"Frailes será uno de los cinco municipios del Amazon rural"
Encarnación Castro Cano (Frailes, 1984) lleva en política desde que era una adolescente. Los destinos de la vida son caprichosos y ella pasó de auxiliar de vuelo en el inicio de su trayectoria profesional al aterrizaje más comprometido, ser la alcaldesa de su pueblo, cargo que ocupa desde el año 2019. Es la segunda mujer al frente en la era democrática y la primera con las siglas del PP. El tiempo también vuela y no ha olvidado aquel año 2011, cuando entró a la Corporación Municipal y empezó a tomar decisiones que afectaban a todos. En este caso, 'todos' son 1.600 vecinos a los que ubica perfectamente.
Castro recibe a Lacontradejaén en su despacho del Consistorio el miércoles 3 de enero. Atiende la llamada de una madre preocupada por el futuro de la Cabalgata ante la previsión de lluvia. "Habrá Noche de Reyes", responde la alcaldesa. Llama la atención que combine el uso de dos teléfonos. Uno de ellos es un Nokia 'noventero' muy pequeño y con la pantalla deslizante. "Hay que estar disponible las 24 horas del día", resume acerca de la importancia del aparato, historia viva del Ayuntamiento de Frailes.
—¿Cómo se presenta el año 2024? ¿En qué proyecto está centrado el Ayuntamiento?
—Tras aprobar los presupuestos para este año hay cuestiones destacables para Frailes. Por un lado, ponemos énfasis en gestionar subvenciones de fondos europeos que nos llegan. Principalmente, hay tres líneas. Una de ellas está vinculada al ahorro energético a partir del DUS 5000, que son 235.000 euros para renovar luminarias en zonas pendientes, como la travesía; instalación en zonas que aún no tienen, desde el Cerrillo hasta el Tanatorio Municipal, y también haremos la instalación de fotovoltaicas en seis edificios municipales. Además, habrá dos nuevos coches eléctricos. Es una subvención crucial, porque continuaremos con el ahorro que implica la partida eléctrica. Ya en su momento, cuando renovamos las luminarias, pasamos de 120 ó 130.000 euros a los 65.000 que pagamos ahora. Esperamos seguir ahorrando.
—Hay más líneas de subvenciones.
—Sí, otra que trabajamos conjuntamente con otros cuatro municipios es una propuesta de comercio rural, denominada con la idea de 'Amazon rural'. Formamos parte Valdepeñas de Jaén, Castillo de Locubín, Villardompardo, Lopera y Frailes. Somos un núcleo unido para que todos los negocios interesados formen parte de la plataforma a fin de vender sus productos. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico concede 342.000 euros a Frailes.
—Para el 'Amazon rural'.
—Exacto. Cada municipio tiene su propia subvención. Pondremos en marcha esa plataforma y en Frailes habilitaremos una zona en el parque infantil de Linarejos, donde habrá taquillas de Amazon para que se depositen los productos y cada vecino, a través de un código, pueda comprar en los cinco municipios. Habrá un coche de reparto, que también viene a través de la subvención, y otro eléctrico, específicamente para este tema. Y lo más significativo es que hay otros núcleos de comercio rural en otras comarcas de Jaén, de modo que la intención en el futuro es conectar todas las zonas. Así, un frailero podrá comprar algo del norte de Jaén, por ejemplo. La plataforma permitirá que el comercio llegue a más lugares.
—Una de las iniciativas que sigue evolucionando es el Balneario de Frailes. Había interés de una empresa de la Costal del Sol en explotar la parte puramente del balneario. ¿Cómo está el asunto? ¿Se ha enfriado?
—No se ha enfriado. Sigue el interés, y soy consciente de que la parte del balneario es el soporte principal y la razón de ser del proyecto. Hay que ponerla en funcionamiento y nosotros, como Ayuntamiento, a corto o medio plazo queremos estudiar la fórmula para que podamos impulsar esa parte, desarrollarla y llevarla a cabo.
—¿Desde la iniciativa pública más que la privada?
—Pública y privada.
—La arista que mejor está funcionando del Balneario de Frailes es la residencial. ¿Cuántos internos hay ahora? ¿Entrarán más usuarios este año?
—Hasta donde sé, ahora están veintitantas personas. No sé si ha crecido el número en los últimos días, pero sí me consta que a lo largo de este año entrará más gente.
—Le pregunto por el paraje de Las Carboneras, donde están parte del Parque Multiaventura y las Instalaciones Polideportivas Manuel Ruiz el Serano. Recuerdo que tenía un proyecto para dinamizarlo. ¿En qué consiste y cuándo habrá obras?
—Es justo la tercera subvención que quería contarle. El proyecto lo iniciamos hace dos años y medio o tres, lo hemos estudiado y solicitamos una subvención por dos vías. En una de ellas estamos en lista de espera; en la otra sí nos han dado 130.000 euros. No servirá para hacer todo el planteamiento definido, pero sí dará facilidad para ampliar todo lo que queremos en Las Carboneras y hacerlo por fases. Ésta sería una fase, pues contamos con cerca de 70.000 euros para la ampliación del Parque Multiaventura. Además, habrá una zona para una Oficina de Turismo y haremos promoción turística de Frailes como destino de calidad de vida en el medio rural y entorno de hábitos saludables.
—La idea es que ese parque de aventura sea más potente.
—Sí, es seguir ampliando más servicios de los que existen del turismo de aventura. El objetivo es que Frailes siga de forma relevante y referente en este tipo de destinos. Para mí ha sido muy interesante que llegue la resolución de la subvención a comienzos de la legislatura, porque veníamos trabajándolo desde años anteriores y la ejecución serán en los años 2024 y 2025. En concreto, la de comercio sí se hará este año, y las de las fotovoltaicas y de turismo serán para 2024 y 2025.
—Un becario del programa Campus Rural me dijo que veía en Frailes un destino turístico ideal para un fin de semana entre amigos. ¿Es parte de la visión que tiene para el futuro en términos de turismo?
—Claramente para que un potencial visitante esté interesados en venir aquí debe haber varios componentes y así dar un servicio completo. Eso es fundamental. Le pongo el ejemplo de Júzcar, el pueblo de 'Los Pitufos' en Málaga. La gente iba a hacer turismo, pero se encontraba en que no había ningún sitio para tomarse un café. El servicio para que sea completo debe jugar con muchos componentes, y aquí entran en liza lo público y lo privado. Nosotros, como equipo de Gobierno, apostamos desde hace años por fidelizar a los visitantes para que sigan viniendo con infraestructuras como las que vamos a crear. Y luego es fundamental el apoyo de todos los colectivos para que los eventos que impulsamos muevan a la gente.
Lo fundamental es la inversión privada, como se ha demostrado con la creación de complejos de turismo rural. A día de hoy en el Ayuntamiento hay un proyecto de un particular para seguir ampliando este tipo de servicios. ¿Qué significa? Que están funcionando. Hay rentabilidad y por ello siguen arriesgando dinero en esa línea. Luego tenemos la parte de la restauración. ¿Qué puedo decir? Todos los bares de Frailes tienen gran demanda en todas las épocas del año. Somos un núcleo que atrae a gente expresamente para comer. Eso es significativo y ahí se cierra el círculo.
"LA RENOVACIÓN ES VITAL INCLUSO EN EL PROPIO PARTIDO"
—Viajemos al pasado reciente. ¿Cuándo toma la decisión de presentarse a concejal?
—Yo lo tenía claro desde que tenía 14 ó 15 años. Y seguramente con 16 lo tuve aún más claro. Desde siempre tuve interés por la política municipal, porque siempre dije, y lo mantengo, que otra forma de hacer política era posible en nuestro pueblo. Yo creía que podía formar parte de ese cambio y me dirigí a la alternativa del momento. Creamos un grupo de personas jóvenes y de gente que se sumó a un proyecto sigue vive hoy y renovándose. Los proyectos se mueren sin aliciente, sin sabia nueva.
—2011 fue un año histórico políticamente para Frailes, con el primer Gobierno del PP y de un partido diferente al PSOE. ¿Cómo vivió aquel resultado?
—La diferencia fue de 51 votos. Yo siempre me había presentado a las elecciones desde los 18 años. Normalmente, estaba en la parte trasera de las listas. Nunca estuve en oposición, porque sacábamos uno, dos o tres concejales. Después fuimos ampliando hasta la victoria en 2011, con la mayoría absoluta de cinco (PP) por cuatro (PSOE). Entrar al equipo de Gobierno no me supuso un triunfo personal, sino un triunfo para mi pueblo.
En democracia es muy importante que haya alternancia, manifestaciones por parte de otros grupos y que se entienda como algo normal. Nunca he practicado el acoso y derribo contra la oposición, porque cada uno tiene su defensa de lo que cree y de lo que quiere llevar a cabo. Podemos debatir más o menos, y eso es sano. Me gusta el debate y propiciarlo de forma sana. Yo en aquel momento lo entendí como un logro del pueblo, porque es quien pone y quien quita. Demostramos trabajo y valía, y aquí seguimos. No sabemos qué pasará mañana, porque la política es renovarse incluso dentro del mismo grupo político y buscar que el pueblo se desarrolle y no se quede anclado en el pasado.
—Los dos anteriores predecesores en su cargo me hablaron sobre una idea interesante en política municipal: la soledad del alcalde en la toma de decisiones. Hay un salto de edil a máximo responsable. ¿Pesa la responsabilidad?
—Sí, sí. Fui concejal durante ocho años y siempre tuve conocimiento de todos los entresijos de la gestión municipal. Me preocupé por entenderlo y además me gustaba. He estado siempre informada, he entendido que a veces hay que dar un palmetazo sobre la mesa y tomar decisiones que son duras no sólo para el pueblo, sino para el resto de compañeros. En un equipo de Gobierno cada persona tiene un área y para cada cual la suya es la más importante. Tiene que haber un regidor con mano firme apostando en cada tiempo por un ámbito. Lo más importante es tener un equilibrio hacia las diferentes áreas para que nadie se sienta cojo y así evitar problemas.
"UNA ALCALDESA HACE SUYO EL PROBLEMA MÁS INSIGNIFICANTE"
—Todos los alcaldes de la democracia en Frailes están vivos y puede tener contacto con ellos. ¿Aprovecha esa ventaja o es más de intentar hacer su camino sin consejos?
—Yo soy muy de pensar en el pasado, porque si pienso en las decisiones de cada tiempo no puedo criticarlas, aunque algunas quizá no las comparta. Desde la discrepancia, explico cómo yo lo haría. Todo lo que se hizo en democracia seguro que tiene un porqué. Es algo que le repito mucho a mi equipo de concejales. La decisión 'x' que se tomó en los años 90, en los 2000 o ahora está fundamentada. No sirve de mucho hablar a toro pasado.
—Todo tiene un contexto. Cada decisión es hija de su tiempo.
—Exacto.
—¿Y qué hace falta para ser una buena alcaldesa en un pueblo de 1.600 habitantes?
—Lo fundamental es tener la capacidad de atender a todos los vecinos por igual, tener empatía con ellos. Tienes que hacer tuyo el problema de cualquier vecino. Por muy pequeño que sea, porque para él es lo más importante. Y hay que actuar en consecuencia. Una alcaldesa de un pueblo de 1.600 habitantes tiene que entender que es una figura fundamental para los residentes y que atajar problemas circunstanciales recae sobre su figura. Hay que estar a las duras y a las maduras. Para cumplir un día que el personal no esté en el Ayuntamiento por cualquier motivo o para preparar un acto en la Casa de la Cultura. Hay muchas circunstancias en el día a día y hay que estar disponibles las 24 horas.
—¿Hay ciudadanos con 'alcalditis'? ¿Peca alguna gente de creer que un alcalde lo puede todo?
—Sí, por supuesto. Mucha gente cree que tenemos la varita mágica para todo, y eso no es así. Si lo explicas desde el principio, la gente lo entiende. Si dices: 'No es mi área, no me compete, pero voy a echar una mano y a poner de mi parte para que llegue a otras administraciones'. El alcalde que actúa así cala más en los vecinos que el que sólo se queda con sus competencias y no intenta buscar soluciones más allá.
—Cuando deje la política, ¿se imagina volviendo a volar como azafata o cree que probará otro ámbito distinto al turismo?
—Nunca me cierro a nada. No me cierro a que el trabajo llegue por diferentes vertientes, por cuenta propia o ajena. No me cierro a nada porque tengo la mente abierta desde el primer momento. Lo primero que interioricé al entrar en política es su caducidad. Eternamente es imposible estar y yo empecé muy joven. Tengo asumido que esto es momentáneo y llegará un momento en que buscaré mi vida. No me cierro ni adónde tenga que vivir en el futuro. Yo hice Turismo, empecé como auxiliar de vuelo en Madrid y luego trabajé como técnica en Íllora (Granada) y Alcalá la Real, hasta que regresé a mi pueblo para dedicarme a la política. No te puedes cerrar a nada.
"ES FUNDAMENTAL QUE LOS PUEBLOS PEQUEÑOS TENGAN TRABAJO"
—Hablemos de la Sierra Sur y del resto de Jaén. ¿Qué carencia a nivel provincial cree que es más sospechosa y más necesaria de cubrir?
—Voy a poner algo en valor: es fundamental que los pueblos pequeños tengan trabajo. Es la base para todo. Si hay trabajo, hay desarrollo a nivel de sector servicios, infraestructuras locales y de comarca. Todo eso es un engranaje imprescindible. En Frailes anunciamos, en mayo del año pasado, la puesta de largo de una empresa de reciclaje de neumáticos en el polígono de La Dehesilla. Esa empresa que impulsa Rubén Cano dará trabajo. Y paralelamente, hay algo que se está cuajando: más empresas quieren afincarse en el polígono.
—¿De qué sectores?
—Todavía no lo puedo decir con exactitud, pero está vinculado con la empresa de reciclaje de neumáticos. Es básico que las administraciones estemos receptivas y movamos cielo y tierra cada vez que alguien viene con una idea para dar trabajo. Y es primordial que la Junta y el Gobierno se movilicen para dar soluciones a la España vacía. Frailes se ha adherido a una red andaluza de industrias ligada al desarrollo de los polígonos. La idea es localizar las necesidades de cada municipio y atraer a empresas a zonas rurales.
—¿Y le ve tirón a la idea, alentada por la Junta de Andalucía, de poblar localidades que pierden población con la percha del teletrabajo?
—Bueno, es una vía más que hay que desarrollar. Aunque no creo que la salvación para los municipios rurales sea el teletrabajo. Tiene que haber otros alicientes.
—Acabo con los nacimientos. El Centro Hospital de Alta Resolución (Chare) de Alcalá la Real no tiene paritorio. Todavía los vecinos de la zona van a Jaén o a Granada para dar a luz. ¿Qué piensa?
—Recuerdo que cuando estábamos en la oposición ya protestamos por este asunto, justamente cuando abrió el Chare. A los pocos años hicimos una manifestación para demandar un servicio que es fundamental. Es verdad que Jaén y Granada están cerca, pero mi pensamiento sigue siendo el mismo: hace falta un paritorio en un edificio tan flamante y tan abierto a la comarca.
—¿Volvería a coger la pancarta ahora que gobierna su partido?
—Sí, sí. Claro que sí.
—¿Quiere añadir más algo?
—El gran talón de Aquiles que tendremos los ayuntamientos son las reglas de gasto. Estamos todos los alcaldes a la expectativa. En función de cómo Europa nos redirija las reglas de gasto actuaremos de una forma u otra. Hay una gran diferencia entre poder utilizar un remanente o quedarte en una situación más limitada. Esperamos que sea proporcional. Sería decepcionante tener una liquidez importante y no poder hacer nada más allá de la amortización de deuda y de inversiones sostenibles muy encasilladas.
Fotos y vídeo: Fran Cano.
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