Las mismas caras de siempre

El Barça y el Movistar Inter acceden a las semifinales de la XXXIV Copa de España de Granada tras eliminar al Viña Albali Valdepeñas y al UMA Antequera, respectivamente

Cuando llega la Copa de España siempre se concentra en el estómago esa incertidumbre de lo que puede deparar el torneo en el ámbito de las sorpresas. Todos los equipos llegan en forma y con ganas de mojar las barbas a los teóricos favoritos. Tras el primer día de la trigésimocuarta edición, sin embargo, quedan vivas las mismas caras de siempre: Barça y Movistar Inter. Con más o menos sufrimiento, pero las mismas.

Eso sí, viene siendo costumbre desde hace unos años que haya colores predominantes en las gradas de la Copa de España, sea donde sea que se celebre el torneo. También se ha de decir que las últimas ediciones han favorecido que ese color sea el azul para beneplácito de los seguidores del Viña Albali Valdepeñas, quienes han encontrado en el fútbol sala el refugio idóneo para celebrar sus ilusiones con el vino de sus tierras. El rival con el que abrían este torneo fomentaba que mejor se encarara el partido borracho, pues así los golpes duelen menos. El todopoderoso Barça. El primero, eso sí, lo dieron ellos cuando Claudino azotó en el segundo palo y el descanso hacía figurar que los manchegos iban un gol arriba. Parecía que jugaban en casa.

El cuadro catalán, por inercia y escudo, debía inclinar la pista hasta la portería de Edu y eso, a la vez, obligaba que las inmediaciones de Dídac fueran más frágiles. Las visitas al meta de Arenys de Mar deberían haber sido más dañinas para los vinícolas, pero no contaron con que fuera el propio cancerbero quien llamara a la portería rival. En este juego de guardianes, Edu estaba cerrando todas las puertas hasta que Adolfo le enseñó quién tenía la llave maestra. Después se la mostró a Pito para que siguiera abriendo camino hasta el 1-2. La remontada estaba servida.

Las prisas por buscar más faltas que goles parecía condenar al Valdepeñas hasta la aparición de Ivi, un experto en revirar este tipo de partidos. Volvía el empate con sólo cinco minutos por disputarse y también cinco faltas para cada uno en una acción rocambolesca por mano de Pito que el propio brasileño enmendó en la siguiente jugada: bajó un balón del cielo y, a la segunda, puso en ventaja de nuevo a los catalanes. La magia del maestro de llaves (otra vez). Ni siquiera el portero-jugador castellanomanchego pudo romperla y el Barça llegó a su quinta semifinal consecutiva de Copa de España (3-2). Algo que ya es tradición.

En el segundo envite del día, poco le importó a Cecilio su pasado universitario. En menos de cuatro minutos ya había remachado a Cone para adelantar al Movistar Inter. Sepe se sumó a la fiesta poco después para recordarles a los malagueños que esto no es una reconstrucción de los hechos acaecidos en la Supercopa de España, donde se llegó a los penaltis. La primera parte agonizó con un portero-jugador por parte de Tete que no consiguió reducir el 0-2 que campó en el electrónico.

De hecho, al inicio de la segunda parte Cecilio hizo un calco y amplió la diferencia. Poca historia le quedaba a los cuartos de final hasta el pitido final más allá de dos goles más de Fits y otro de Drahovsky (0-6). Séptima semifinal consecutiva para el Inter, quien sigue manteniendo la regularidad a pesar de que Pato sea neófito en estas lides (primera para él).

Este viernes será el turno de unas sorpresas más palpables. El Jimbee Cartagena está más cerca, aparentemente, de fastidiarle la marrana (o el marrano, según se vea) a sus vecinos del ElPozo Murcia (17:45 horas). Por supuesto, también es el día de debut del Jaén Paraíso Interior, que llega sin presión y sin perder desde finales de octubre (15 partidos) y trasladándole todo el peso de la clasificación al Palma Futsal, virgen en cuanto a levantar trofeos se refiere (20 horas).