CON LA PROVINCIA EN EL APELLIDO (Y II)
Segunda parte de un reportaje que recoge una amplia nómina de artistas, gente de la política, la Iglesia, el deporte, la literatura, la televisión, los toros, la nobleza, la economía y un sinfín de disciplinas lucen en sus documentos de identidad el toponímico de la capital jiennense o de alguno de sus municipios
Con todas las ganas del mundo de tirar por tierra la sentencia cervantina que asegura que segundas partes nunca fueron buenas, Lacontradejaén retoma este paseo por los toponímico de la provincia que adornan identidades de mayor o menor relevancia, pero relevancia al fin.
Que haberlos haylos, incluso en tan universal serie de dibujos animados como The Simpsons, a uno de cuyos icónicos personajes pone voz una española con apellido de aquí. Pero eso es otra historia (como dice el barman de Irma la Dulce al final de cada uno de sus megalómanos delirios), o lo que es lo mismo: que todavía no toca.
Tras un primer capítulo que se quedó por la 'J', toca comenzar esta segunda parte con Jaén capital: un nom de famille (perdonen la pedantería, pero es que escasean los sinónimos) de lo más artístico, si se atiende a la media docena de personajes que lo lucen en sus DNI.
Seguro que a más de uno ni se le pasa por la cabeza que mientras tararea aquello de "Mi carro me lo robaron / estando de romería. / Mi carro me lo robaron / anoche cuando dormía" está cantiñeando bajo la ducha una rumba firmada por un autor gaditano de La Línea de la Concepción llamado Rafael Jaén García (1915-1984).
Otro Jaén ilustre en el mundo de la música es el compositor y productor Alejandro Jaén Palacios, nacido aquí en 1950 aunque realmente le deba la fama a su trayectoria internacional en tierras estadounidenses y por cuyos estudios han pasado figuras de la talla de Mar Anthony o José José.
Amado Jaén Blanco se llamaba hasta ayer mismo, cuando falleció, el fundador de Los Diablos y autor de una de las canciones más icónicas de la década de los 60: Un rayo de sol.
Sevillano de nacimiento pero almeriense de adopción, otra voz más que conocida es la de José Luis Jaén, cantante que desde su paso por un programa televisivo dedicado a versionar exitazos ha emprendido una prometedora carrera, pese a peinar ya rotundas canas en su moño alto y sus valleinclanescas barbas.
Variante de Jaén (y no va de carreteras el asunto), el apellido Jaenes, del que ha escrito con rigor el profesor José Manuel Marchal y tan vinculado al municipio valdepeñero. Sin embargo, no es vinculable a ninguna trayectoria profesional digna de mención. Dicho queda.
LINARES, EL MÁS EXTENDIDO
Se lleva la palma la Ciudad de las Minas en esto de apellidar a gentes de renombre, y además en una amplia variedad de ámbitos, que de todo hay, pero de todo...
Ahí está el mundo del deporte, donde los 'linarenses' brillan con luz propia. Entre ellos el ciclista cántabro José Antonio González Linares (1946), que partió la pana en más de una carrera internacional y hasta fue olímpico antes de unirse, políticamente hablando, al mediático Miguel Ángel Revilla en las filas de su partido regionalista y convertirse en alcalde.
Sobre el césped, Jesús María Linares Loaiza (1958), figura entre las leyendas del fútbol gaditano como Chico Linares, también entrenador muy vinculado al equipo de sus amores.
Al balompié le pega también el maño Miguel Linares (1982), que pasó por la Segunda División del balompié patrio, en tanto Andréu y Joan Linares Rodríguez hacen lo propio en fútbol sala (el primero, ahora como entrenador).
Nacido en 1951 y muerto en 1998 en accidente de tráfico, el dominicano Rufino Linares (curiosa coincidencia denominativa con la saga de fotógrafos jiennense) jugó en las grandes ligas del que dicen que el mismísimo Einstein bautizó como el deporte rey, el béisbol.
Por su parte, el cubano Omar Linares Izquierdo, de 1967, goza de consideración mundial en eso del bate, el cácher o el coach (que de ahí viene la palabreja, de ahí...).
Deja KO estas líneas dedicadas a los deportistas el boxeador venezolano Jorge Luis Linares Palencia, campeón del mundo de peso pluma y súper pluma, del peso ligero y un montón de logros más a fuerza de ganchos y juego de pies.
Del ring a los libros, donde figuran por méritos propios la escritora de novelas románticas (El matrimonio es asunto de dos, entre otras) Concha Linares-Becerra (1910-2009), hija y hermana, respectivamente, del dramaturgo Luis Linares Becerra y la novelista Luis María Linares Becerra y emparentada además con el dramaturgo compostelano Manuel Linares-Rivas, miembro de la RAE en su tiempo (1866-1938).
Entre los poetas, el sevillano, librero y editor del sello Renacimiento Abelardo Linares, nacido en 1951, o el melillense José María García Linares (1977), ganador del premio internacional que lleva el nombre de su ciudad natal.
Pasando página, que llega la música y, con ella, mención obligada al bilbaíno, que hasta el año de su desaparición, 1940, desarrolló una carrera especialmente celebrada en Alemania, donde se había formado; la centenaria musicóloga cubana María Teresa Linares, fallecida en 2021, y el músico argentino Linares Cardozo (1920-1966).
Cabe resaltar también al peruano Alfredo Linares, de 1944, pianista, compositor y arreglista de gran prestigio en el universo salsero, así como al dj Aldo Linares, periodista también, un icono del celebérrimo festival de Benicàssim y, por si fuera poco, rostro más que conocido para los seguidores de un no menos renombrado programa de televisión dedicado a lo paranormal.
La venezolana Scarlett Linares, (la Guayanesa de oro), nacida en 1975, echa el telón a los Linares relacionados con la música, en su caso de estilo llanero. Eso sí, el arte cruza de estas a las siguientes líneas con naturalidad, que vienen creativos: los pintores sudamericanos Pedro Linares López (fallecido en 1992) y Ezequiel Linares (1927-2001) o Jorge Ruiz Linares, que supera ya el siglo de vida.
Juanjo Linares Martiáñez (1933-2009) destacó, y bien, en el baile al lado de Antonio Gades y mereció la Medalla de Bellas Artes o que, a día de hoy, los jiennenses que pasen por el municipio gallego de Ordes puedan leer su nombre (y por ende el toponímico) en una calle con la que su pueblo le rinde tributo.
Creador de los artesanales y populares alebrijes, el mexicano Pedro Linares López (1906-1992) y su compatriota Carlos Aguilar y Linares (de 1945) dan paso a la nómina española que abre el asturiano de 1943 Manuel García Linares y continúa con el canario Juan Borges Linares (1941-2004),
Más cercano geográficamente hablando, el pintor y restaurador jaenés Jacinto Linares Talavera pone a este reportaje el aroma sefardí de su bellísimo patio de la judería jaenera.
Tras el objetivo fotográfico, el cordobés Francisco Linares García, al frente de una de las sagas gráficas de mayor predicamento en la Ciudad de la Mezquita. Delante de otro objetivo, en este caso de las cámaras cinematográficas de tono más subido, la actriz Verónica Linares Bazán, más conocida como Rebeca Linares, con un 'Óscar del porno' en sus vitrinas.
Si se trata de la nobleza, el apellido que alude a la patria chica del marqués de Salobreña acompañó hasta el final de sus días e incluso en su lápida al primer conde del Carpio, Juan de Mata y Linares, allá por el XVIII, y actualmente a la marquesa de Carrión de los Céspedes, Isabel Montoto Linares.
Cuna de políticos, tampoco se queda el municipio linarense fuera de los apellidos de estos en el ámbito mundial: ¿que no? Francisco Linares Alcántara se llamó un presidente de Venezuela del XIX, y en Bolivia ocurrió tres cuartos de lo mismo con José María Linares por la misma época.
Más que conocido (en su tierra) fue el ministro argentino Luis Linares (1867-1955), en tanto en territorio español queda la memoria decimonónica de Aureliano Linares Rivas, en el Gobierno de Alfonso XIII, y entre tanto caballero tiene su sutio una primera dama, Marta Linares de Martinelli, que lo fue hasta que su esposo dejó el palacio presidencial.
En la cruz de la moneda, la exalcaldesa de Maracena (Granada) Berta Linares, cuyo nombre saltó a los medios de comunicación por su posible relación con un extraño caso de secuestro de una concejal.
Entre los militares, el valenciano Arsenio Linares y Pombo (1848–1914), alguna de cuyas decisiones dicen que estuvo detrás de la Semana Trágica de Barcelona; o el granadino Emilio Herrera Linares, ingeniero militar y aeroespacial que cuenta en su biografía con un cargo tan trascendental como el de presidente del Gobierno de la República Española en el exilio, además de padre del poeta José Herrera Petere, gran camarada de Miguel Hernández en tiempos de la Guerra Civil.
Hugo Linares Brum (1921-2008), por su parte, dirigiría un ministerio durante la dictadura uruguaya en los 70 y 80 del pasado siglo XX.
Y como no solo de sables vive el hombre, quede constancia de que la ciencia y la historia también son terrenos propicios para quienes se apellidan Linares, como demuestran el geólogo y zoólogo cántabro (1845-1904) Augusto González de Linares y el peruano Eloy Linares Málaga (1926-2011).
Con la figura del obispo venezolano Ramón Antonio Linares Sandoval, nacido en 1936, Linares dice a los lectores: "Podéis ir en paz". Hasta el próximo renglón solamente, eso sí.
Controvertido, sevillanísimo y mediático a más no poder, ¿quién no recuerda al expresidente del Real Betis Balompié, Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos? Nacido en 1944 a orillas del Guadalquivir, mientras estuvo activo gustaba de colocarse pines e insignias en todas las solapas de su indumentaria, pero ningún aditamento le adorna tanto como ese primer apellido compuesto en el que campea el municipio de la Campiña.
Otro pueblo, en este caso de La Loma, identifica al conocido como 'masajista de la jet set', el barcelonés de 1972 Josep Lupión, formado en Tokyo al lado de los grandes maestros facialistas y todo un nombre propio en lo suyo.
MARMOLEJO, MARTOS Y MENGÍBAR
Un garbeo por la guía de títulos de la Diputación Española de la Grandeza deja más que claro que ni el municipio del balneario ni la Ciudad de la Peña hermosean con sus topónimos ningún ducado, marquesado, condado, vizcondado, baronía o señorío pero que, por el contrario, sí que se hacen presentes en los carnés de identidad de los de un alto número de aristócratas.
Marmolejo únicamente en la figura del primer marqués de Villafuerte, del siglo XVII, mientras Martos se apellidaron la primera baronesa de Spínola y lo siguen haciendo el duque de Granada de Ega, la marquesa de Albolote, el de Casa Tilly, el de Mondéjar (tan vinculado, en otros tiempos, a Villatorres), el marqués de Iturbieta, el de Santiago de Oropesa, el conde de Mollina, la condesa de La Gomera, el de Vega Florida, las condesas de Torralba de Aragón y de Heredia Spínola, el conde de San Rafael y la baronesa de Molinet.
Otro título nobiliario, el marquesado de Santo Floro, llevarán algún día los descendientes de Natalia Figueroa y su esposo, el celebérrimo Raphael, que aunque vio la luz primera en Linares esconde inmediatamente después de su nombre artístico el Martos que identifica su sangre paterna.
Lo mismo en televisión que en radio, la periodista madrileña Raquel Martos González pasea su apellido jaenés por programas de referencia y, para finalizar este paseo por la cuna del poeta Miguel Calvo Morillo, quién mejor que el pintor jaenero Rufino Martos Ortiz (1912-1993), maestro del paisaje.
¿Y Mengíbar? Oh la Ciudad de la Torre, que sin que muchos lo sepan está detrás de la mismísima Lisa Simpson, la sensata adolescente de la familia de Springfield.
Sí, cada vez que esta tierna empollona se pronuncia en español, lo hace con la voz de la dobladora Isatxa Mengíbar (María Isabel Mengíbar Martínez de Goñi), que para quienes ya peinan canas, muchas ganas, les gustará saber que es hija de la chiripitifláutica Valentina, la actriz María Goñi.
Cordobesa de 1962, la poeta Inmaculada Mengíbar luce apellido jaenés sobre sendas portadas de sus poemarios, uno de los cuales (Pantalones blancos de franela) mereció el Premio Jaén de poesía en 1994.
¿Otro 'mengibareño' ilustre? Muchos jiennenses lo recordarán con todo el boato de su cargo episcopal encima, que exhibía en procesiones y otros actos de la diócesis entre 1954 y 1970, cuando fue obispo de la diócesis. Se llamaba Félix Romero Menjíbar (con j, sí, usual variación de este apellido) y está enterrado en la Catedral de Valladolid, demarcación eclesiástica de la que fue titular.
QUESADA, UN APELLIDO NOBLE
De un Quesada desciende, por ejemplo, Bertín Osborne, cuya familia paterna lleva el título de conde del Donadío de Casasola, cuyo primer poseedor se llamó Francisco Ignacio de Quesada y Vera. Como él, Quesada fueron el primer conde de Garcíez, el de Villa Amena de Cozbíjar y el de Casa Alegre, el primer marqués de Miravalles, el de la Motilla y el de Navasequilla (los García de Quesada, oriundos de Valdepeñas de Jaén, cuyos palacios constelan Jaén).
A día de hoy, el conde de Morales de los Ríos y el barón de Casa-Davalillo cuentan con el pueblo de Rafael Zabaleta como apellido.
También el dramaturgo Ángel González Quesada (Salamanca, 1952), y en el mundo del arte el pintor, grabador y escenógrafo gallego Jaime Quesada Porto (1937-2007), destacado creador de trayectoria internacional.
Creador de una importante fundación y colección de arte fue el asturiano Acindino Quesada Palacios, fallecido hace escasamente un mes, y también en el mundo de la interpretación destaca el actor almeriense José Quesada (conocido por su participación en Aquí no hay quien viva) y el joven argentino Ignacio Quesada, protagonista de una serie de lo más seguida allende los mares).
De la gran pantalla a la pequeña, Ángel Quesada (1948-2008) se hizo popular en los inolvidables Estudio 1 de los primeros años 80 y, camino de la 'S', un jiennense de seda y plata, el banderillero Joselito Rus (1974) hace el paseíllo en carteles de postín como subalterno del matador Cayetano Rivera Ordóñez
SILES: LETRAS, MÚSICA Y POLÍTICA
Nada menos que la Feria del Libro de Madrid, esa cita multitudinaria entre autores y lectores. ¿Que a qué viene esto? La respuesta está en el toponímico que apellidó al editor malagueño Rafael Giménez Siles (1900-1991), a quien se considera el padre de tan arraigado evento literario.
Hablando de libros, de letras, quede constancia de uno de los más reputados poetas de la actualidad, el valenciano Jaime Siles Ruiz (1951), filólogo, crítico literario, traductor y catedrático de Filología Clásica y académico de la Historia, que además de ser hijo predilecto de su tierra natal cuenta en su currículo con premios como el Loewe o el Gil de Biedma.
Los amantes de la música en idioma quechua conocen, sin duda, a la boliviana Natividad Betty Veizaga Siles, nacida en 1957 en un continente donde lo sileño se lleva, vaya que sí: ahí están la cantante venezolana Vivian Siles o su colega mexicano Alexis Siles.
A esta orilla del Atlántico el madrileño Mario Siles, que al frente de su trío de jazz y blues hace las delicias de los amantes de estos géneros musicales.
Boliviano también pero no intérprete, sino político, fue Hernando Siles Reyes, presidente de su país entre 1926 y 1930; y Hugo Siles Núñez del Prado (1968), ministro con Evo Morales. Y un exministro español muy popular, además de escritor, Manuel Pimentel, tiene Siles como segundo apellido.
ÚBEDA POR EL MUNDO
La tradición literaria de Úbeda no necesita ser justificada aquí, ni muchísimo menos. Cuna de grandes de las letras, también la llevaron en sus apellidos literatos como el toledano Juan López de Úbeda, poeta sacro, dramaturgo y antologista español de la segunda mitad del XVI.
Más cercano en el tiempo, el joven periodista y escritor ciudadrealeño Jesús Fernández Úbeda representa a la nueva generación de creadores vinculados a la provincia a través de sus apellidos.
Valencianos fueron el músico Gaspar de Úbeda y Castelló, fallecido en 1724, compositor y maestro de capilla en Jerez de la Frontera (Cádiz), y Vicente Estarelles Úbeda, autor de zarzuelas como Rocío la Mejorana. Al otro lado del Charco, Argentina veneró hasta su muerte en 2015 al cantante, guitarrista, autor y compositor Paquito Úbeda.
También a los paraguayos les resulta familiar el topónimo ubetense, gracias al músico valenciano Manuel Úbeda (1760-1823), que además de componer un montón de partituras se entretuvo en fundar una población en aquel país.
Con el pincel entre sus dedos brilló Agustín Úbeda (1925-2007), pintor encuadrado en las célebres escuelas artísticas de Madrid y París y discípulo aventajado del onubense Vázquez Díaz. Su colega el gallego Rafael Úbeda Piñeiro, de 1932, con obra en importantes museos del mundo y celebrado muralista.
La también pontevedresa Rosa Úbeda continúa en plena actividad a través de una producción simbolista y original que la sitúa entre las principales exponentes contemporáneas del arte pictórico en tierras gallegas, y en el campo de la escultura es reseñable la trayectoria del levantino Amadeo Gabino Úbeda (1922-2004), que alcanzó su cenit artístico al lado del arquitecto Vázquez Molezún, con quien trabajó en el diseño de pabellones para las exposiciones internacionales de Milán, Venecia, Bruselas...
¿Les suenan las series de televisión Águila Roja, La que se avecina o películas como La flor de mi secreto, de Almodóvar? En todas ellas participó el actor madrileño Alberto Úbeda. Casi homónima suya, la actriz vasca Adiuntz Úbeda sabe también lo que es aparecer en sagas de éxito como Entrevías.
Dedicado principalmente al interiorismo, el jiennense Ramón Úbeda (1962) goza de la consideración de ser todo un referente en la difusión de la cultura del diseño en España, este país de cuyo Congreso de los Diputados fue la primera mujer presidenta la sevillana Luisa Fernanda Rudi Úbeda, nacida en 1950).
Una auténtica revolución en el ámbito de la igualdad, como lo fue en política la mismísima Transición democrática, donde destacó por sus postulados aperturistas el cardenal Tarancón; discípulo suyo, monseñor Teodoro Úbeda Gramage se convirtió en uno de los obispos más queridos de Mallorca, que lo despidió para los restos hace ahora veinte años.
Se va despidiendo, igualmente, este reportaje, que mira hacia Vilches para poner un punto final de lo más abierto. Y lo hace con una colaboradora de programas del corazón, Aguasantas Vilches, que saltó a la popularidad tras mantener una relación sentimental con un hijo de la también televisiva Raquel Bollo.
En este último tramo cabe destacar tambiénal escritor madrileño Juan Vilches, autor de tres novelas ambientadas en la II Guerra Mundial, y a un alcalde legendario, el murciano Antonio Villargordo Hernández, que gobernó Martos entre el 79 y el 95 y cerró sus ojos para siempre a los 92 años, tras una vida al servicio de sus ideales.
De la 'A' a la 'V' (que no hay pueblos en Jaén que comiencen con 'Z', por muy bien que le hubiera venido a este final de texto), la provincia jiennense viaja por el mundo abrazada a la identidad de un buen puñado de personas cuya existencia, por diferentes motivos, ha trascendido la intimidad.
Únete a nuestro boletín