La 'Semana de Estudios Flamencos' cumple las mejores expectativas
La 35 edición del ciclo de la Peña jiennense deja un balance más que positivo para la organización de una cita que unió a grandes del género en torno a Manuel Ángeles Ortiz
El cartel de la trigésimo simoquinta edición de la Semana de Estudios Flamencos, organizada por la Peña jiennense que preside Alfonso Ibáñez, prometía jornadas históricas, inolvidables, emocionantes... Unas previsiones que, en palabras de su máximo responsable, se han cumplido de cabo a rabo.
"El programa ha resultado muy satisfactorio y ha respondido fielmente a las expectativas que la junta directiva de la Peña Flamenca de Jaén había depositado en un elenco de conferenciantes de primer nivel, conocedores de la vida y obra del pintor jiennense Manuel Ángeles Ortiz", protagonista temático de un programa en el que la atención sentimental recayó en la figura del desaparecido Francisco Cañada.
Junto con los oradores, grandes figuras del arte jondo anunciadas por la entidad de la calle Maestra hicieron las delicias del público desde el pasado lunes 21 hasta el viernes 25, en una ocasión marcada por los protocolos sanitarios anti Covid que la Peña 'aprovechó' para llevárselos a su terreno, como los cantaores largos:
"Ha sido una semana de valientes, dadas las circunstancias de pandemia que atravesamos, con la consiguiente preocupación por los contagios, lo que ha provocado una disminución de asistentes y espacio, lo cual ha permitido crear un ambiente de 'cuarto de cabales', donde se respiraba la emoción contenida tanto de artistas como del público", resume Ibáñez.
La Semana de Estudios Flamencos abrió con la charla del reputado flamencólogo Manuel Martín La pintura muda que canta; una velada que la voz de La Yiya y la guitarra de Antonio Carrión abrocharon en medio de un aroma a éxito que ya no salió de la Peña ni uno solo de los cuatro días del ciclo.
El martes 22 fue el turno del pintor y académico jiennense Miguel Viribay, que ofreció una ilustrativa conferencia acerca de su colega y paisano Manuel Ángeles Ortiz:
"Aquel joven distraído, nacido solo unos años antes que Federico, llegó a Granada con una formación visual adquirida en el paisaje giennense, cuyos atardeceres se parecen mucho a los granadinos. Sí, atardeceres que ciertamente contemplaron juntos y, probablemente, le hizo notar el pintor jaenés al poeta granadino, quien deja reflejo de ello en Impresiones y paisajes, donde Lorca demuestra haber visto las sutilezas cromáticas de Juan Ramon Jiménez en su Platero y yo", explicó Viribay.
Esperanza Fernández y Miguel Ángel Cortés (noche de relumbrón) se encargaron de cerrar el día con gloria sobre el coqueto escenario de la ensolerada institución flamenca de la capital.
Ya el jueves, el catedrático de Antropología José Antonio González Alcantud acercó a los asistentes el mítico primer Concurso de Cante primitivo Andaluz celebrado en Granada en 1922, cuyo cartel realizó Ángeles Ortiz. Después, María Terremoto y Nono Jero sobrecogieron al personal con su cante y su toque.
En este último tramo del ciclo estaba claro ya que la gran cita anual de la Peña de Jaén dejaba el mejor de los sabores de boca, con el hambre de cultura jonda en bandeja para un último plato sabrosísimo. Sí, el viernes venía cargado de conocimiento de la mano de la escritora granadina Antonina Rodrigo, que trató al pintor cuyo testimonio en torno a su amistad con Lorca compartió con el respetable:
"Su conferencia fue una tormenta de historias y vivencias abundantes contadas con detalle, recreando climas y ambientes; profundizó en la biografía de Manuel Ángeles, facilitó importantes datos, incluyendo documentos lorquianos, dedicatorias, cartas y fotos personales tanto de Lorca como del pintor con Picasso y otros artistas", aclara el presidente de la Peña Flamenca de Jaén.
Ezequiel Benítez y Paco León epilogaron la Semana de Estudios Flamencos con un derroche de arte digno de la ocasión al que se sumó el talento del bailaor Javier Valero, con una `patá por bulerías´que acarició la piel del público hasta erizarla.
"El resumen es de emoción, valentía, sentimiento y conexión total de la platea con el escenario. Una vez más la Peña Flamenca de Jaén ha demostrado ser una de las grandes de Andalucía, con un recuerdo emocionado a Paco Cañada (el eco más cabal, modélico y auténtico del aficionado flamenco) y su familia", concluye, más que satisfecho, Alfonso Ibáñez.
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