Ortega Sagrista, un jiennense de la historia y para la historia

Se cumplen en 2023 treinta y cinco años años del fallecimiento del reconocido cronista e investigador, cuya obra es todo un referente para el conocimiento de Jaén

Para muchos (seguramente los más jóvenes), Rafael Ortega Sagrista no es más que un nombre y dos apellidos sobre un rótulo azul municipal, en el barrio jiennense de la Alcantarilla, cuyo parque bautiza y preside encarnado en un monumento de jaenerísimo sabor: una piedra de molino como aquellas con las que el propio personaje convivió durante décadas en su ensolerada casería. 

Pero para muchos más decir don Rafael es sinónimo rotundo de Jaén, de tanto amor como este insigne historiador de su ciudad y provincia tradujo en un sinfín de páginas de libros y revistas hasta desvelar detalles del más trascendental de los acontecimientos o la anécdota prácticamente inédita. 

Treinta y cinco años años se cumplen, en 2023, de la muerte del autor de Escenas y costumbres de Jaén, entre otros muchos títulos: "Rafael sabía / tanto de este pueblo / que era licenciado / en saber jaenero. La palabra justa / y medido el gesto, / que a orgullo tenía / ser olivarero", escribió de él el llorado poeta marteño Miguel Calvo Morillo con motivo del homenaje que 'su' Cofradía de la Expiración le rindió en 1998, a diez años de su marcha. 

UN AMPLIO LEGADO

La herencia intelectual y costumbrista del escritor está contenida en obras como Dibujando en Jaén (con dibujos de Luis Berges), Historia de las cofradías de Pasión de Jaén y sus procesiones de Semana Santa, La iglesia de San Ildefonso y otras muchas, pero su legado va más allá de los lomos y las páginas. 

Ahí está su influencia en un buen número de discípulos cuya aportación al conocimiento de la historia y las tradiciones jaeneras tiene su cenit en Manuel López Pérez , que de alguna manera completaría, a lo largo de su trayectoria y hasta su último día en el mundo, el ingente trabajo de su mentor y maestro. 

En esa línea figura el folclorista villargordeño Francisco Jiménez Delgado, quien reconoce el magisterio de Ortega Sagrista y evoca la figura del que fue su amigo y tutor en las arduas tareas de la investigación histórico-costumbrista jiennense:

"Don Rafael y su obra son básicos para entender, por ejemplo, la Semana Santa de Jaén", sentencia, y apostilla: "Para mí era el Dios de la Semana Santa local, en el sentido de que era el hombre más sabio al respecto; y tengo la gran suerte de que él, que falleció en verano, me entregó tres o cuatro cajas sabedor de la importancia que iban a tener aquellos escritos allí contenidos (una colección de fotografías impresionantes de los años 40, 50 y 60". Jiménez concluye: "Tuve con él una relación muy estrecha, y auténtica veneración por lo que hacía". 

APROXIMACIÓN BIOGRÁFICA

Nacido en Jaén en 1918, don Rafael procedía, por parte paterna, de familia de médicos, y de la nobleza provincial por vía materna. 

Se licenció en Derecho por la Universidad de Granada y con apenas veintinco primaveras ingresó en el Cuerpo Técnico de Hacienda, en cuyas delegaciones onubense y de la capital del Santo Reino prestó sus servicios. Asimismo fue profesor ayudante de la Cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Madrid.

Académico de la Real de la Historia, de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría y de la Bibliográfica Mariana Virgen de la Capilla, consejero del Instituto de Estudios Giennenses, consejero provincial de Cultura y de Bellas Artes, gobernador de la Santa Capilla, cronista cofrade, columnista... 

"Hay algunas cualidades que definen al verdadero historiador y entre ellas algunas son difíciles de conseguir; me refiero, entre esas difíciles, a la tolerancia y a la comprensión. No somos los españoles muy dados a la tolerancia y, sin embargo, Rafael Ortega es un historiador que se nos ha manifestado siempre tolerante con pensamientos, situaciones y hechos históicos", evocó el ilustre catedrático Luis Coronas Tejada con el pensamiento puesto en don Rafael. 

En el nicho 406 de la sección 13 (Santa María Magdalena) del cementerio de San Fernando descansan los restos mortales del protagonista de este reportaje. 

Un insigne de aquí al que el poeta Molina Verdejo clavó en unos elegantes tercetos encadenados: "Aquella cortesía desusada / con que sacaba el alma a sus afueras, / era nostalgia de una edad pasada". Ortega Sagrista un jiennense de la historia y para la historia.