Una arquitecta en ciernes que diseña su futuro a pasos brillantes
La iliturgitana Mariana Díaz Gutiérrez consigue el Premio Extraordinario de Enseñanza Secundaria Obligatoria 'Rosa Rodríguez', del Ayuntamiento de Guarromán
Una de las sentencias más irónicas de Aristóteles afirma que a fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto. Pero en el caso de Mariana Díaz Gutiérrez (Andújar, 2007) no cabe la ironia: es que así, tal cual.
Dieciséis años tiene esta brillante alumna del IES Nuestra Señora de la Cabeza que quiere dedicar su vida a escribir el gran libro de la humanidad (así definió la arquitectura el gran Víctor Hugo) y, hasta que llegue el día de recibir su título, se dedica a diseñar su futuro a pasos brillantes.
Ahí está el Premio Extraordinario de Enseñanza Secundaria Obligatoria 'Rosa Rodríguez', que otorga el Ayuntamiento de Guarromán y, en su última edición, ha recaído en Mariana, encantada de la vida con tan importante reconocimiento: "Estoy muy contenta, no nos lo esperábamos", confiesa, humilde.
Y eso que no es el primer reconocimiento que cuelga de las paredes de su dormitorio, hasta donde su propio instituto hizo llegar el aplauso de papel que acredita la excelencia de su expediente académico, a finales del pasado curso.
Estudiante, a estas alturas, del primer curso de Bachillerato tecnológico, para ella cualquier premio "es un gran incentivo, una ilusión; al final toda la vida estudiando mucho y esto es una alegría muy grande", explica a Lacontradejaén mientras comparte con los lectores de este periódico (a fuerza de sonsacárselo) qué hará con los mil euros del galardón: "Por ahora los guardo en el banco y cuando ya piense algo, un viaje o algo así, lo usaré, seguramente". ¿No reza un refrán español eso de que quien guarda halla? Pues eso.
Hija de un aparejador y una fisioterapeuta, la vocación paterna ha pesado más y, como el personaje de Alberto Closas en la legendaria La gran familia, a papá se le cae la baba sabiendo que su pequeña continuará la saga, incluso la superará:
"Mi familia es muy trabajadora, se han esforzado mucho para que yo pueda estudiar lo que quiera, pero nunca me han influenciado, siempre me han dicho que hiciera lo que yo quisiera". Y para arquitecta que va, anda que no.
"Después del Bachillerato me gustaría estudiar en Sevilla, pero ya veremos, será donde dé la nota". Pero, ¿por qué el oficio de Lina Bo Bardi y no otro?
"Desde tercero de la ESO empezamos a dar una parte de tecnología con Librecad, que es un programa para hacer planos, y dije '¡esto me gusta!'; me fui informando poco a poco y desde entonces...", desde entonces lo tiene más que claro: "Quiero hacer edificios, y quizá también restaurar monumentos".
La ilusión no le falta, que combinada con el esfuerzo tiene toda la pinta de que dará el mejor de los cócteles. Y nadie como ella conoce cómo mezclarlo para obtener los mejores resultados:
"Sobre todo ser lo más constante que se pueda y pensar que un trabajo, por ejemplo, siempre se puede mejorar algo. La constancia, estudiar todos los días..., y también disfrutar, que hay tiempo para todo. Yo, los fines de semana intento salir, si no no me despejo". Eso, para los que se pregunten '¿y cómo se hace para convertirse en una Mariana Díaz Gutiérrez?".
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