Medio siglo fuera de Santo Tomé, pero con la añoranza intacta

Ramón Torrecillas Guerrero emigró con su familia a tierras catalanas cuando era un adolescente y, pese al tiempo transcurrido, no se olvida de su pueblo
"Llevo mucho tiempo fuera, pero siempre lo tengo presente". Quien lo afirma es Ramón Torrecillas Guerrero (Santo Tomé, 1959), y el destinatario de esas palabras es su patria chica, su pueblo: Santo Tomé.
Allí vivió hasta los trece años de edad, cuando sus padres decidieron aspirar a una vida más halagüeña, hicieron las maletas y (primero los hermanos y luego, el resto) arribaron a Parets del Vallés, a un tiro de piedra de Barcelona:
"Fue en el 72, cuando emigraba tanta gente de todos sitios, también de Jaén. Eran momentos difíciles; nos vinimos, encontramos trabajo y nos quedamos aquí", explica Ramón a Lacontradejaén.
Y allí, con toda la añoranza del mundo pero también con el convencimiento de que la pobreza no es buena compañera de existencia, mantuvo intacto el recuerdo de su tierra natal a la vez que fue contruyéndose un presente y un futuro dignos.
"Acabé el colegio aquí y empecé a trabajar hasta el año pasado, que me jubilé; tengo todos los amigos del pueblo aquí, mucha gente de Santo Tomé se vino, hicimos más amistad y a excepción de uno o dos nativos de aquí, somos todos de Jaén", comenta.
Almacenes, fábricas, oficinas... "La verdad es que he sido aprendiz de todo y oficial de nada", asegura Torrecillas, quien además de edificarse una trayectoria profesional hizo lo propio con la personal: se casó con una catalana hija de emigrantes malagueños, se mudó a Canovellas, tuvo a su hijo y hasta le dio tiempo de crear (¡la nostalgia, ay la nostalgia!) un grupo de Facebook bajo el más entrañable de los títulos: "Yo soy de Santo Tomé".
"Me alegro mucho de haberlo hecho, porque he contactado con muchísima gente; este sábado (¡o sea, hoy mismito!) hacemos un almuerzo con quince o veinte personas del pueblo". Ya se sabe, que no solo de pan vive el hombre.
Viene poco, lo confiesa, menos de lo que le gustaría, pero viene: "Hace tres años estuve en la feria, y este año tengo pensado ir". Pero, eso sí, con billete de vuelta: "Aunque todavía tengo algunos primos en Santo Tomé, obviamente tengo aquí a mi familia, mi hijo es nacido y criado aquí, todos mis hermanos y sobrinos están aquí". Lo tiene claro, sin duda, pero no tanto...
"A veces lo piensas, me gustaría, es otra forma de vida, otra situación, se vive de manera diferente, aquí vamos siempre corriendo y allí es más pausado, lo piensas pero a la hora de la verdad sería otra vez dejar todo atrás para empezar de cero. Si eres joven sí, pero con esta edad...". La edad del corazón, escribió un poeta.
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