Cerrar Buscador

El Race Sierra Sur de Frailes o el placer del sufrimiento

Por Fran Cano - Octubre 22, 2022
Compartir en X @FranCharro
El Race Sierra Sur de Frailes o el placer del sufrimiento
Participantes en el Race Sierra Sur celebrado en Frailes. Foto: Fran Cano.

La primera edición de la carrera de obstáculos deja estampas espectaculares en Las Carboneras de Frailes, escenario de la prueba

Apenas once minutos necesitó Celia para imponerse en la categoría de juveniles del primer Race de Sierra Sur celebrado en Frailes. Fue sólo el umbral de una tarde noche cargada de obstáculos gracias a la empresa Aossa Jaén, encargada de la cita, y al Ayuntamiento. Los más de 120 atletas sintieron en carnes propias el extraño placer del sufrimiento. Fueron por un día libres en medio del barrio.

Pasadas las cinco y media de la tarde, el circuito está ordenado en las Instalaciones Polideportivas Manuel Ruiz Sereno, listo para que los sénior pongan a prueba su resistencia. Todo luce diferente en el otrora campo de fútbol: ruedas que los atletas tendrán que mover; agarres sobre los que tendrán que mantenerse sin tocar el suelo; un enorme camión para trepar —los pequeños pasan por debajo—, y cuerdas para escalar conviven con otras sobre el barro y hasta hay un estanque.

La voz de Iván Rubias, speaker de la prueba, marca los tiempos. Nada más iniciar el recorrido, los participantes levantan la polvareda al sortear como pueden una telaraña de cuerdas que los obliga a utilizar las cuatro extremidades. Luego llegan a una red, que es una trampa; hay quien se queda ahí por un tiempo. No es fácil.

Toca más tarde trepar las porterías de fútbol. Se admite la ayuda de compañeros —la generosidad y el espíritu de equipo durante la prueba son admirables— y hay un neumático para propulsarse. Eso sí, quien no puede o declina tiene un canje: debe hacer diez 'burpees', ejercicio pensado para trabajar la resistencia, la fuerza y la coordinación. Es decir, el ADN del Race.

Al abandonar el corazón del recinto, llega el momento de encarar el camino entre el cementerio y el tanatorio. Y ahí cada cual lleva la penitencia como puede: hay quien contemporiza; quien mantiene el ritmo; quien sólo anda. Esperan más pruebas: un zigzag entre palés, una suerte de yincana con sacos en los pies y después continúa el recorrido por la Cuesta de la Burra, Navasequilla y el Cerrillo.

El público pierde ahí de vista a los atletas, hasta que vuelvan al campo desde el Cerrillo y completan la batida final de pruebas, ninguna tan fotográfica y hasta divertida como la que invita a zambullirse en el barro siempre con las cuerdas por encima. Los voluntarios guían para evitar despistes y el público anima en los momentos más duros. La faena en el barro se completa con el equilibro entre dos gomas horizontales atadas a sendos árboles.

¿Qué es lo más difícil?

—Yo lo he pasado fatal con las bridas, es cuando me ha dado el bajón —admite un participante en declaraciones a este diario.

—Me lo esperaba aún peor. Apenas he entrenado una semana en Granada —cuenta otro joven.

—Todo es complicado. Es cierto que el inicio es duro —aporta un atleta, sobrepasada la cuarentena.

—No me lo quería perder. Llevo trabajando desde las seis de la mañana, me duele el cuello y aquí estoy —valora una participante.

Los finales de las tandas dejan detalles bonitos, como el de dos compañeras: una espera a que la otra supere el camión, obstáculo final, para atravesar juntas, de la mano, la meta.

Un joven, ya con la camiseta fuera, fuma un cigarrillo tras completar el primer Race Sierra Sur. Y junto a él destaca la camiseta negra de un espectador, con una leyenda que recuerda lo más importante: vivir es urgente. Qué meneo.

Fotografías: Fran Cano.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK