Vecinos de La Carolina denuncian de nuevo los malos olores y humos de la orujera

Un millar de personas firman "por un aire libre de contaminantes en La Carolina" tras un fin de semana de intensos olores y humos que han afectado a los vecinos

La Carolina vuelve a constatar el impacto de la orujera. El humo espeso invade el municipio, irrita los ojos y provoca tos, especialmente entre quienes practican deporte al aire libre, tal y como pudo comprobar en primera persona este medio. La situación revive las quejas de los vecinos por un problema que se arrastra desde hace años, cuando la ciudad de Baeza luchó contra los efectos de la antigua planta. Tras la reconversión de la planta y su traslado a La Carolina, las molestias se trasladaron junto con la actividad industrial.

Desde 2022, los vecinos comenzaron una campaña de recogida de firmas que inicialmente reunió unas 300 adhesiones y que ahora ha superado el millar. El texto de la iniciativa explica que "desde hace unos años, la orujera de La Carolina vierte un chorro impresionante de humo que no es solo vapor de agua, y su olor es muy fuerte. Cuando el viento sopla hacia el pueblo, no hay quien salga a la calle". Esa queja de hace tres años se vuelve actualidad ahora.

Al malestar ciudadano se suma la denuncia de vecinos como Pablo P., quien ha compartido un vídeo grabado frente a la planta. "El humo entra en el pueblo todas las mañanas y a todas horas, y además el caudal de orujo negro baja por la vereda que viene de la fábrica. Invito a la Guardia Civil, sobre todo al Seprona, a que verifique estos actos. Esto afecta a la fauna, a la vegetación y a la posibilidad de disfrutar de la naturaleza. Imaginaros en verano o recogiendo hongos en invierno, no podríamos hacerlo por la contaminación que hay", denuncia.

En 2022, el Ayuntamiento de La Carolina ya trasladó estas quejas a la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. La por entones alcaldesa, Yolanda Reche, dijo, que el Consistorio "no tiene competencias de inspección sobre la fábrica", pero subrayó que la obligación del Ayuntamiento era "velar por el bienestar de los vecinos". La Concejalía de Medio Ambiente envió nueve comunicaciones a la Junta con fotografías y mediciones que evidencian la situación.

Mientras tanto, los vecinos esperan que la presión ciudadana y la reactivación de la campaña de firmas contribuyan a que se adopten medidas efectivas que reduzcan las emisiones y mejoren la calidad de vida en La Carolina, devolviendo al aire y al entorno la limpieza que merecen sus habitantes y su fauna.