Una noche para aterrizar en lo verdaderamente importante

Unas trescientas personas acompañan a ALES y sus 'mariposas' en una gala solidaria cargada de emoción y recuerdos para Juan Galera y su familia

La sociedad vive en un mundo cada vez más intenso, más ajetreado, más crispado, más polarizado y más estresante. En medio de una vorágine de velocidades de vértigo, noches como las de ayer hacen que una aterrice en la realidad de lo verdaderamente importante. Así lo sintieron los aproximadamente trescientos invitados que participaron en la VI Gala Solidaria de ALES Jaén. Si la cita ya es especial y entrañable de por sí, lo que se vivió anoche en Ifeja fue un paso más allá.

El estremecedor minuto de silencio llenó de calor, desde la distancia, a la familia de su presidente, Juan Galera. El fin de semana pasado falleció su hija, Ana Galera, y desde entonces las muestras de condolencias han sido infinitas. También anoche. Y es que, tras la triste noticia eran muchas las dudas sobre si la cena debía seguir adelante o no. 

"Pensándolo mucho y por el bien de nuestra asociación, hemos decidido seguir adelante", anunciaba hace unos días la asociación en un comunicado. Y la gala se convirtió en un "merecido homenaje" a las familias de ALES, a Ana Galera y a todas las mariposas de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Jaén.

Anoche, en cada mesa había una historia que contar, un camino de lucha que admirar, un esfuerzo continuo que premiar. Los reconocidos en la ceremonia eran el altavoz de todos aquellos que de manera anónima trabajan codo con codo para que estos pequeños vivan alegres. Y los galardonados devolvieron el aplauso a ALES y a todas esas familias que representan, los verdaderos protagonistas.

Los premiados fueron Arturo Molero, Magdalena García, Juanjo Morales, Nabil Benomar, Gilsan Bus, Jadisa, Onda Cero y Lacontradejaén.

En una velada amenizada por el violinista Álex Medina, también se aplaudió el arte culinario de las chefs que ofrecieron la cena de degustación. Raquel, del restaurante El Curro, sirvió un salmorejo con helado de Aove. Carolina, del restaurante La Perdiz, agasajó a los invitados con tallarines de espárragos y setas con solomillo y salsa de calabaza. Montse, chef de La Cantina, preparó por un caldito de potaje carmelitano con su papajote de bacalao. Leticia, de D Gustar, propuso una cama de puré de patata violeta con merluza y salsa de setas trufada con aove. El postre fue a cargo de Caty, de Pastelería Berry. Una pirámide de turrón con jengibre y sopa de laurel. 

Y el toque final lo dieron las y los alumnos de la Escuela de Música y Danza Antonio Soler. Un maridaje perfecto para una noche de emociones y mariposas, en el estómago y en el cielo.