Un incunable de 1492, 'tesoro del mes' en la Biblioteca Provincial
Un libro con comentarios sobre las sentencias de Santo Tomás de Aquino resumidos por el cardenal Anibaldo degli Anibaldi protagoniza el ciclo en febrero
El 'tesoro del mes' de febrero en la Biblioteca Pública Provincial de Jaén es, en esta ocasión, un incunable impreso en Suiza en 1492.
El libro, que incluye una serie de comentarios sobre las sentencias de Santo Tomás de Aquino a cargo del cardenal Anibaldo degli Anibaldi, protagoniza en esta ocasión el ciclo de muestras de fondos patrimoniales en las instalaciones de la calle Santo Reino hasta el próximo 11 de marzo, donde puede ser visitado y admirado.
Durante la apertura de la exposición, el delegado de Cultura, Jesús Estrella, destacó "la importancia de divulgar documentos de alto valor histórico como un reclamo para acercar a la ciudadanía a los libros, a la historia y, en definitiva, a la cultura". De esta manera, señaló, se mantiene la labor para proyectar a la biblioteca provincial como un referente bibliográfico, pero también como sede referente de la cultura y de la historia para los jiennenses".
Como explican desde la delegación, se denomina incunable a todo libro impreso en el siglo XV. El término hace referencia a la época en que los libros se hallaban 'en su cuna', es decir, en los inicios de la nueva técnica para hacer libros utilizando una prensa, la imprenta de tipos móviles, inventada por Gutenberg en 1453, que revolucionó por completo la industria del libro y favoreció su comercio.
La apariencia de estos primeros impresos es muy similar a la de los manuscritos de su época. No se pretendía cambiar la forma del libro, sino reproducirlo a la mayor rapidez. Muchos de ellos reproducían obras antiguas o comentarios de obras antiguas, pues la función de la imprenta como instrumento social fue la perfección de la memoria colectiva conservada en los libros, y hacerla más accesible.
En concreto, este incunable presenta una tipografía gótica que imita la letra manuscrita, con calderones para la separación de los párrafos, quedando huecos libres para las iniciales, que se hacían posteriormente de forma manual. Contiene numerosas apostillas manuscritas posteriores, así como un exlibris también manuscrito y otro en sello estampado.
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