

De allí salió para ser bautizado en la parroquia de Santa María, otro de los puntos imprescindibles del mapa teresiano.  

En su ciudad, una calle a su nombre, un centro cultural y hasta un monumento con la firma del gran Antonio González Orea le rinden tributo cotidiano.

JAÉN

La capital de la provincia vio llegar a su Seminario Diocesano a un adolescente Pedro Poveda, que en aquellos años (entre 1888 y 1894) recorrería una esplendorosa senda de los Huertos todavía poblada por el desaparecido acueducto del Carmen.

Estudios eclesiásticos antes de tomar el camino hacia Guadix, donde se ordenaría sacerdote, y punto de partida de un itinerario vital que lo alejaría de su patria chica y del mar de olivos hasta 1913, cuando se convirtió en canónigo de la Catedral de Jaén. 

El mismo año en el que Alfredo Cazabán comenzaba la publicación de Don Lope de Sosa, cuyas páginas prestaron atención, en numerosas ocasiones, a la labor del linarense. 

"El virtuoso canónigo D. Pedro Poveda Castroverde ha establecido en Jaén la Academia de Santa Teresa, centro de primera enseñanza para niñas y de segunda para alumnas de la Escuela Normal", recoge el inolvidable cronista en el número correspondiente a diciembre de aquel año en la que supone la primera mención al santo de Linares en la legendaria revista. Nacía así la Institución Teresiana. 

¿Dónde vivió Poveda entre 1913 y 1921, cuando marchó a Guadix para ejercer allí su ministerio? En la antigua calle Pilarillos, Julio Ángel desde 1908, en pleno arrabal de las Monjas. 

Concretamente, en un hermoso caserón marcado con el número 6, a cuya entrada puede leerse: "En esta casa vivió Pedro Poveda Castroverde durante los años 1915-192. La Institución Teresiana en el primer aniversario de su canonización (4 de mayo de 2004). O sea, que la placa en cuestión cumple veinte años en el que, posteriormente, sería el hogar del médico y alcalde Juan Pedro Gutiérrez Higueras (algunos de cuyos descendientes continúan ocupándola), vecino de nombres tan ilustres y entrañables en la capital como el sombrerero Manuel Cámara.

Una vieja fotografía (la que encabeza este reportaje) sitúa a su protagonista en la logia de la Catedral jiennense, en plena bendición de los campos con el Santo Rostro. 

Calle en el barrio de Peñamefécit (con placa en su homenaje incluida, colocada allí el pasado mes de mayo), un colegio en el ensolerado edificio fundacional de la actual vía urbana bautizada con el nombre de Josefa Segovia, su mano derecha en la institución; una parroquia en el Bulevar...  

Breve pero intenso paseo por los escenarios sobre los que todo un santo de aquí caminó hacia el Madrid de su muerte, como Machado hacia Colliure en el poema de Miguel D'Ors.