Juan y Bowser, el perro adiestrado en una prisión americana
Juan Muñoz, que perdió la vista, cuenta la historia del can que lo acompaña: "Es mis ojos y mis manos"
Juan Muñoz Delgado llegó a la ONCE cuando perdió la vista. Ingresó en la organización en el año 1990 y empezó a vender en Andújar. "La organización me ha permitido vivir", reconoce en declaraciones a este periódico. También le ha brindado la ayuda de perros como Bowser, quien lo acompaña desde 2019. "Lo adiestraron en una prisión de Estados Unidos", dice.
La historia de Bowser, que fue educado por un presidiario en Rochester (Nueva York) es reivindicada por su amo justo el Día Internacional del Perro Guía. "Él es mis ojos y mis manos. Eso sí, para que lo entiende la gente: una persona ciega debe saber apañárselas para guiarlo", manifiesta.
Muñoz quiere que su fiel compañero tenga visibilidad y que las personas entiendan su función. "Yo tengo que saber por dónde voy para darle las indicaciones y que él pueda guiarme. El perro te quita los obstáculos", puntualiza mientras acompaña a este periódico a la Plaza de la Constitución, donde se deja fotografíar.
Antes de Bowser, Juan Muñoz tuvo otro familiar, Isi. La hembra lo acompañó desde 1999. Murió cuando el hombre ya estaba jubilado. La venta en la capital se ha desarrollado por la zona del Ejército Español y la entrada del hospital.
Rosario Sedano, directora de la ONCE en Jaén, explica a este periódico que en la provincia hay cinco usuarios de perros guías. "Todos tienen facilidades para acceder al transporte público y a los taxis", asegura. Lo ratifica Juan Muñoz, encantando con Bowser. "El mío es un perro de primera. Estoy más con él que con mi mujer", despide entre bromas.
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