Passo 'pasa' de las lumbres y La Manseguilla se une a la fiesta
La asociación vecinal del Polígono del Valle achaca a la "falta de colaboración del vecindario" la suspensión de la fiesta de San Antón prevista para esta tarde
"Se comunica la suspensión de la lumbre que se había previsto hacer en el barrio el 16, por falta de personas disponibles para arrimar leña y echar una mano". Así de escueto (y de crudo) comienza el comunicado que la Asociación de Vecinos Passo ha colgado en las redes sociales para dar a conocer tan drástica decisión.
El colectivo ha llegado a este punto "a falta de gente que se preste al desarrollo de esta actividad", continúa la nota. Con estos mimbres, Passo 'pasa' de prender su tradicional hoguera en 2020.
El presidente de la asociación, Francisco Gutiérrez, lamenta, en declaraciones a este periódico, la suspensión de la lumbre, "después de haber pedido todos los permisos y de haber preparado todo lo necesario". "Las personas que nos ayudaban a cargar la leña están trabajando, y nos alegramos de eso por ellos, aunque a nosotros nos haya perjudicado, y la verdad es que nos hemos visto desbordados por la falta de colaboración de los vecinos".
Pese a su decepción, Gutiérrez admite que hay que repartirse "la culpa": "Ni se la vamos a echar a ellos ni nos la vamos a echar nosotros, teníamos que haber movido esto antes, cuando hemos acordado nos ha pillado la vaca, ahora toca aprender del error para el próximo año", reconoce.
La situación de baja laboral de varios miembros de la directiva, entre ellos el propio presidente, les ha impedido bregar con la leña y el esfuerzo que ello implica y, siempre según sus palabras, nadie ha acudido a la llamada. Ni tan siquiera se ha planteado la posibilidad de encender el fuego el próximo sábado, día 18, y aprovechar las dos jornadas que quedan por delante para realizar los preparativos.
"La voluntad de ayuda sigue siendo la misma, a mí no me ha llamado nadie para ofrecerse a colaborar después de leer el comunicado", sentencia.
Consciente de que "los tiempos han cambiado" y, con ellos, las costumbres de quienes, tradicionalmente, se han encargado de recopilar los clásicos 'tirajitos' para alimentar la hoguera: "Esto antes lo hacíamos los jóvenes, íbamos a las olivas y traíamos la leña, pero hoy en día los niños no están en eso, como no seamos los mayores, esto no se hace". Eso, y que (en sus palabras) nadie se ha echado hacia adelante, da al traste con una de las lumbres de la que no se recuerda su ausencia en la lista de San Antón en la capital.
"Los vecinos quieren todo puesto en la mesa, no quieren colaborar pero sí bajan a calentarse, a degustar el vinillo y las palomitas que se reparten. Nos ha dado mucho coraje la falta de participación por parte de la gente", concluye Gutiérrez.
LA MANSEGUILLA, EN UNA PARCELA PRIVADA
La que no falta a su cita con el patrón de los animales es La Manseguilla, urbanización ubicada a las afueras de la ciudad cuya ausencia en la lista oficial de lumbres responde, únicamente, al lugar de su celebración:
"El motivo es que se hace en una parcela privada, por eso no le damos tanta publicidad", aclara Juan Francisco Molina Raya, presidente del colectivo vecinal. La tradición, no obstante, ha arraigado en la urbanización y, cada año, la fiesta va en aumento.
"Cada vecino lleva una cosa, otros otra, luego se junta y entre todos lo organizamos", apostilla Raya. Tan claro lo tienen, que hasta las mascotas se apuntan a la cita: "Baja un sacerdote y cada uno lleva su animal para que se lo bendiga", dice el presidente.
Precisamente esta actividad marca el horario de la lumbre, que en cualquier caso se prenderá entre las seis y media o las siete de la tarde, en palabras de Molina Raya.
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