"Si pasa entre semana, hubiera sido una auténtica tragedia"

Ana Sabariego trabaja en la cafetería Regina, justo al lado del mercado. "Nunca he sentido tanto miedo en mi vida", resume la joven aún conmocionada por lo ocurrido

A Ana Sabariego aún le cuesta respirar. "Nunca he pasado tanto miedo en mi vida", resume mientras toma aire para explicar los momentos de "pánico" que ha vivido nada más escuchar la "enorme explosión" que procedía del Mercado de Abastos, ubicado junto a la cafetería Regina, en la que trabaja y donde se encontraba con seis clientes -dos de ellos personas mayores-, en el instante en el que se venía abajo el edificio. La joven nada más producirse el estallido, y después de constatar de que no había nadie herido, ha salido a la puerta y se ha encontrado con una imagen dantesca. El fuerte viento ha hecho, incluso, que perdiera el equilibrio. Por fortuna, no ha sufrido ningún tipo de daño, pero reconoce que si llega pasar entre semana "hubiera sido una auténtica tragedia". "Aquí viene mucha gente a desayunar y es una zona muy concurrida. Lo primero que he pensado ha sido: Madre mía si pasa en un día normal de trabajo", resume.

Pocos minutos después del derrumbre de la techumbre del mercado, que ha afectado a toda la manzana, han llegado al establecimiento los propietarios. Han comprobado con sus propios ojos los efectos del suceso. La cafetería ha sufrido importantes daños en su fachada debido a los escombros caídos sobre la calle. Ana Sabariego se encuentra bien, al igual que Gustavo Simón que vive a pocos metros de la plaza de abastos, donde suele comprar productos frescos. Al igual que la empleada del Regina, aún no sale de su asombro. "Me sentido como se movía la tierra. Ha sido un estruendo tremendo. Cuando he bajado a la calle todo estaba lleno de polvareda", comenta. Por fortuna, no ha habido que lamentar víctimas mortales, solo un agente herido leve. Los bomberos siguen buscando entre los escombros por si hubiera alguien sepultado.