Natalia Castro pone a Begíjar en la ruta de Romero de Torres
El municipio es, a través de la obra de Antonio Begíjar, uno de los protagonistas del homenaje a la musa del pintor cordobés por el XL aniversario de su muerte
Ser la musa de un gran pintor convierte en personaje a cualquiera de sus modelos, pero de ahí a que su rostro se transforme en parte de la cotidianidad de la gente va un trecho.
Eso es lo que le pasó, precisamente, a Natalia Castro (Linares, 1897-Madrid, 1980), que de la intimidad del estudio del universal Julio Romero de Torres pasó a los billetes de cien pesetas de su época de la mano de La Fuensanta, el cuadro del pintor cordobés que ilustró, durante décadas, los populares veinte duros hasta 1978.
En pleno cuadragésimo aniversario de su fallecimiento, Begíjar conforma uno de los vértices del triángulo que le rinde homenaje con motivo de la efeméride, junto con la Ciudad de las Minas (su patria chica) y Córdoba, cuna del autor de La chiquita piconera.
En esta línea, el municipio jiennense presentó ayer Pensares, uno de los cuadros en los que Castro, en los últimos años de su vida, demostró que no había perdido ni un ápice de su misterio posando para el pintor local Antonio Begíjar. Tras varios años en la colección particular de los herederos del artista, su exhibición supone el punto de partida de la participación begijense en los actos de homenaje a la modelo calé.
"Se iba a hacer con el cuadro expuesto en el Ayuntamiento varios días, pero con la situación actual hemos hecho la presentación a puerta cerrada", aclara Diego Soriano, alcalde de Begíjar.
La cita supuso el primero de los actos celebrados por la recién creada comisión compuesta por la portavoz de IU, su homóloga del PP y el propio regidor, junto con dos sobrinos del pintor, "para iniciar trámites, contactos, actividades" en torno a la creación del museo dedicado a Antonio Begíjar", en palabras de Soriano.
Un espacio expositivo que marcha a buen ritmo y para el que ya hay incluso sede: "Se va a hacer en el edificio donde están la biblioteca y el Guadalinfo, a espaldas de la iglesia de Santiago Apóstol, en el centro histórico; antiguamente era un colegio, alberga la Casa de la Cultura y está en un entorno muy apropiado".
Si el coronavirus no complica las cosas y los planes municipales se suceden según lo previsto, "antes de que termine este mandato" (asegura el alcalde) los begijenses podrán disfrutar de este museo, que además de para el disfrute de los vecinos servirá para atraer a la legión de admiradores del 'pintor de los gitanos'.
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