César Bona y el viaje a la niñez

El docente recomienda educar para la vida en una conferencia cargada de juegos e interpelaciones al público

Son ya dos años los que lleva César Bona impartiendo conferencias por medio mundo. Es el tiempo que le ha servido para absorber experiencias de centros e institutos que ahora vuelca en sus charlas. Ayer pasó por Alcalá, compartió inquietudes con un buen puñado de docentes y dejó una idea: hay que regresar a la niñez para que el proceso educativo sirva para la vida.

Media hora antes de que empezara la ponencia de uno de los profesores más médiáticos de España, el Teatro Martínez Montañés estaba atascado en la puerta, tanta gente dentro, a la espera de que por fin se abriera otra puerta de cristal, como fuera, en la calle. El poder de convocatoria de Bona es indiscutible.

Junto a la sala donde daría la conferencia era posible adquirir ejemplares de Las escuelas que cambian el mundo, su último libro. Bona propuso, respaldado por el Ayuntamiento, que en lugar de dinero la gente dejara alimentos para Cáritas y Cruz Roja. Hubo solidaridad por parte de los asistentes en unas fechas donde vuelven escenas inhumanas: jornaleros de fuera durmiendo en cajeros y en los aledaños de la Estación de Autobuses.

“Se nos olvida jugar. Es la mejor manera de aprender”, dijo el ponente, ya en el foco del público. Lo dijo y propuso un juego: que cada cual señalara a un punto y pensará en renombrar la realidad. Cuando Bona proponía juegos a los asistentes, los grababa con el móvil. Cuestión de seguir aprendiendo.

La charla se titula Mira a tu entorno, y desde los asientos era mayoría el personal docente de Alcalá y el resto de la comarca, dispuesto a empaparse de las lecciones del ponente.

Bona remarcó conceptos propios de los nuevos tiempos educativos, de quienes defienden un modelo más moderno: potenciar los talentos individuales —que todo el mundo tiene— y la importancia de que cada cual se conozca a sí mismo.

Más ideas: “Somos influencers”, “la escuela no es una burbuja ni somos islas” y “hay que hacer asambleas”. Las libretas de algunos asistentes se llenaban con las indicaciones de Bona; los apuntes del día.

El docente también indicó que los retos de hoy son resistencia al cambio, el pulso entre el modelo tradicional y el nuevo, y la innovación como el umbral del trabajo en equipo.

Antes de las preguntas de los asistentes, las firmas de libros y charlar con los asistentes, como un compañero más, el último apunte: “Las familia es el primer órgano educativo”.