LA BATALLA POR LA EXCELENCIA
Dos alumnos del Programa de Apoyo a Deportistas Universitarios de Alto Nivel (Paduan) de la UJA cuentan cómo es compaginar la vida académica con la competición; hablamos con la responsable de la iniciativa y con una tutora
De los libros a la competición y del rigor en la actividad física a la exigencia de las aulas. Ése es el bucle que explica la vida de los estudiantes adheridos al Programa de Apoyo a Deportistas Universitarios de Alto Nivel (Paduan) de la UJA, pionero en Andalucía. Este año hay 17 estudiantes en liza —han pasado 107 en total— y este periódico se acerca al día a día de dos de ellos. Compromiso y orden son dos de las cualidades para marcar la diferencia en las esferas deportiva y académica. El 'precio' a pagar va a más allá de prescindir de las fiestas de los jueves; hay que hacer de la virtud una cualidad identificativa.
Gema Torres es la directora de Secretariado de Actividad Física, Deporte y Salud de la UJA y lleva al frente del Programa Paduan desde comienzos de 2019. Cuenta que el número de universitarios adheridos ha fluctuado desde el origen en 2016 hasta la actualidad, si bien fluctúa entre los 10 y 20.
"Hubo un cambio fundamental en noviembre de 2020, cuando también contemplamos incluir a los deportistas que compiten en los campeonatos universitarios", recuerda. En cualquier caso, el requisito para acceder al programa es contar con el certificado de deportista de alto nivel a través del Consejo Superior de Deportes o de la Junta de Andalucía. "También entran quienes quedan entre los tres primeros puestos del Campeonato de España Universitario", agrega.
A la hora de los perfiles, Gema Torres advierte que sobresale una característica: son personas hábiles para resolver problemas. Ella y su compañero Álvaro Trujillo, jefe de Servicio de Deportes de la Universidad, son los tutores deportivos. "Los alumnos nos consultan cualquier tema relaciono con la práctica. Por ejemplo, la adquisición de un material específico", indica. Todos tienen acceso libre al gimnasio de la UJA.
Los guías semanales de los universitarios en Paduan son los tutores académicos, que intermedian con los docentes en cuestiones imprescindibles como combinar las agendas deportivas y académicas.
"CUMPLES EN TODO CON UN BUEN RITMO"
Francisco José Castillo Mulero (Puerto de Santa María, Cádiz, 2005) estudia Ingenería de Telecomunicaciones en la Escuela Politécnica Superior de Linares y defiende los colores del Club Tenis de Mesa Portuense en Primera División Nacional, la tercera categoría de la práctica en España. "Si tienes un buen ritmo de trabajo tanto en clase como en los entrenamientos, lo sacas todo adelante. Pero claro que hay momentos de agobio", reconoce consultado por Lacontradejaén.
Castillo reside en el Centro de Igualdad Villa María, donde también estudia su hermano Pablo, que cursa cuarto de ESO al tiempo que practica tenis de mesa. "Nos viene de familia. Mi padre, Fran Castillo, y mi tío, Moisés Mulero, jugaron durante años", cuenta un palista que se define como "ofensivo" y que quiere llegar a Superdivisión.
El gaditano ya formó parte del Centro de Excelencia Educativa y Deportiva el curso pasado, cuando estaba en segundo de Bachillerato en el IES Huarte de San Juan de Linares. Sabe lo que es cumplir con programas de trabajo exigentes. Lunes, martes y jueves entrena mesa y físico; miércoles, sólo mesa, y el viernes viaja para competir cada fin de semana. A clase va por la mañana y estudia desde las 18:00 hasta las 21:00 horas.
De momento asiste al aula con regularidad. Si se le coincide una concentración o un torneo con una práctica o con un examen, contacta con Damián Martínez, su tutor académicao. "Hace poco tuve una reunión con él para organizar el tema de las competiciones", señala.
¿Qué hace falta para asumir esta disciplina (casi) militar? "Además de ser un poco friqui de la productividad, la constancia es básica", resume.
"HAY QUE APROVECHAR LA AYUDA; ES UN ORGULLO PARA LA UNIVERSIDAD"
Elena Torres Rubio (Torredelcampo, 2004) simultanea segundo de Psicología con la lucha olímpica, disciplina en la que ya ha sido campeona de España y ha ganado torneos internacionales en Italia y en Francia, además de ser cuarta en los Juegos Mundiales de 2020 celebrados en Budapest (Hungría).
Llegó a la lucha olímpica por su tía y entrenadora, Antonia Torres, su entrenadora. "Empecé como un juego y luego se convirtió en mi pasión", resume. Es su segundo año bajo el manto de Paduan y alaba las facilidades que da el programa para conciliar los torneos con el grado. "El principal consejo que le doy a los alumnos que tengan esta oportunidad es que la aprovechen. Los tutores trabajan para que estemos cómodos siempre", apunta.
Torres entra a la Biblioteca de la UA a las 08:00, luego va a todas las clases y a la tarde, ya en Torredelcampo, llega el turno del deporte: entrena de 16:0 a 17:30, posteriormente forma a menores y después prosigue con su entrenamiento. "A veces hay momentos de estrés, como en la época de exámenes, pero llevándolo todo al día sales adelante", manifiesta.
Asume que el sacrificio "más grande" es el tiempo que no está con sus amigas, ya sea en fiestas o en cumpleaños. "Me los pierdo a menudo por entrenamientos o competiciones. Además, siempre tengo que controlar la dieta para competir", sentencia.
"DAMOS APOYO A GENTE CON LA CABEZA MUY AMUEBLADA"
María Dolores Escarabajal, decana de la Facultad de Humanidades y de Ciencias de la Educación, lleva cuatro cursos como tutora académica en Paduan. Este año guía a tres estudiantes, entre ellos a Elena Torres (además de Marta Navas y Alejandro Peragón). "Lo primero que hago cuando un docente tiene en clase por primera vez un alumno del programa es llamarlo y explicarle todo", señala en declaraciones a este periódico.
La decana remarca que el contexto formativo implica atender a universitarios con "necesidades educativas especiales". "Y no es un cheque en blanco ni piden a la carta; tienen que cumplir. Hablamos de personas que se toman el deporte como un trabajo y además sacan tiempo para estudiar", apostilla.
El contacto del tutor con los alumnos sigue una dinámica estandarizada y pasa por un primer contacto vía correo electrónico que deriva en tutorías para conocer al detalle las necesidades de cada uno. "Si están en una titulación con doble turno, les facilitamos el que más le conviene para compaginarlo con el deporte", ejemplifica.
En esencia, los tutores catalizan. Es decir, convierten un (posible) programa en una solución. "Mi balance de Paduan es muy positivo. Tenemos que seguir dando apoyo a personas que se esfuerzan al máximo y que tienen la cabeza muy bien amueblada", razona.
Gema Torres recuerda sus días como tenista, deporte al que le debe todo, y hace una reflexión: "Conocemos a quienes llegan a la élite, pero no a los que se quedan en el camino. En España es muy difícil vivir de las prácticas que no son mayoritarias".
Francisco José Castillo y Elena Torres, como sus otros quince compañeros, conocen el camino para combinar el deporte y los estudios universitarios: orden, descanso y trabajo duro.
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