Guillermo por fin tiene su pilarillo

Detrás de cada petición hay una historia. Esta es la de Guillermo, del barrio El Almendral, que por fin tendrá fuentes y boca de riego

Guillermo tenía seis años, aproximadamente, cuando pidió tener un pilarillo o una fuente. Seguramente la quiso para beber agua mientras jugaba en el barrio donde se crió, El Almendral. Hoy ha crecido y ya le queda poco para ir a la Universidad. Es de mayor cuando verá satisfecha su demanda. Sus vecinos no perdieron la esperanza y año tras año demandaron dos fuentes y una boca de riego que ya son una realidad. 

"Se iba a llamar pilarillo Guillermo. El chiquillo tenía entonces seis o siete años y ya casi va a ir a la Universidad, así que fíjense los años que llevamos reivindicando el pilarillo". Son las palabras de agradecimiento de Dimas García Cruz, vicepresidente de la asociación de vecinos del barrio de Jaén que expresa, en nombre de todos, la satisfacción porque por fin, después de tantos años, se haya atendido la solicitud de colocar dos fuentes para beber, en las calles María Zambrano y Virgen Blanca, y bocas de riego que permitan atender las zonas verdes que los residentes ahora se esmeran en mantener en buen estado regando con sus propios medios.

La buena nueva la ha llevado el concejal de Contratación y Control de Empresas Concesionarias, Francisco Lechuga. Noticias que no sólo afectarán a esta zona, porque el Ayuntamiento de Jaén trabaja ya en la adecuación e instalación de nuevas fuentes de agua para consumo.

La ciudad cuenta con 71 fuentes ornamentales y 214 para beber que hay que mejorar. "Estamos impulsando una iniciativa, que dotaremos presupuestariamente para 2020, con vistas a trabajar en la puesta en servicio de este mobiliario urbano que tan útil es en esta época del año. Mientras tanto, con los recursos disponibles, atendemos peticiones puntuales”, ha aclarado el edil.

Así, en colaboración con las concesionarias Aqualia e Indra-Alisea se han acometido la instalación de pilarillos en algunos barrios que no contaban con ellos y el diagnóstico y reparación de otros que durante mucho tiempo no han funcionado para ponerlos de nuevo en servicio o comprobar su utilidad. Conforme haya disponibilidad, se irán respondiendo las demandas de cada barrio. "Ahora vamos resolviendo cuestiones puntuales al tiempo que hacemos un diagnóstico de la situación", concluye.