Viajes Espaciales Beirut prepara un cierre de año de alto voltaje

La banda actuará el 6 de diciembre en la Sala Inferno para despedir su actividad en 2025

Crece la expectación entre el público y también la motivación entre los propios músicos ante el último concierto del año de Viajes Espaciales Beirut. El grupo jiennense concluirá su calendario de 2025 con una actuación en la Sala Inferno, en el barrio de San Ildefonso, el próximo 6 de diciembre a las 21:00.

La formación integrada por Sebastián Guzmán (saxo), Antonio Canales (bajo), Sebas Bautista (guitarra) y Miguel Ortega (batería) encara esta cita como la consolidación definitiva de su etapa sin su anterior vocalista y teclista, David Medina, quien se desvinculó del proyecto por motivos profesionales. Las entradas pueden adquirirse por ocho euros en Entradium. “Ha sido un proceso largo recomponer la banda y rediseñar los temas. Pero ya hemos asentado la nueva propuesta y estamos trabajando en material nuevo”, comenta Ortega.

En palabras del batería, la evolución actual del grupo pasa por un enfoque más directo, con canciones más compactas y un repertorio elaborado al detalle. “En el concierto siempre ocurre algo distinto; cada pieza tiene su personalidad y la dinámica fluye sin parar”, recalca sobre el camino artístico que ha tomado la banda.

Durante el directo sonarán algunos de los primeros temas del que será su tercer disco, aún en fase de creación y que continuará la senda marcada por Homínido Galáctico (2024) y Punto Desperanza (2025), trabajos que fortalecieron su presencia en la escena alternativa andaluza.

EL NUEVO SONIDO

En los últimos meses, Viajes Espaciales Beirut ha pasado por escenarios de Madrid, Cazorla, Granada y Benalúa de las Villas, donde ha mostrado un repertorio ya estabilizado tras su reestructuración interna.

La banda mantiene la improvisación como una de sus señas de identidad, un recurso que su público recibe con entusiasmo. “Nos ha sorprendido muchísimo la reacción de la gente y estamos deseando llevar este directo a Jaén”, concluye Ortega.