"Hay grandes empresarias en la provincia que no se conocen"
Como tantas y tantas historias, hace poco más de tres años que Cristina Sort Humbert (Sabadell, 1982) aterrizó en Jaén por amor. No lo vimos, pero seguro que llegó con las maletas cargadas de sonrisas, optimismo y buena energía. Porque a poco que se conoce a la presidenta de la Unión de Mujeres Empresarias y Profesionales de Jaén, JAEM, uno se da cuenta de que es una mujer fuerte, inquieta, comprometida y con anhelos de mejorar todo lo que le rodea. Ello le ha llevado a convertirse, en el poco tiempo que lleva en el mar de olivos, en una importante pieza de la sociedad civil capitalina y de su mano el colectivo ha llegado a formar parte de la Federación Estatal de Mujeres Directivas y Empresarias.
Durante siete años fue presidenta de la Joven Abogacía de Sabadell dentro del Colegio de Abogados y en su despacho de Lexveri Abogacía & Consultoría nos adentramos para conocerla un poco más y en descubrir su visión del tejido empresarial jiennense, que a su modo de ver está apostando fuerte por la digitalización tras la pandemia. Entre sus objetivos, visibilizar a las grandes empresarias que tiene Jaén y que no se conocen.
—La primera pregunta es evidente. Cómo llega Crist Sort a Jaén.
—Por amor. Yo era la presidenta de la Joven Abogacía de Sabadell y por aquel entonces hacíamos trimestrales por toda España y siempre nos acogía un colegio. Al Alfonso lo conocí en un evento importante que se celebró en Jaén pero en una de esas trimestrales en Valladolid fue cuando empezamos a entablar relación. ¿Por qué no?, me preguntó. Desde el principio tenía claro que uno de los dos se tenía que desplazar. En este caso decidí que fuera yo. Fue duro, difícil pero aquí estoy muy contenta.
—¿Qué es lo que más le llamó la atención de Jaén nada más llegar?
—Que las cosas se hacen muy poco a poco, que se habla muy poco a poco, que cuando quieres hacer distancias cortas en coche, por ejemplo, se tarda mucho... pero por encima de todo me enamoró la amabilidad de la gente. La gente es muy cariñosa.
—¿Cómo fue abrirse paso en una de las provincias con más paro de España? ¿Con qué perspectivas venía?
—La verdad es que en el momento que tomé la decisión no me planteé todo lo que me he encontrado al llegar. Confiaba en que como mi pareja es abogado podría tener ayuda a la hora de abrirme un hueco. Pero eso no quiere decir nada. Lo cierto es que cuando estaba en Barcelona me ofrecieron un trabajo con una factura fija y fue la presala a atreverme a emprender. Allí ya fui autónoma y sabía que cuando llegara a Jaén tenía que arriesgarme. Comencé haciéndolo en asesorías, llevando nóminas, pero no es lo que quería y me gustaba.
—¿Cuál es su especialidad?
—Soy abogada laboralista.
—Y en poco más de tres años se convierte en empresaria, ya referente en la ciudad y presidenta de JAEM. Está tan involucrada con la sociedad jiennense que parece de aquí. ¿Cómo se hace para conseguirlo tan rápido?
—Llegué a Jaén llorando y con mucha incertidumbre con lo que me iba a encontrar. Tenemos que reconocer que la 'marca catalana' no es la más fácil para abrirse paso pero llevaba luz, ganas y empeño cuando llegué. Alguien lo supo ver, Carmen Rueda me llevó de la mano y la verdad es que siempre me he interesado mucho por Jaén antes de llegar. En cuanto a lo de empresaria, me considero una profesional con una empresa pequeña que va labrándose un camino con una pandemia de por medio.
—Le eligieron presidenta de JAEM entre dos candidaturas en 2020, ya con pandemia de por medio. ¿Fue complicado?
—Lo curioso es que estoy haciendo un camino un poco inverso. Llegué a la presidencia de JAEM inmersa en el mundo digital y, ahora, volver al presencial me está costando más. Al resto de asociaciones creo que les pasó justo lo contrario. Estaban acostumbradas a sus encuentros y reuniones de trabajo presenciales y volcarse en el digital les costó un poco más. Pero no considero que haya sido difícil. Desde la Junta de Gobierno de JAEM hemos intentado transmitir siempre mucha positividad en el grupo de WhatsApp que es muy activo.
—Doy fe, que estoy dentro de ese grupo y a veces no me da tiempo de mirarlo todo.
—Pero siempre de forma positiva, con mucha sororidad, poniendo en valor a las otras compañeras... La idea es trabajar desde un punto de vista muy positivo.
—La asociación ha crecido en este tiempo y se está profesionalizando, por lo que yo puedo comprobar.
—Sí. Ya somos 230 asociadas y hemos crecido mucho. De hecho, hemos entrado en la Federación Estatal de Mujeres Directivas y Empresarias, en FEDEPE. Se intenta profesionalizar pero siempre desde un tono muy positivo y cercano, sin perder la esencia de qué es JAEM. Estamos creciendo mucho.
—Una de las cosas que me llamó la atención cuando vine a vivir a Jaén fue el importante tejido asociativo que tiene y su importancia para la sociedad. No sé si opina lo mismo.
—En Sabadell no era tan consciente pero en Jaén la gente no sabe que las ganas de tirar hacia adelante hacen que se hagan cosas increíbles. Se hacen muchas cosas y hay mucho movimiento a pesar del parón de la pandemia.
—En una reciente entrevista a Ideal Jaén dijo que habíamos salido reforzados de la pandemia. Casi en 2023, ¿sigue pensando lo mismo?
—Sí. Jaén vivía ajena al mundo digital. El WhatsApp Bussines para empresas era como si no existiera, igual que el Google Business o las propias redes sociales. La provincia tiene negocios perfectos para poder tener crecimiento digital. La pandemia ha servido para que Jaén se digitalice y cada vez son más los sectores que lo han hecho, como los medios de comunicación. Estoy detectando un cambio en ello y también es verdad que la Junta de Andalucía está haciendo un trabajo a fondo para ello.
—Como hacen los influencers, en Jaén debemos generar la 'necesidad' de Jaén más allá del aceite de oliva. ¿Es eso?
—No sé si hemos generado esa necesidad.
—Pregunto si estamos en camino.
—Cuando llegué aquí lo primero que me dijeron es que lo que más se exporta son personas. Si hay tantos jiennenses en todas partes, echan de menos sus productos de la tierra. Llevar Jaén a toda España a través de la digitalización es posible y más fácil.
—¿Cómo se encuentra el tejido empresarial femenino jiennense?
—Cada vez emprendemos más pero noto un techo de cristal en cuanto a las mujeres directivas que se atrevan a hacer cosas. La brecha salarial no es solo que cobremos más o menos, sino que nosotras, de forma inherente, buscamos trabajos que nos permitan conciliar con la familia en casa. Puede que soñemos menos grande que un varón. Hay grandes empresarias en la provincia que no se conocen y la gran mayoría ya han pasado la crianza de sus hijos. Yo que estoy en la antesala lo pienso y puede frenarte. Por eso creo que muchas aceleran su carrera cuando tienen a sus hijos ya mayores, cosa que no hacen los hombres. Además, luchamos con el cargo de conciencia por luchar por tu desarrollo profesional teniendo que renunciar, quizás, a pasar tiempo con la familia.
—Se ha hecho mucho en JAEM en este tiempo, ¿qué objetivos tienen ahora a medio plazo?
—Hasta ahora hemos puesto al día la asociación, empezar a hacer formaciones, la digitalización... Ahora el objetivo es hacer una campaña de visibilización de las mujeres empresarias de la provincia. Creo que es lo esencial y lo que quieren nuestras asociadas, poner en valor el tejido empresarial jiennense femenino. Mucha gente no sabe que detrás de grandes compañías hay grandes mujeres. Vamos a ponerles voz. También estamos planteando hacer unos premios con altura. Tenemos varios proyectos que se están cociendo pero no quiero desvelarlos todavía.
—El año que viene le toca renovar a la junta de gobierno. ¿Volverá a presentarse a la presidencia de JAEM?
—Sí. Hay que darle una continuidad ahora que la asociación ha cogido un ritmo de trabajo importante.
—¿Dónde se ve Cris Sort dentro de diez años?
—No me lo había planteado hasta ahora. Mi vida ha sido tan cambiante... Me veo con un despacho más consolidado, claro, pero me gusta ir experimentando.
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