"Siempre sentí que el rugby era lo mío"
Laura Pliego Medina (Jaén, 1995) es capitana del Jaén Rugby femenino, flamante campeón de la modalidad seven en Andalucía. Veterana en el club, ella tiene una visión periférica de la entidad desde que tomó parte en la directiva hace un año. Asegura que la acción se disfruta en el campo y las necesidades son más fáciles de identificar desde fuera.
La jiennense era un portento físico desde la infancia y de ahí que destacara en los deportes de equipo. Con 15 años empezó con el rugby y después de un lapso de tiempo lo retomó con 23. No ve el momento de seguir sumando al club de su vida, ligada a una práctica que le da alegrías incluso con las adversidades de cada año. Después de haber cumplido su jornada como administrativa, Laura Pliego visita la sede de Lacontradejaén, en Cuatro Gatos Coworking para hablar de su trayectoria.
—¿Qué balance hace de la temporada del sénior femenino?
—En general buena. Empezó siendo una temporada justa, como muchos otros años. En principio sólo íbamos a jugar una liga de quince, pero, debido a los cambios en el calendario por parte la Federación Andaluza de Rugby, vimos la opción de sacar un equipo de seven. Es algo que llevábamos años sin hacer. De la temporada de quince no salimos con una posición, pero sí con la sensación de haber tenido una plantilla de chicas muy jóvenes, que han evolucionado y han aprendido durante el curso. En seven salimos con el pecho lleno de orgullo, porque ganamos y tenemos el primer puesto.
—Si la compara con las anteriores, ¿en qué aspectos ha crecido el equipo?
—Sobre todo el hecho de que tenemos gente que lleva poco tiempo en el rugby. En años anteriores sí existía un tronco principal de veteranía que después se ha ido perdiendo por diferentes circunstancias, como el trabajo o los cambios de ciudad. Destaco también de este curso las ganas de aprender y de avanzar.
—¿Y dónde hay que poner más empeño con vistas a la temporada que viene?
—Pues lo pondría en aprender de nuevo a jugar como equipo, porque otra vez hay un gran cambio de jugadores, y en las habilidades colectivas. Muchas veces hemos tenido muy buenas jugadoras en términos individuales y a la hora de traducirlo al juego colectivo, que es cien por cien de equipo, ha sido complicado. En ese sentido, hemos ganado claridad y para el resto de temporadas queremos mejorar el juego y las habilidades.
—¿Cómo han vivido ser campeonas andaluzas en modalidad seven? ¿Y qué diferencias hay con el formato de quince?
—Básicamente, el rugby es un deporte de mucho contacto donde necesitas mucha resistencia. En rugby quince, que es el más conocido, hay quince jugadoras contra otras tantas en ochenta minutos, divididos en dos tiempos de cuarenta. El seven es el mismo campo, pero siete jugadores contra otros siete en quince minutos. El quince es muy estratégico, porque hay mucho tiempo para hacer muchas cosas, mientras que en seven todo pasa muy rápido. A lo mejor quedan dos minutos de juego y puedes hacer muchísimas cosas, porque hay espacio y puedes aprovechar la rapidez y la explosividad. Aunque las reglas sean casi iguales, es un juego totalmente diferente.
—Siete contra siete suena más dinámico.
—Muchísimo más dinámico.
—¿Qué significa para usted ser capitana y qué características hacen falta para liderar?
—Para mí es un orgullo, porque nosotras siempre queremos elegir como capitana a la persona con más veteranía, liderazgo y con capacidad de influencia en el equipo. Entonces yo ya llevo ya muchos años en el Jaén Rugby y, como digo, fue un orgullo que tanto el entrenador como las compañeras quisieran que yo fuese la capitana. Y al mismo tiempo siempre tienes un poco de miedo por si darás la talla.
—¿Y cómo fue? ¿Usted dio un paso adelante o la eligieron?
—En realidad, lo hablamos conjuntamente. Creo que peco de humildad y, aunque me apetecía serlo, no quería decir nada. Al final me eligieron mis compañeras.
"SER DIRECTIVA ME DA MAYOR VISIÓN DEL CLUB"
—Además usted es directiva. ¿Eso se nota en el campo o lo obvia?
—No, no pesa tanto. Pesa a la hora de distribuir el tiempo. Llevo un año de directiva y sí exige más energía. Yo como jugadora voy a los entrenamientos, al gimnasio y a los partidos. Y como directiva cada cierto tiempo hay que reunirse con el equipo directivo y tomar decisiones. Me gusta porque me da mucha visión de lo que pasa en el club, y estoy dentro viviéndolo.
—¿Cuál es concretamente su rol como directiva? ¿De qué se encarga?
—En un principio iba a encargarme junto con una compañera de la labor de las captaciones, pero al final por mi trabajo no le he podido dedicarle tiempo; lo ha hecho una compañera. En general, estamos para lo que se nos requiere y así tomar decisiones relevantes para el club.
—¿Qué retos afronta la entidad para seguir creciendo?
—El reto general es captar más jugadores, porque a raíz de la pandemia se ha notado muchísimo cómo han ido descendiendo en número. Ya de por sí fue un golpe muy duro, porque se notó el miedo al contacto también tras la pandemia. Y en cuento a la sección femenina, el objetivo es también tener un gran número de jugadoras, porque el proyecto a largo plazo es, en un par de años, ascender a División de Honor, que es la liga estatal. Para eso hacen falta dos equipos, lo que supone 50 fichas.
—La cantera es un estandarte de la entidad. Y más allá del impacto del coronavirus, ¿es fácil o difícil captar jugadores?
—Cuesta por el estigma que hay alrededor del rugby como deporte 'bruto'. De por sí no tiene fama en España, con la salvedad del norte. En el sur es diferente, no se lleva tanto y hay estigma con el hecho de que te vas a hacer daño. En realidad, es un deporte de evasión: lo ideal es que no te plaquen.
–Mal asunto si lo hacen...
—Claro. Es el ideal, pero hay que separarlo de esa idea porque afecta especialmente a la rama femenina.
"ME GUSTA AYUDAR AL RESTO A COMPRENDER LOS TRÁMITES"
—También ha practicado bádminton, fútbol, baloncesto o voleibol. ¿Por qué se decantó por el rugby?
—Por el equipo, que no son sólo tus compañeras, sino como una familia que eliges. Además, yo he sido siempre una mujer grande, incluso de niña y de adolescente. La actividad física me encantaba y el rugby exige carga, movimiento y trabajo en equipo. Eso fue lo que me enamoró y siempre sentí que este deporte era lo mío.
—Y de la garra en el campo a la 'tranquilidad' de la oficina. ¿Cómo lleva esa dualidad?
—En general siempre he sido una persona muy tranquila. Tengo mi genio y potencial, pero lo guardo para el campo. Eso me relaja también para ir a la oficina y tratar con todo el mundo sin problemas.
—¿Qué hace en su trabajo?
—Yo soy auxiliar administrativa en una gestoría y trabajamos con empresas, autónomos y personas físicas. Nos encargamos de todo tipo de trámites con la administración. Ahora estamos con la renta, que es una locura. Básicamente, ayudamos con el papeleo a la gente.
—¿Y le gusta?
—Sí, me gusta, por ese sentimiento de ayudar a alguien que no domina un campo. Yo no era consciente de la cantidad de gente que no entiende ese tipo de trámites administrativos. Algunos son complicados, pero para nosotros terminan siendo sencillos. Me gusta enseñar a los clientes, explicarles y decirles: 'No te preocupes, yo me encargo'. Si encima te pagan, ya es lo más para mí.
—Es de Jaén de toda la vida. ¿Qué le gusta de la ciudad y qué cambiaría?
—Lo que más me gusta es que una ciudad pequeña, es fácil llegar a todos los sitios. Me encanta su cultura y su patrimonio. Yo estudié Conservación y Restauración de Bienes Patrimoniales en Granada y creo que Jaén tiene muchísimo potencial cultural, que en los últimos años se está gestionado más. Incluso se puede explotar turísticamente más hacia fuera y hacia dentro, para que la propia gente de aquí quiera, conozca y aprecie Jaén. Y en especial la gente joven. A pesar de vivir en un mundo de tanta información a veces parece que reina la desinformación. Y Jaén tiene tantas cosas, como las sierras y los espacios naturales, y parece que nosotros mismos no lo conocemos.
—En cuanto a lo que no le gusta, ¿hay algo que modificaría?
—No realmente.
—¿Qué tal un tranvía?
—No creo que fuera necesario. Incluso de pequeña, cuando se empezó a mover el tema, pensaba que no hacía falta. Si en quince o veinte minutos estás en el centro, ¿para qué? Pero la verdad es que no tengo mucho conocimiento urbanístico. En mi humilde opinión, no era necesario.
—Puede mandar un mensaje a los seguidores del Jaén Rugby para acabar.
—Que sigan con nosotros, que se vienen grandes cosas. Tenemos grandes planes y queremos poner toda la carne en el asador para seguir creciendo y subiendo peldaños. Hace falta seguir utilizando la cabeza y el corazón.
Fotos y vídeo: Fran Cano.
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