"Sabíamos que estaban enfrentados, pero nadie imaginaba este desenlace"

Valdepeñas de Jaén no sale de su asombro después de que Francisco Castro, policía local, matara de varios disparos a Joaquín Torres, propietario de una bocatería, y con el que ya había protagonizado enfrentamientos

• Un policía local mata a tiros a un hombre y después se suicida
• Dos día de luto por el suceso ocurrido en Valdepeñas de Jaén

En los pueblos las noticias corren como la pólvora de una boca a un oído y de otra boca a otro oído. Nadie es ajeno a los sucesos que, ocasionalmente, se dan en las calles o en los bares, por eso, casi todos los vecinos de Valdepeñas de Jaén, cuando se enteraron del crimen que, ayer por la tarde, en torno a las 15:15 horas, conmocionó a los casi 4.000 habitantes del municipio, lo primero que se les vino a la cabeza es lo que relata, por teléfono, un joven valdepeñero: "Yo me enteré porque mi hermano, que estaba por la zona, comenzó a mandarme mensajes por el móvil contándome lo que había pasado. Fue impactante, aunque sabíamos que el policía y el hijo mayor de la víctima habían tenido algunos enfrentamientos por tema de multas y amenazas, no nos imaginábamos este desenlace ni mucho menos".

El desenlace al que hace referencia el joven es la terrorífica escena que se quedará grabada para siempre en las retinas de las 30 personas que se encontraban comiendo en la hamburguesería del municipio de la Sierra sur 'Mis chiquitines', propiedad de Joaquín Torres, de 51 años, quien murió como consecuencia de las balas que impactaron de lleno en el pecho y que salieron del arma de Francisco Castro, de 53 años, un policía local de Valdepeñas de Jaén que ayer decidió acabar con todo matando a Joaquín y suicidándose después, con otro arma distinta a la primera, con un tiro en la boca.

MULTAS Y AMENAZAS

Fue en la cocina de la bocatería valdepeñera y en el interior del local había hasta menores que, por desgracia, han tenido que vivir un crimen en primera persona. "Escuchamos los disparos y de repente vi salir a mucha gente del local gritando y desencajados. Después llegó la Guardia Civil y acordonó la zona y no dejaban subir a nadie a la Plaza de la Constitución", relata otro joven que se encontraba en las inmediaciones de la citada plaza cuando aconteció el suceso.

El recuerdo de lo que pasó ayer se quedará "para siempre" en los pensamientos de los vecinos de Valdepeñas de Jaén, que, como explica el mismo joven, conocían los enfrentamientos que habían protagonizado con anterioridad Castro y el hijo de la víctima. "El chaval es conocido aquí en el pueblo porque era ciclista profesional y hace ya un tiempo se que tuvieron conflictos por algún tema de la moto del hijo de Joaquín, al que multó el policía. Unos decían que era porque aparcaban la moto de la hamburguesería en la puerta del local y allí no se podía, y otros que por un tema de papeles de la moto", afirma el joven de Valdepeñas, algo mayor que el hijo de Joaquín, pero al que conoce.

"BUSCABA AL HIJO"

"Es un pueblo pequeño y nos conocemos todos. Es buena gente y ahora está metido en el mundillo del motociclismo". Por esta razón, también era sabido en el municipio, tal y como ha explicado hoy el teniente coronel jefe de la Guardia Civil, que Francisco Castro, de 53 años, se encontraba de baja traumatológica después de haber recibido una agresión. "Lo último que se supo del enfrentamiento entre los dos era que se encontraron en el campo y hubo una pelea por la que ha habido denuncias y todo y el municipal se dio de baja. Después, algunos decían que mientras estaba de baja, iba buscando al chaval por el pueblo, pero hasta ayer nadie creía que pudiese pasar algo así. El padre pagó, pero las balas iban para el hijo", explica el joven.

Las rencillas que mantenían la familia propietaria de 'Mis chiquitines' y Francisco Castro, con mujer e hijos, eran conocidas por todos, por eso, desde un primer momento se ha apuntado a que el objetivo que buscaba Castro con su arma no era el progenitor, sino su hijo, pero no estaba en el local en el momento de los hechos y el policía local, vestido de paisano y fuera de servicio, irrumpió en la cocina de la bocatería y disparo a bocajarro contra el pecho de Joaquín Torres. Después, uno de los comensales que forcejeó con Castro resultó herido por una bala rebotada justo antes de que Castro agarrara otra pistola que guardaba y se disparase contra la cabeza suicidándose.

CONOCIDOS EN LA PROVINCIA

Ahora, Valdepeñas sí se cree que las rencillas entre Torres y Castro podían acabar como han acabo. Lo han presenciado hace tan solo un día y muchos vecinos, como el joven que habla al teléfono, nunca habían vivido en su pueblo algo similar: "Fue impactante. Hoy el pueblo está tranquilo, pero sí se nota que hay un poco de tensión por lo que ha pasado y se habla de ello". Laura Nieto, alcaldesa del municipio, ha asegurado que se encuentran "llenos de tristeza" y el Ayuntamiento de Valdepeñas ha condenado esta mañana los hechos, a través de un comunicado en el que ha lamentado la "desolación de las dos familias".

Esta mañana, el Ayuntamiento ha aprobado en pleno decretar dos días de luto por el terrible suceso que acabó con la vida de Joaquín Torres, que será enterrado esta tarde en Valdepeñas de Jaén, y de Francisco Castro, enterrado también esta tarde, pero en la capital. La víctima y su familia, una mujer y dos hijos, eran muy conocidos en el municipio y en otros de la provincia ya que solían asistir con su puesto de hamburguesas y bocadillos a las ferias. Por su parte, el herido por la bala rebotada continúa ingresado en el Hospital Neurotraumatológico de Jaén, aunque, a buen seguro, jamás olvidará lo que vivió ayer. Tampoco lo hará el pueblo, que ha quedado marcado por una tragedia que nadie esperaba que podía llegar a tal punto.