Temor en el sector del aceite de oliva tras la última DANA
COAG reclama al Ministerio que concrete de forma urgente el desarrollo de la norma de almacenamiento, congelada desde hace tres años
No llueve y si lo hace, no es para gusto de todos. La organización agraria COAG advierte de que la desigual DANA del pasado fin de seman deja en el aire 300.000 toneladas de aceite de oliva de la próxima campaña. De ahí que reclame al Ministerio de Agricultura que concrete de forma urgente el desarrollo de la norma de almacenamiento, congelada desde hace tres años.
Y es que los chubascos tormentosos que han caído en la mitad centro y sur de la península se han quedado lejos de las necesidades hídricas de las explotaciones de secano. "Con un stock estratégico de aceite almacenado se podrían evitar fluctuaciones tan acusadas al alza para los consumidores en épocas de sequía como las actuales, al tiempo que se podría garantizar una estabilidad de precios a los agricultores en campañas de gran producción, retirando producto del mercado", ha subrayado el responsable de olivar de COAG, y secretario general de COAG Jaén, Juan Luis Ávila.
En su visita a Jaén, el ministro Luis Planas ya avanzó que se terminará con el enlace más bajo de la historia reciente. La previsión que hace su departamento a 30 de septiembre es de un enlace de 175.000 toneladas de aceite. Según los datos, aún provisionales, de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), en el mes de agosto recién finalizado había unas existencias de 271.968 toneladas de aceite (49.216 toneladas menos que el año pasado), de las cuales 138.662 toneladas se encontraban en manos de los productores; 131.741 toneladas de los envasadores, y 1.564 en el Patrimonio Comunal Olivarero.
El Consejo de Ministros aprobó el 9 de febrero de 2021 un Real Decreto que desarrolla la aplicación del artículo 167 bis de la Organización Común de los Mercados Agrarios de la Unión Europea para fijar los requisitos y el contenido de una norma de comercialización para el sector del aceite de oliva. Permite que el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ante situaciones de claro riesgo de desequilibrio de mercado pueda, (previa consulta a las comunidades autónomas y a los representantes del sector), determinar a través de una orden una retirada temporal de producto de manera obligatoria para todos los operadores del sector hasta la campaña siguiente, e incluso determinar su destino a uso no alimentario.
"El problema es que en el decreto no se establecen cifras ni se concretan los casos en los que se puede producir esta intervención, cuestión que debería haber definido ya", recuerda Juan Luis Ávila. La norma posibilita la autorregulación en un cultivo cuya producción se encuentra caracterizada por el fenómeno de la vecería, con campañas de producciones muy altas alternadas con otras de rendimientos bajos.
Esta es una de las causas de la gran volatilidad de los precios, que tiene a su vez una clara incidencia en la viabilidad económica de muchas de las explotaciones oleícolas, en particular las más tradicionales.
Únete a nuestro boletín