Lourdes Perona, la ganadera que revoluciona el oficio con la tecnología
Ganadora de la beca de la Fundación PepsiCo, la alcalaína incorpora collares con GPS y dron en su explotación ecológica en cortijo El Hoyo
Mujer, emprendedora, ganadera, ingeniera técnica agrícola y madre de dos niñas, Lourdes Perona López (Alcalá la Real, 1989) está derribando puertas en un oficio que desde hace década clama por el relevo generacional. La jiennense da un paso más en la digitalización del sector, pues incorpora collares con GPS en su explotación, de 407 ovejas en cortijo El Hoyo (Valdepeñas de Jaén), donde trabaja desde 2011.
Son días felices para Lourdes Perona, que ha ganado la beca de la Fundación PepsiCo, dotada con 5.000 euros, centrada en dar apoyo a proyectos de emprendimiento rural. El premio fue con motivo del VIII Encuentro de Emprendedor@s Ruraltivy.
Antes, también recibió una mención por parte de Encuentros Mundo Rural, donde se puso en relieve que la fue la única ganadera operativa en Valdepeñas de Jaén durante el apagón en la península ibérica. “Me llamó Juan Infante, presidente de El Dornillo, y no me lo podía creer”, rememora.
El tema del GPS es revolucionario y al mismo tiempo le facilita la vida. “Desde el móvil tengo la localización de las ovejas, sé la temperatura de los cuerpos, si alguna fallece o si hay un ataque”, cuenta. Ese GPS lo llevan una docena de los animales. En el caso del vacuno, cuenta, sí es más individual e incluso ofrece más datos, como el celo.
Una vez, mientras faenaba en la recolecta de la aceituna en Frailes, vio por la aplicación que el ganado se movía formando un semicírculo. Era un perro. “Felizmente, llegamos a tiempo y sólo murieron dos”, recuerda. También resultó útil en una fuga de ovejas pasada la medianoche.
El dron es otra herramienta estupenda que le ahorra desplazamientos. Hizo una formación y está encantada con las posibilidades que le brinda. ¿Tendrán más implementación estas medidas en la provincia? Ella, que ya da charlas en Universidades, entiende que será un proceso paulatino.
EL ENCANTO DE LA VIDA FAMILIAR BUCÓLICA
Lourdes Perona vive en El Hoyo con su pareja, Curro Rivas, y sus dos hijas, Esperanza y Victoria, de ocho y seis años, respectivamente. Cuenta que le encantaría que sus hijas siguieran el camino que ha emprendido. La madre sabe que no será fácil, pero merece la pena intentarlo.
La alegría reina en un paraje donde disfruta de conexión a internet y evoca los fines de semana de la infancia. “Yo no podía vivir en un piso. Tardo 20 minutos en llevar a mis hijas a Frailes, al colegio, y eso es nada comparado con el tiempo que se estila en las ciudades para desplazamientos así”, expone.
El último año y medio el nombre de Lourdes Perona está tomando un vuelo que le ilusiona. Es al mismo tiempo una referencia y la excepción que confirma la regla. "La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales me ha abierto al mundo y ahora siento que la gente me conoce”, celebra.
¿Qué pasará con el campo? “Nadie quiere trabajar en este sector, que es la base de todo. Si lo abandonamos nos arrepentiremos. Mi objetivo es ser una referente en divulgación. No sé si lo conseguiré, pero lo voy a intentar”, manifiesta, y pide a la gente que abra los ojos a las bondades del mundo rural. “¿De verdad es mejor aguantar a un jefe que te trata mal en la oficnia y una vida llena de estrés con tal de tener el sueño de la casa con jardín y perro?”, se pregunta. Mientras tanto, comparte sus progresos en la cuenta oficial de Instagram Cortijo El Hoyo, el lugar al que regresó y del que no piensa moverse.
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