Jaén registra más de cuarenta microterremotos en un mes

La provincia concentra una serie sísmica destacada en el Alto Guadalquivir, acompañada de movimientos aislados en Martos, Torredonjimeno, Cárcheles y Baeza

La actividad sísmica ha vuelto a ser protagonista en la provincia de Jaén durante las últimas semanas. Los datos publicados por el Instituto Geográfico Nacional reflejan más de cuarenta movimientos registrados en los últimos treinta días.

Se trata de un número llamativo aunque enmarcado dentro de los patrones habituales del territorio. La mayor parte de estos temblores se ha concentrado en la zona de Santo Tomé y Peal de Becerro, donde entre el 9 y el 12 de noviembre se encadenaron decenas de microterremotos que configuraron una auténtica serie sísmica.

En apenas unas horas se sucedieron magnitudes que oscilaron entre 1.5 y 3.0 grados de magnitud, esta última registrada el día 9, con intensidad II. La repetición de pequeños terremotos en esta comarca no es un fenómeno reciente y remite a episodios similares vividos en la última década, especialmente durante la conocida crisis sísmica de 2012.

Desde la Red Sísmica explican que esta actividad “es algo más intensa de lo habitual, pero en absoluto extraña en esta parte de la provincia”, y recuerdan que la zona bética es un entorno geológico activo donde las fallas liberan energía de forma periódica. 

Fuera de esta franja del Alto Guadalquivir también se produjeron movimientos aislados en otros puntos de la provincia. En la Campiña y la Sierra Sur se registraron dos seísmos el 28 de noviembre, uno al oeste de Torredonjimeno de magnitud 2.6 y otro al noroeste de Martos de magnitud 2.0.

A finales de mes, la actividad se desplazó hacia Sierra Mágina, donde el 30 de noviembre tuvo lugar un microterremoto de 2.5 al oeste de Cárcheles. También se produjo un pequeño temblor en la Loma, al este de Baeza, el 21 de noviembre, y dos más en la provincia de Granada pero muy próximos al límite jiennense, en Darro y Colomera. Todos estos movimientos se sitúan en profundidades medias, entre los 10 y los 30 kilómetros, y no han sido perceptibles para la población.