HUMOR 'DE MUSEO' EN BEAS
Solo cuatro municipios de España cuentan con un espacio expositivo dedicado al humor gráfico, y uno de ellos, al que da nombre Fernando G. Garreta, está en el mar de olivos, en plena sierra de Segura
Que la potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar lo dijo
ya Nietzsche hace más o menos un siglo. Y si se le aplica no a una persona, sino a todo un pueblo, está claro que la inteligencia de los beatenses queda fuera de toda duda.
Y es que sobran dedos de una mano para contar el número de municipios españoles que cuentan con un Museo del Humor Gráfico; uno de ellos, precisamente, Beas de Segura, que abre cada día a los visitantes unas instalaciones bautizadas con el nombre de un madrileño de nacimiento, catalán de segunda residencia y beatense confeso: Fernando García Garreta (Arganda del Rey, Madrid, 1939).
Médico jubilado, licenciado en Geografía e Historia y en Historia del Arte, este singular y apreciado personaje ha acumulado, a lo largo de su extensa e intensa vida, una serie de colecciones de humor gráfico de primer orden que van desde la legendaria La Codorniz hasta las no menos míticas Don José, Hermano Lobo, Por favor... "Dadme un museo, yo os lo lleno", que dicen que dijo Picasso.
Una disciplina artística con alrededor de tres siglos de tradición en España que han convertido la piel de toro en auténtico referente, con publicaciones convertidas, hoy día, en verdaderas piezas de culto. De museo, vamos.
Fernando G. Garreta, hombre amable en cuyo carácter conviven armónicamente el gracejo y la exquisitez, explica a este periódico que el proyecto de las instalaciones a las que da nombre nació con el objetivo de acoger en sus salas las obras ganadoras del Premio de Humor Gráfico Lorenzo Goñi (otro hito cultural beatense), que hace del municipio serrano, año tras año, capital nacional del género desde 2011.
Cuatro años más tarde, en 2015, el alcalde de Beas de Segura, Sebastián Molina, al comprobar la cantidad y calidad de las obras ganadoras, exclamó: "¡Todo esto es nuestro":
"No quedaba más remedio que hacer un museo, y la Corporación Municipal, en sesión del Ayuntamiento y por mayoría absoluta, optó por crearlo y ponerle mi nombre", evoca, satisfecho y con toda la modestia del mundo, el protagonista de este reportaje.
Desde su apertura oficial, este espacio expositivo se ubica en un edificio anteriormente utilizado como centro de servicios sociales y que, de alguna manera, con sus nuevos contenidos, no deja de aliviar de problemas al personal que pasa por allí, gracias al catálogo de obras que exhibe.
Dos apartados organizan los fondos del Museo de Humor Gráfico Fernando G. Garreta, a saber: los dibujos ganadores de las sucesivas ediciones del concurso dedicado a Goñi, así como otros no premiados pero cedidos por sus autores; y de otra parte, la famosa colección Garreta, que consta de revistas satíricas de aquí y de allá hasta conformar una valiosísima hemeroteca.
La Codorniz, Hermano Lobo, Por Favor, Don José, Barrabás, El Papus, Buen Humor, Gutiérrez... O la trágicamente célebre Charlie Hebdó:
"A la vista del detalle que tuvo conmigo el Ayuntamiento, doné todas las colecciones completas de mi propiedad", afirma el doctor.
No faltan tampoco, en los expositores, ejemplares de El Jueves, Patufet, La ametralladora, La Baionette, El Semanario Bertoldo o Don Venerando, entre otras, que hacen las delicias de los enamorados de este género humorístico y sorprenden y enganchan a los más profanos en la materia: "Es casi imposible encontrar algo igual", sentencia.
Y mucho más, que no solo de revistas vive el visitante. Dibujos, alrededor de setecientos, que incluyen la cincuentena de Alcalá, de los años 40 del siglo XX, dedicada a la aviación, o el recuerdo de exposiciones tan sonadas como La investigación espacial a través de la astrofilatelia o Manolete ríe copan el amplio local.
Un museo, por cierto, que extiende sus contenidos incluso al paisaje urbano de Beas de Segura: "Se nos ocurrió una exposición que pusiera dibujos de los humoristas en las calles de Beas, la pasada primavera; hubo unos dibujos preciosos", aplaude Fernando García Garreta.
Un auténtico itinerario por calles tan conocidas del lugar como Repullete, Las Tiendas, Callejón de la Risa, La Feria y La Villa, con punto de llegada en el propio museo. ¿El objetivo principal? Mostrar al aire libre el patrimonio cultural del humor gráfico beatense gracias al Premio de Humor Gráfico Lorenzo Goñi, organizado por el Ayuntamiento con la colaboración de la Diputación de Jaén, que alcanzó su octava edición con esta simpática iniciativa.
Obras originales de, entre otros, Enrique P. Penedo, Antonio Cabrero, Igepzio, J. Miguel Sánchez Brenes, Juan Hervás o Manuel Arriaga, que hacen del plano callejero del pueblo un verdadero museo municipal al aire libre. La calle, que como dijo Hergé, es un museo para todos.
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