La otra Navidad tras los muros

El obispo de Jaén visita la prisión provincial en fiestas para trasladar cercanía, arte y esperanza a los internos

Tradición cumplido. El obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, acudió al Centro Penitenciario de Jaén para mantener un encuentro con los internos, una cita ya consolidada en el calendario navideño que trasciende el ámbito religioso y pone el foco en la dimensión humana de estas fechas. La jornada implicó "un mensaje de felicitación y ánimo" con motivo de la Navidad.

Según describe la Diócesis de Jaén en un comunicado, Chico Martínez acudió a la prisión acompañado por el provicario general, José Antonio Sánchez Ortiz, y su secretario particular, Francisco Javier Cova. A su llegada fue recibido por el director del centro penitenciario, Juan Mesa, junto a responsables de servicio, funcionarios de prisiones y miembros del equipo de Pastoral Penitenciaria, encabezados por su delegado, Domingo Pérez, y los capellanes Pepe González y Carmen Fernández.

Los internos recibieron al obispo con música, palmas y guitarras, en una muestra espontánea de agradecimiento por una visita que rompe la rutina y ofrece palabras de aliento en un día especialmente sensible.

En cada espacio, los internos compartieron lecturas y reflexiones, seguidas de peticiones colectivas por quienes sufren, por sus familias y por la convivencia, antes de la bendición de las figuras del Niño Jesús.

Durante su recorrido, el obispo dirigió a los presos un mensaje centrado en "la libertad interior, la dignidad personal y la posibilidad de reconstrucción", y subrayó que las circunstancias no definen por completo a las personas. También recordó que la Navidad es, ante todo, "una celebración de esperanza y de nuevos comienzos".

Además de su intervención pública, Chico Martínez dedicó tiempo a conversar de manera individual con algunos internos, interesándose por sus historias personales y escuchando sus preocupaciones. Como cada año, les transmitió que tanto ellos como sus familias estarán presentes en la Misa del Gallo.

RECONOCIMIENTO POR LOS BELENES

La visita incluyó también un reconocimiento al trabajo realizado en los belenes, auténticas piezas artesanales fruto de la paciencia y el ingenio. En el módulo de mujeres, las internas sorprendieron al obispo con un villancico creado expresamente para la ocasión, un gesto que provocó sonrisas, aplausos y un ambiente de cercanía.

La jornada concluyó con felicitaciones personales y cánticos, poniendo fin a una visita que se ha consolidado como un símbolo de acompañamiento institucional y humano en una de las fechas más señaladas del año, especialmente para quienes viven la Navidad privados de libertad.