Noventa mujeres volcadas en la igualdad en Venta de los Santos

La asociación Andrea Briz, que agrupa a la mayoría femenina del municipio, supera las tres décadas de existencia y mantiene una agenda imparable todo el año

Treinta y un años, que se dice pronto, lleva la Asociación de Mujeres 'Andrea Briz' de Venta de los Santos luchando por la conquista de la igualdad entre sexos, desde la pedanía de Montizón. 

Más de tres décadas bajo el nombre que rinde tributo a aquella partera del lugar por cuyas manos pasaron muchos pero que muchos de quienes hoy peinan canas en la aldea, como explica a Lacontradejaén Purificación Peláez, presidenta de este colectivo desde hace la friolera de catorce años: "Somos una de las asociaciones que más socias tenemos", celebra.

Y es que rondan las noventa componentes: "El pueblo es chico y no tenemos otra cosa, es la única manera que tenemos de salir", asegura la presidenta. Algo tendrá el agua cuando la bendicen, reza un refrán. Pero mucho de acierto hay en esa reflexión suya, porque si bien es cierto que la asociación nació para luchar por la igualdad entre ellos y ellas, no lo es menos que su agenda destaca por mantenerse activa todo el año, y eso atrae mucho, pero que mucho.

Viajes culturales (el próximo, ya mismo, seguramente a Cazorla); comidas de convivencia (en Navidad, para las socias de la pedanía) o en primavera, en comunión con las compañeras de la comarca; el 8 de marzo, Día Mundial de la Mujer, en que acuden a Jaén capital para participar en la preceptiva manisfestación multitudinaria, o citas para pasarlo en grande como el Carnaval: "Esa es la preferida", afirma, y apostilla: "Hacemos una comparsa, inventamos una canción y casi todos los años nos llevamos el premio". Un dinerillo que cae como agua de mayo en las arcas de la asociación. 

Ah, y la Cruz de Mayo, la fiesta ibicenca de agosto... Ibicenca pero de verdad, vaya que sí: "Nos vestimos de blanco, bailamos, comemos, bebemos...". O sea, un día de esos que se hacen de todo menos largos. 

En otoño se convierten en personaje de un poema de Leopoldo Panero y van de castañeras, pueblan el pueblo con esas humaredas de antaño y, otra vez, unos eurillos a la saca para invertirlos en nuevas actividades, que la cuota no da nada más que para lo que da. Luego, allá por noviembre, actos por el Día Contra la Violencia hacia la Mujer, y hasta en plena campaña de la aceituna no las arredra el cansancio y, por las tardes, cuando vuelven del tajo, siguen currando por su colectivo. 

Y ellas, encantadas de la vida de hacerlo. Por poner una pega, la sede, que las trae por la calle de enmedio, que las tiene en vilo: "Estamos en un local cedido por el Ayuntamiento, pero nos vamos a quedar sin él; queremos un aula de la escuela, pero ya veremos". ¡Teniendo en cuenta, como ellas mismas confirman, que su actual lugar de reunión no cuenta "ni con climatización ni con aseo"...! 'Andrea Briz': noventa mujeres volcadas en conseguir la igualdad en tierras de Montizón.