Abyda medita una concentración por la perrera

Abyda amplifica sus protestas por el estado de la perrera municipal y pide más control sobre la empresa encargada de recoger a los animales abandonados

Caos en las protectoras

El asunto de la perrera municipal sigue vivo y enquistado. Abyda ha vuelto a denunciar públicamente el mal estado de las instalaciones y hoy mismo tiene previsto hacer una visita al lugar con representantes de JeC. Puede ser el umbral a una concentración para presionar al Ayuntamiento.

"Queremos que comprueben de primera mano lo que no vieron la edil de Sanidad y el representante de FCC. No lo vieron porque no quisieron", señala la protectora. Mariana Moreno, una de las voluntarias, indica a este diario, que es vital que se cumplan las condiciones del contrato que firmó la FCC, encargada de recoger a los perros abandonados, a principios de año. "Hay cosas que están incumpliendo", asegura.

No es la primera vez que Abyda cuestiona los protocolos de la empresa, así como ha criticado que, siempre según su versión, la Policía Local traslade al refugio a canes abandonados. La tensión con la Concejalía de Sanidad es notoria desde hace tiempo. Apenas hay diálogo, según ha podido saber este periódico. "Doce jaulas no son suficientes para las recogidas que hace FCC y los coches patrullas de la Policía Local", advierte Moreno.

QUEJAS POR EL VALLADO Y LOS ESPACIOS DE LOS PERROS

La protectora está cansada de pedir que renueven el vallado, con rejas oxidadas, y falta de espacio que propician los enfrentamientos entre los perros. Abyda ya puso en el foco que el mantenimiento es, a su entender, precario, basado en riegos con manguera.

El partido Pacma ya ha lamentado en varias ocasiones que los voluntarios tengan que velar por las condiciones de la perrera, donde hay cerca de una treintena de animales. La asociación mantiene a 220 incluyendo a las casas de acogida.

Que la protectora implique a JeC es una forma de amplificar las quejas, aunar voces para sus reclamaciones tomen fuerza y no sean percibidas como quejas de "cuatro gatos". "Somos muchos los que queremos que el Ayuntamiento controle a la empresa adjudicataria del servicio de recogida de perros abandonados. Para eso pagamos impuestos", sentencian.