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'Nosferatu': una voluntad desmesurada

Por Jeremías Schussler - Enero 19, 2025
'Nosferatu': una voluntad desmesurada
Escena de la película 'Nosferatu'. Fuente: IMDB.

El director Robert Eggers, obsesionado con el monstruo de Murnau desde la infancia, vuelca todo su ingenio y músculo prescindiendo de mesura

Desde que en 1922 F. W. Murnau adaptara la célebre obra de Bram Stoker Drácula, dando lugar a esa cima indiscutible del cine expresionista de título Nosferatu, el cine no ha dejado de incorporar cíclicamente versiones y variaciones en torno al relato vampírico por excelencia. Tanto es así, que uno podría trazar un recorrido a lo largo de la historia de este llamado séptimo arte a través de los diferentes acercamientos que interpretan la obra literaria de Stoker. En su última película, el americano Robert Eggers pasa esta herencia por su particular tamiz y, con ademán del que se sabe capaz, erige lo que sin duda pretende ser una versión definitiva del mito.

El prólogo ensoñado con el que la cinta da sus primeros pasos es ya una inequívoca declaración de intenciones: la fotografía drena el color de un encuadre helado mientras que la puesta en escena, minuciosa hasta la obsesión, elabora una actualización formidable del expresionismo de Murnau. El diálogo emerge, gutural, evocador... En la composición general se percibe una voluntad retórica que repentinamente coloca la película no tan lejos de la versión romántica y grandilocuente (no se recoja el término en forma peyorativa) que en 1992 hiciera Coppola. La capacidad alusiva, el acopio de referentes (entre los cuales cabrían también los acercamientos más grotescos a la figura del vampiro) sugieren un carácter transversal tan elaborado como ambicioso.

El director, obsesionado con el monstruo de Murnau desde la infancia, vuelca todo su ingenio y músculo prescindiendo de mesura alguna, llevando al celuloide ideas que durante años parece haber ido puliendo hasta eliminar cualquier atisbo de rugosidad. Las imágenes pasan una tras otra, impresionantes todas y todas ellas con la firme determinación de perdurar. Y, paradójicamente, terminan por no hacerlo. El exceso se impone y la película parece estar embriagada de sí misma: El genio queda asfixiado por su propio talento desbordado. Y el Eggers que contenía el horror con firmeza en La bruja (2015), que manipulaba la enajenación con refinamiento en El faro (2019), no termina de manifestarse. Nosferatu más bien parece seguir el camino que inició El hombre del norte (2022), película cuyo pecado capital era también la desmesura, y en la que aún así, allí como aquí, se percibía una voluble capacidad seductora en su exceso.

La nueva versión de Nosferatu contiene ideas que Eggers aterriza en la pantalla con el poderío visual que le caracteriza y del que hace gala: la monstruosidad de la relación entre el Conde y Ellen Hutter (protagonista interpretada con afectación por Lily-Rose Depp) adquiere una nueva dimensión, aberrante en forma y concepto; el peso de la religión y el ocultismo cobran particular relevancia, precipitándose a un in crescendo que encuentra su pico en sendas escenas de posesión tan breves como terriblemente físicas; o la reformulación estética del propio Nosferatu que, aunque no estará libre de controversia, se compone desde el arrojo, cruzando la visión folclórica del monstruo en los pueblos transilvanos con las imágenes que han perdurado de la referencia histórica del mito, Vlad III de Valaquía o Vlad “el Empalador”.

Nosferatu adolece pues del vicio de la incontinencia, la brillantez de su propuesta queda lastrada por un ademán sentecioso que termina por caer del lado de la opulencia, y el afán por crear una obra rotunda, conclusiva, se impone a la obra misma. Y, sin embargo, bajo esa capa ceremoniosa con la que el director esmalta sus imágenes, se advierte latiendo el temperamento de un creador prominente. Puede que Egger haya desdibujado en Nosferatu el perfil de su genio, pero desdibujado o no, ese contorno sigue siendo de una inteligencia singular. Cabrá esperar su próximo proyecto con la expectación del que sabe que será sorprendido.

 Cartel de la película 'Nosferatu'. Fuente: FilmAffinity.
Cartel de la película 'Nosferatu'. Fuente: FilmAffinity.

FICHA TÉCNICA

Título original: Nosferatu

Año: 2024

Duración: 132 min.

Director: Robert Eggers

Nota en IMDB: 7,6

Nota en FilmAffinity: 7,0

Nota del crítico: 3,5/5

La película está disponible en cines.

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