Las terrazas del casco histórico tendrán un 70% de bonificación

El Ayuntamiento de Alcalá incentiva la actividad hostelera en el casco histórico a cambio de que los empresarios abran fines de semana y festivos

Cambios a la venta en la escena hostelera de Alcalá la Real. El Ayuntamiento incentivará con una bonificación del 70% de la tasa a los hosteleros que pongan terrazas en el casco antiguo. La fórmula, aplicada en otras ciudades, implica que los empresarios deberán abrir los establecimientos los fines de semana y los festivos. Las solicitudes pueden ser temporales, para épocas concretas como el verano.

Marino Aguilera, alcalde de Alcalá, explicó ayer a los medios una de las novedades de la nueva ordenanza, que justo ahora está en exposición y pasará por el pertinente periodo de alegaciones antes de llegar a pleno. La idea de dar una ayuda atractiva para revitalizar el conjunto histórico entronca con uno de los caballos de batalla del turismo en el municipio: propiciar una oferta complementaria al destino. Y ahí la gastronomía local resulta imprescindible, tal y como defendió Aguilera: "No puede ser que lleguen turistas y no haya donde tomar un café en el centro", ejemplificó.

Precisamente hoy se celebra en el Convento de La Trinidad la Jornada de Divulgación de la Calidad Turística en Alcalá la Real, que implica a ponentes de alto nivel en tres mesas temáticas, desde las 09:30 hasta las 14:00 horas. La cita pretende aportar luz sobre las potencialidades del turismo y ahondar en las ventajas de la metodología de calidad Sicted.

El alcalde se reunió anoche con profesionales hosteleros para trasladar las precisiones de la nueva ordenanza. Previamente, el Ayuntamiento convocó vía carta a 61 empresarios que en algún momento han solicitado desarrollar su actividad en el espacio público con barras. "Queremos limar aspectos que generan controversia, como las tarimas metálicas, que deberán contar un tapiz o algo que evite molestias", añadió.

Juanma Marchal, concejal de Turismo y Comercio, especificó que las terrazas contarán con una suerte de matrícula visible, en aras de la transparencia y a la manera de las colocadas en el mercadillo. El objetivo, delimitar con claridad la actividad profesional y evitar invasiones del espacio público.