EL 'RAMÓN' NO SE QUEMA MIENTRAS ESPERA EN EL LIMBO
En Jaén se reciben unas 12.000 solicitudes al año de quema de ramón en zonas de influencia forestal y otras 1.000 de restos en las sierras. La nueva Ley de Residuos y Suelos para una Economía Circular lo prohíbe. ¿Qué hacer ahora? El olivar vive en un limbo
Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular. Así se llama la normativa publicada en el Boletín Oficial del Estado en abril de 2022 que trae de cabeza a organizaciones agrarias, representantes políticos y otros tantos propietarios de fincas que, quizás, a día de hoy no saben cómo les podrá afectar. El objetivo de la norma son, según se recoge en el título II, reducir el peso de los residuos producidos en un 13% para 2025 con respecto al 2010; y en un 15%.
En la normativa hay un artículo en especial que afecta a la provincia de Jaén y preocupa. Es el artículo 27.3 que establece lo siguiente: "Con carácter general, no está permitida la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario o silvícola. Únicamente podrá permitirse la quema de estos residuos con carácter excepcional, y siempre y cuando cuenten con la correspondiente autorización individualizada que permita dicha quema, por razones de carácter fitosanitario que no sea posible abordar con otro tipo de tratamiento, motivando adecuadamente que no existen otros medios para evitar la propagación de plagas, o, en entornos silvícolas, con el objeto de prevenir los incendios forestales cuando no pueda accederse para su retirada y posterior gestión, en aplicación de la exclusión prevista en el artículo 3.2.e)".
De la aplicación de este artículo se deduce que no se pueden eliminar mediante uso del fuego ningún resto agrícola, independientemente de la distancia a terrenos forestal. Los restos agrícolas deberán eliminarse mediante otros medios alternativos (trituración in situ, compostaje, etcétera). El incumplimiento de este precepto puede dar lugar a sanciones graves o muy graves, aunque es cierto que en Jaén no se ha aplicado ninguna hasta el momento. La pregunta inmediatamente que se le viene a uno a la cabeza es: ¿Qué pasa con la quema del ramón del olivo? ¿Y con los restos de poda de zonas de sierra como la de Andújar? Lo cierto es que ahora está todo en un limbo, gracias que no es momento de podar...
El delegado de la Junta en Jaén, Jesús Estrella, iliturgitano y conocedor del olivar y de las zonas de sierra, no esconde su preocupación. De hecho, se puso sobre la mesa en la última reunión del Comité Asesor del Plan Infoca del que forman parte miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de agentes de Medio Ambiente; todos ellos encargados de velar por su cumplimiento.
—La aplicación de la norma nos va a suponer un problema de gestión ya que a día de hoy está prohibido quemar cualquier tipo de residuo agrícola o forestal. Representa un problema para los agricultores y para todos aquellos propietarios de pequeñas parcelas, y pongo como ejemplo la sierra, que tienen que realizar labores de prevención, podar y sanear el terreno.
Hasta el momento, cualquier quema se venía autorizando por parte de la Junta de Andalucía. Ahora, salvo causa justificada por razones fitosanitarias no se van a autorizar, de momento, y así lo ha anunciado Jesús Estrella. Y es que no hay que olvidar que es a partir del 1 de noviembre cuando la administración empieza a recibir las peticiones. Según los datos aportados por la Delegación en Jaén, cada año se reciben entre 10.000 y 12.000 solicitudes al año de quema de ramón en zonas de influencia forestal y otras 1.000 de restos en las sierras, en zona forestal.
La otra pregunta que se hace el lector es qué se puede hacer con esos restos de poda del olivar, por ejemplo. Y es que Jaén es ya considerada una tradición y costumbre llevar a cabo esa quema. La normativa establece alternativas como que se corte, se pique y se entierre. Es decir, se deberán implementar otras medidas de eliminación de residuos, contratar a equipos que lo retiren y lo lleven a una planta de biomasa, por ejemplo, o comprar una picadora. Todo ello implica unos costes extras para un sector olivarero ya asfixiado por la corta cosecha de esta campaña.
LA OPCIÓN DE LA PAC Y EL LIMBO MIENTRAS TANTO
Prácticamente todas las organizaciones agrarias se han pronunciado al respecto y han peleado para que este problema se solucione, y lo hará.
—Nos consta que a nivel nacional se está tramitando una enmienda a la Ley de la Política Agraria Común que establecería la derogación del artículo que prohíbe la quema de residuos.
Según Jesús Estrella, la previsión es que la enmienda se pueda debatir y aprobar a final de año.
Mientras tanto, el sector se encuentra en un limbo normativo, como reconoce el secretario provincial de COAG Jaén, Juan Luis Ávila.
—Todo esto es una situación absurda que nunca tenía que haber sucedido. Recuerdo cuando se publicó la normativa que nos llamaban de las zonas de Cazorla y Segura, porque no se lo creían. Ni yo mismo me lo podía creer.
De hecho, cuando entró en vigor la normativa, la pasada primavera, en la provincia de Jaén todavía quedaban algunos agricultores rezagados que no habían podado y sí se pudieron verse afectados. Ahora mismo, el olivarero no se encuentra especialmente preocupado ante esta situación, como reconoce Ávila. Saben que ese artículo tiene corto recorrido y que a la larga tendrá una solución.
—La enmienda se aprobará porque hemos peleado mucho para que así sea.
Además, se da la circunstancia y fortuna de que en estos momentos no hay problemas de acumulación por poda, como mucho de varetas, que no suponen una limitación importante. Pero el responsable de la organización agraria va más allá y recuerda al Gobierno de España un aspecto importante:
—El agricultor ya está en esa dinámica. Donde el olivar está en llano, se pica, porque somos los primeros que sabemos que beneficia al suelo. Lo estamos haciendo a marchas forzadas donde se puede.
Lo sabe bien Francisco Elvira, olivarero, secretario de organización de COAG Jaén, y uno de los tantos que tiene picadora y lleva a cabo esta práctica. Es viable cuando el terreno lo permite, porque en el olivar de pendiente sería impensable.
Tiene tan claro los beneficios de esta práctica que incluso la aplica en las zonas más complicadas. Y es que el beneficio del abono es muy importante. Y su postura no es la única:
—La gente cada vez está más concienciada. En Fuerte del Rey, por ejemplo, quedan muy pocos olivareros que hagan quemas. Hay varas picadoras en el pueblo, es mucho más fácil y te quitas el problema, además del beneficio para la tierra.
Lo que está claro en todo este proceso, y como el propio Elvira reconoce, es que el sector olivarero tiene un problema. Cada vez se elaboran más normativas desde Bruselas o desde Madrid que no atienden a las particularidades de cada cultivo. Ha tenido que ser una proposición del PDeCAT en el Congreso de los Diputados la que frene el despliegue de un artículo de la ley de residuos y de los suelos contaminantes, que preveía multas de hasta 100.000 euros y sobrecostes a los productores. Logró introducir una enmienda transaccional en el informe de ponencia de la ley de la Política Agraria Común (PAC) con el fin de modificarla.
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