'La zona de interés': desde la distancia que pondera
El realizador londinense Jonathan Glazer adapta libremente el libro homónimo de Martin Amis y lo lleva a imágenes con mirada glacial
En el prólogo de Yo, comandante de Auschwitz (Arzalia Ediciones, 2022), que recoge las notas autobiográficas escritas por Rudolf Höss durante el presidio y en vísperas de su ejecución, Primo Levi anota: “A nosotros, supervivientes de los lager nacionalsocialistas, a menudo se nos hace una pregunta sintomática: ¿cómo eran, quiénes eran 'los del otro lado'? [...] El libro responde a esta pregunta de manera exhaustiva: muestra con qué facilidad el bien puede ceder al mal, ser asediado por este y, finalmente, sumergido, para sobrevivir en pequeñas islas grotescas: una vida familiar ordenada, el amor a la naturaleza y un moralismo Victoriano”. La recién estrenada película de Jonathan Glazer, La zona de interés, es minucioso testigo de lo narrado por Levi sin acercar la lupa de su objetivo, sino forzando el ejercicio antagónico y colocando la cámara a la distancia precisa para que el autor no se inmiscuya en el hecho capturado, sino el hecho en la lente del autor.
Glazer, realizador inclasificable, posee la sorprendente habilidad de transmutar su identidad película tras película. Con únicamente cuatro largometrajes en su haber y un sinfín de cortos y videoclips (área desde la que comenzó su andadura en el campo audiovisual), posee un talento cambiante y un lenguaje en ocasiones intransferible. Si bien cada uno de sus proyectos se aleja del anterior y de su correlativo, uno podría intuir rasgos identitarios que, imperceptibles, hilan su personalidad cinematográfica: nada asemejaría a Under the skin, ese sci-fi oprimente e inasible, con La zona de interés, pero ambas obras, construidas a corte agudo de navaja, comparten una voluntad extrañamente inmersiva y una mirada fría y desconcertante.
El realizador londinense adapta libremente el libro homónimo de Martin Amis y lo lleva a imágenes con mirada glacial, trabajando desde una distancia que no cede concesiones al horror manifiesto o a la tentación impúdica del sentimentalismo. La barbarie se filtra en la intrascendencia de lo mostrado, y lo mostrado se encuentra invadido por el relato de lo que no está contando. Si bien el temperamento experimental de su autor, parte indisoluble de su personalidad, sobrevuela el metraje y se materializa en fugas de imágenes distorsionadas (un relato paralelo en el que el radicalismo de su lenguaje toma cuerpo y conciencia en el espectador), la película alcanza en su conjunto una sujeción turbadora, donde cada acción y parlamento que se desliza con indiferencia aqueja la memoria sensible. Es entonces cuando un abrigo de piel, una anécdota acerca de Canadá (o Kanada), la mención soslayada a Siemens o IG Farben, o la pretensión de revestir un muro con enredaderas que preserven la hedonista vida pequeño-burguesa a espaldas de la atrocidad (en un soberbio y conciso retrato de personaje), encuentran un eco hueco y montuoso.
El maestro alemán Michael Haneke sostuvo en una tertulia celebrada en 2012 por The Hollywood Reporter que ningún retrato de la shoá debía aceptar la manipulación o el melodramatismo, sino mantener una prudente distancia a la hora de ser trasladado a la pantalla. Su cine, íntimamente relacionado con la violencia y la crueldad esencial de la naturaleza humana, probablemente sea el epítome del pudor que, unos pasos alejados de su asignatura, analiza el dolor con un impacto sobrecogedor y con un sentido ético que desde la escritura y la puesta en escena vertebra una filmografía cercana a lo intachable.
La zona de interés transita semejante camino, igualmente contenido e impávido. Jean-Luc Godard dijo en alguna ocasión que “el trávelin es una cuestión moral”, quizá, y según Glazer, la noción moral resida en en el tenor, juicioso y reflexivo, de la propia oración fílmica.
FICHA TÉCNICA
Título original: The Zone of Interest
Año: 2023
Duración: 106 min.
Director: Jonathan Glazer
Nota en IMDB: 7,9
Nota en FilmAffinity: 6,8
Nota del crítico: 4,5/5
La película está disponible en cines.
Únete a nuestro boletín