ENTRE TECLAS Y SEGUIRIYAS

A las puertas de cumplir 29 años años se ha convertido en el pianista principal del Ballet Flamenco de Barcelona y detrás de sus teclas se esconde una larga historia de dedicación. Alejandro Martínez ha pasado de tocar en el balcón a ir de gira por el mundo

Jaén se convertirá del 21 al 30 de abril de 2022 en el epicentro mundial del piano. Lo hace cada año desde hace 63 de la mano de un certamen internacional que cambia la fisonomía de parte de la ciudad y las notas musicales viajan desde el Teatro Infanta Leonor a las calles. El Concurso Internacional de Piano 'Premio Jaén' es el evento más relevante, por su prestigio y su larga trayectoria, del panorama cultural de la provincia. Se trata de una de las citas más antiguas de España en su modalidad musical, que ha sido ganado a lo largo de sus 62 ediciones pasadas por pianistas de 20 países distintos, una característica que certifica su repercusión internacional.

Chico Pérez, Christian Palomino, Esteban Ocaña, Rubén Fernández, Alfonso Aroca... Son algunos de los nombres propios que la tierra olivarera por excelencia ha regalado al mundo de las teclas en blanco y negro. Y entre ellas la de Alejandro Martínez (Andújar, 1992). A las puertas de cumplir 29 años años se ha convertido en el pianista principal del Ballet Flamenco de Barcelona y detrás de sus teclas se esconde una larga historia de dedicación.

—Esta experiencia ha sido un gran paso tanto personal como profesional en mi carrera ya que hasta ahora todas las actuaciones que he realizado habían sido dentro del panorama nacional.

Tocar con el Ballet Flamenco de Barcelona le ha llevado a dar el salto hacia los escenarios internacionales. Arrancó con una gira en Bulgaria para, después, seguir trabajando con la compañía para próximas funciones en Rumanía, Serbia y España.

LA HISTORIA DETRÁS DE UNA PASIÓN NACIDA EN LA NIÑEZ

¿Cómo se llega hasta un punto tan destacado? Con esfuerzo, dedicación y sin flaquear ni un momento por el camino.

—En estos meses de trabajo he podido evolucionar musicalmente al poner en práctica nuevas maneras de interpretar y trabajar con el piano, así como de entender la música.

Siente la música desde bien pequeño a pesar de que no puede decir aquello de que le viene de herencia. En su familia más allegada no hay músicos, o al menos eso cree. Aunque echando la mirada atrás recuerda que, quizás, un tatarabuelo suyo tocara el saxofón. Su madre es pieza fundamental en su carrera; la que le ha inculcado el gusto por las notas de tanto escucharla cantar. Durante la conversación se le viene a la cabeza ese piano de juguete que tenía cuando era pequeño y repetía las canciones populares que ella le recitaba. Fue entonces cuando detectaron que tenía oído; un talento especial. 

—Con siete años llegó el momento de hacer las pruebas. Para piano siempre quedan pocas plazas. Pero lo tuve claro: o era piano, o nada. 

Y lo fue. Cursó sus estudios a caballo entre los conservatorios de Andújar, Linares y Jaén. En 2010 inauguró la octava Maratón de Piano de Jaén y en este mismo año participó en el IX Concurso de Jóvenes Intérpretes de Instrumentos Musicales “Ciudad de Jaén”, obteniendo el primer premio en la especialidad de piano. En 2011 inició sus estudios de Grado Superior en el Conservatorio Superior de Música de Aragón, recibiendo las enseñanzas de los profesores de piano Iván Cítera y Lluís Rodríguez Salvá. 

En 2014 tocó, junto con otros pianistas, en el concierto monográfico sobre el compositor contemporáneo George Crumb en el cual se interpretan los cuatro volúmenes del Makrokosmos en el Auditorio “Eduardo del Pueyo” del Conservatorio Superior de Música de Aragón. Y ese mismo año se trasladó al Conservatorio Superior de Música “Rafael Orozco” de Córdoba para finalizar sus estudios musicales con el profesor de piano Antonio Cantero. Es en este conservatorio donde, al mismo tiempo, recibió formación en la especialidad de Pianista Acompañante de Danza con el Doctor especialista en dicha materia Isaac Tello.

Ha tocado en un sinfín de eventos y colaborado con entidades de toda índole hasta que en noviembre de 2016 dio su primer concierto de piano, como solista, dentro del XV Festival de Piano “Rafael Orozco” de Córdoba en la modalidad de Jóvenes Talentos. Ese mismo año comenzó a impartir clases en Granada, en el centro Vento. "Juventud, implicación, tenacidad y talento". Son los adjetivos que le dedican desde la academia. 

TOCANDO EN EL BALCÓN

Como a tantos y a tantos ciudadanos, la pandemia ha marcado un antes y un después en su vida. Los domingos tocaba en el balcón de su casa, en la Corredera Capuchinos. Desde su pequeño rincón iliturgitano intentó hacer más ameno el confinamiento a sus convecinos, que poco a poco empezaron a mandarle peticiones por correo electrónico o a través de las redes sociales. Alejandro Martínez siempre las atendió, como ese mensaje de Instagram que le abrió las puertas a un nuevo panorama profesional.

Por la red social se enteró que el Ballet de Flamenco de Barcelona buscaba pianista y envió su currículo. Pasó el tiempo y no contactaron con él, por lo que ya creyó que había pasado su tren. En mayo, la subdirectora le escribió por este mismo espacio. La gira por Bulgaria estaba a la vuelta de la esquina con lo que tocó trabajar a contrarreloj. Le enviaron el repertorio y, a distancia, ensayó durante un mes. Una semana antes de viajar, aproximadamente, lo hizo de manera presencial con los que hoy son ya grandes compañeros. Tan contentos quedaron con el iliturgitano que hoy es el pianista titular y ya se prepara para marchar a Rumanía y Serbia.

Tangos, seguiriyas y alegrías, entre otros palos con los que ahora invaden su repertorio.

EL CONTACTO CON EL FLAMENCO

El flamenco, estilo con el cual ya había tratado años atrás, le ha aportado un gran abanico de posibilidades para expandir sus horizontes musicales. Pone en práctica ritmos más complejos combinándolos con la danza de forma que requiere de un estado de sincronización completo con el arte. Sin duda alguna, lo más importante para este andujareño ha sido el trabajo en equipo con todas las personas de la compañía.

—Todos podemos aprender de todos, en cada ensayo, en cada actuación, o en cada situación de convivencia. El buen ambiente y la gran unidad de todo el equipo, junto con el compromiso de trabajo ha llevado a que todos diéramos lo mejor que tenemos sobre el escenario, sintiendo una emoción indescriptible tras ver al público aplaudiendo con ganas, gritando olé y muy ilusionados con el flamenco. Dicha sensación fue mas intensa al mirar a todos mis compañeros en el escenario muy agradecido pues, aunque estoy recién llegado, me ayudaron desde el principio con todo, sintiendo esa sensación de equipo y a la vez de amistad. Sin duda alguna ha sido una de las experiencia mas importantes que he podido vivir.

Y las que le quedan por delante. Porque a buen seguro que el nombre de Alejandro Martínez recorrerá el nombre como uno de esos tantos abanderados de Jaén, cuna de talento tantas veces olvidada.