La UPM y la recuperación de sus instalaciones
El Ayuntamiento de Jaén tendrá listo el mes próximo el proyecto de recuperación del edificio principal de la UPM tras años de "absoluto abandono"
No pasa ni una semana sin que la Universidad Popular Municipal sea noticia. Esta vez, vuelve a la agenda mediática por el estado de "abandono" en el que se encuentran sus instalaciones. Equipamientos eléctricos sin tomas de tierra, goteras, cuadros eléctricos sin protección, una caldera sin mantenimiento y años de antigüedad y tejados con uralita, prohibida por ley, son algunas de las deficiencias detectadas en su edificio principal.
Tras la suspensión del curso académico por la pandemia del Covid-19, el centro educativo está devolviendo, desde la semana pasada, los precios públicos por la matrícula del curso académico 2020/2021. Ante las críticas que esta decisión suscitó, el Ayuntamiento recuerda que otras universidades populares de toda España han hecho lo mismo, como es el caso de las de Jaraíz de la Vera (Cáceres) y San Roque (Cádiz).
Pero, ahora, la atención está puesta en las instalaciones. La previsión es que para finales del mes próximo esté listo el proyecto de adecuación de la sede central en la avenida de Andalucía para que pueda optar a la línea de subvenciones de mejora y eficiencia energética abierta por el Gobierno de España. De esta forma, la edil responsable de la institución, Eva Funes, señala que se pretenden solucionar “los graves problemas hasta de tipo estructural y de seguridad que ha arrastrado durante años por el descuido en la conservación y la falta de mantenimiento de su edificio más emblemático por el que pasan cada año miles de personas”.
Funes explica que durante más de un año se ha hecho un diagnóstico del estado de la sede principal. "Nos avisaron de cómo estaba el salón de actos principal, sin toma de tierra siquiera", relata la edil. De esta forma, además de problemas de goteras se han detectado casetas prefabricadas de obra funcionando como aulas infantiles, tejados de uralita, prohibida por ley por su toxicidad, cuadros eléctricos sin protección y una caldera sin mantenimiento durante años y un importante deterioro, entre otros.
En este sentido, el proyecto que se ultima pretende mejorar aspectos como fachadas, cubiertas, carpinterías, ventanas y protecciones solares, calefacción, climatización y producción de agua caliente sanitaria, así como la sustitución de luminarias, lámparas y equipos. También se procederá a la renovación de transformadores y de sistemas de alimentación ininterrumpida. En definitiva, se trata de recuperar los déficits estructurales y de seguridad del edificio.
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