Isabel Pulido, el espíritu de servicio villacarrillense hecho mujer

El compromiso y la solidaridad impulsan el día a día de esta técnica de orientación laboral del Ayuntamiento del pueblo, centrada en servir a los demás

Encontrar una fotografía en la que Isabel Pulido Tavira (Villacarrillo, 1969) sea la protagonista es más complicado que comer sopa con tenedor, dice esta mujer solidaria y comprometida hasta la médula, que confiesa sentir "vergüenza" cuando hablan de su labor altruista: "No quiero aparecer en nada, aunque es bonito que la tengan a una por buena gente".

Técnica en Orientación Laboral en el Ayuntamiento del municipio, los años que dedicó a hincar los codos (¡pero bien!) le han procurado un presente y un futuro tranquilos, apuntalados, que otras personas aprovechan para agrandarse el ombligo a fuerza de mirásrselo. Ella no, ni mucho menos: "Yo creo que eso es de siempre, yo soy así, qué le voy a hacer".

Mejor no hacer nada cuando se trata de sumar, de arrimar el hombro para que este mundo sea un poco más hermoso de lo que es, gracias a gentes como ella. 

Ahí está el principal fruto de sus esfuerzos filantrópicos: AFAL Villacarrillo, que creó junto con otro par de cofundadores hace ya once años para que los enfermos de alzhéimer tuviesen un espacio diario al que acudir y sus familias, un "respiro" más que necesario. 

"La madre de un compañero tiene la enfermedad; la mía no la tuvo, pero sí demencias, así que me tocaba un poco de cerca; nos liamos la manta a la cabeza y pusimos en marcha la asociación en 2014, AFAL", comenta Pulido a Lacontradejaén, y apostilla, agradecida: "Hemos tenido muchas ayudas del Ayuntamiento, las instalaciones son suyas". 

Un centro que describe sala a sala con la satisfacción de quien ve encarnado en realidad su espíritu de servicio a través de la prestación que reciben los alrededor de sesenta socios y quince usuarios que, jornada tras jornada, encuentran en AFAL y su personal el mejor de los aliados posible. 

Secretaria de la asociación actualmente, no para, cualquier instante es bueno para idear nuevas iniciativas, propuestas atractivas que hagan llegar fondos para que los familiares de enfermos de alzhéimer continúen respirando un poquito más aliviados. ¡Qué aplauso tan sonoro si estas páginas digitales sonaran!