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'Los anillos de poder': el tamaño no importa

Por Pablo Díaz Tena - Septiembre 11, 2022
'Los anillos de poder': el tamaño no importa
Escena de ‘El señor de los anillos: los anillos de poder’.

La serie emitida en Amazon Prime vuelve a rescatar la esencia de la saga cinematográfica y literaria y evita que la narrativa se hipertrofie de trascendencia

La trilogía de El señor de los anillos —especialmente La comunidad del anillo— cautivó a propios y extraños del género, con una epicidad tonal explícita, que si bien podía ser cargante a ratos, se materializaba en las múltiples batallas como un torrente de vehemencia visual —desde grandes planos cenitales a primerísimos planos—, que constataba su salvaje honestidad. Pero había otro elemento, mucho más sutil, que solo un director como Peter Jackson —acostumbrado a rodar con presupuestos famélicos en el subgénero gore— era capaz de invocar: la imposible confluencia de lo mayúsculo —el sustrato irrenunciablemente épico ya explicado— y lo minúsculo. Tanto los momentos climáticos, como un almuerzo apacible en 'La Comarca', estaban cuidados hasta el último detalle.

Ese mimo por la totalidad del conjunto, en honor a su referente literario de fuerte carácter descriptivo, es lo que por encima de todo encumbró a La trilogía del anillo como obra referente del cine fantástico y de aventuras. Y si con la rutinaria y soporífera El Hobbit creíamos que la mitología de Tolkien estaba enterrada, El señor de los anillos: Los anillos de poder vuelve a rescatar la esencia de la saga cinematográfica y literaria —al menos en los primeros dos capítulos—, no dejando que la narrativa se hipertrofie de trascendencia (nivel macro), equilibrándola con una minuciosa atención a lo aparentemente ínfimo (nivel micro).

La nueva producción de Amazon Prime —que ostenta el título de ser la serie más cara de la historia— sitúa su trama en los albores del surgimiento de Sauron. En una época de relativa paz, una elfa visionaria (Galadriel) emprende la quijotesca misión de encontrar un mal aparentemente desterrado, a pesar de que ni los de su propia especia confían en ella. A su vez, varías tramas paralelas se perfilan; el reino de los enanos y su secreto, el mundo de los hombres acechado por criaturas oscuras, la creación de una nueva fuente de energía por el reino élfico o la incoformista niña de la comunidad de 'Los pelosos'. Todas estas líneas argumentales y sus respectivos personajes suponemos que están destinadas a encontrarse en algún punto de la serie.

La diversidad de localizaciones, etnias, vestuarios y demás redundan en el carácter inclusivo de la obra de Tolkien —donde elfos y enanos eran igualmente dignos—, si bien con un proceso de adaptación a los tiempos que corren. Sin entrar a fondo en la polémica, resulta curioso que un grupúsculo de ortodoxos fanáticos de la saga literaria y otros muchos reaccionarios oportunistas, que andan con la escopeta cargada ante cualquier atisbo de progreso, declaren la guerra a una serie que, en su carácter humanista e igualitario, reverencia el contenido de la obra 'tolkiana'.

Si bien es pronto para emitir juicios, al ser los dos primeros capítulos meramente situacionales e introductorios, hay varios elementos que parecen destinados a ser una constante de la serie. Por un lado el imponente apartado visual, que parece desbordar la pantalla pequeña y querer ser proyectado en los cines, en manos —hasta ahora al menos— de J.A. Bayona, director asentado en el territorio del blockbuster; por otro lado, diálogos y momentos empapados de trascendencia, pero siempre con contrapuntos de comicidad que aligeran la digestión. Y como clave, emular algo que ya había tenido éxito antaño: hacer que los árboles dejen ver el bosque. Las escenas en apariencia transitorias tienen un cuidado exquisito, no pareciendo enlaces hacía la secuencia épica de rigor, sino que poseen una identidad propia.

En síntesis, El señor de los anillos: Los anillos de poder es una serie recomendable —a esperas de lo que esté por venir— que, comenzó esta crítica, tiene la virtud de que lo mayúsculo y lo minúsculo tengan el mismo tamaño narrativo. Como con los enanos y los elfos, la dignidad no está reñida con la magnitud.

FICHA TÉCNICA

Título original: Lord of the Rings: The Rings of Power

Año: 2022

Duración: 65 minutos

Creadores: Patrick Mckay, John D. Payne

Nota en IMDB: 6,7

Nota en FilmAffinity: 6,0

La serie está disponible en Amazon Prime

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