"Quiero que La Alcantarilla tenga el peso que merece en la ciudad"

Francisco Estepa Vílchez (Andújar, 1969) toma las riendas de la Asociación de Vecinos Cauce, del populoso barrio jiennense, con las ideas muy claras. En el año del coronavirus, el que fuera concejal del Ayuntamiento y, desde el pasado sábado, nuevo presidente del colectivo alcantarillero se ha rodeado de experiencia en su junta directiva para, sin olvidar lo ya hecho, afrontar una nueva era en esta emblemática zona de la capital, en la que reside desde hace dos décadas.

—¿Qué retos se marca como nuevo presidente de 'Cauce'?

—Mis ejes son la transparencia y la participación real, no me gustan los paripés, quiero poner las vías necesarias a disposición de la gente para que pueda participar; en cuanto a la transparencia, le dará confianza a los vecinos para que se acerquen a nosotros y participen.

—Habla usted de transparencia, ¿es que no la ha habido hasta ahora en el seno de la asociación?

—No lo digo por eso, en absoluto, sino porque, ahora mismo, la transparencia que hay en todas las asociaciones o federaciones es la misma: ninguna. Intenta buscar algo en internet y no encontrarás nada. Yo quiero cambiar eso.

—¿Cómo piensa atraer a la gente para que participe en la vida diaria de la asociación, o lo que es lo mismo, del barrio?

—'Cauce' tiene mas de cien personas jubiladas, por ejemplo, que juegan al dominó en su sede, pero aparte hay personas de mediana edad y gente joven. Esas otras franjas seguramente se pregunten para qué sirve la asociación. Quiero atraerlos para emprender actividades de igualdad, dependencia, apoyo, deporte, juventud... muchas cosas que se pueden hacer y de las que quiero convertir a 'Cauce' en referencia. No tengo la varita mágica para hacerlo, pero sí sé cómo echarlo a andar.

—¿Cree que La Alcantarilla, uno de los barrios más poblados de la ciudad, recibe una atención proporcionada al número de vecinos que viven en él, a sus necesidades y demandas?

—Somos unos doce mil vecinos, el diez por ciento de Jaén, y esta es, si no me equivoco, la segunda asociación en antigüedad, con más de doscientos socios en censo y al día de pago. Por ello, quiero que La Alcantarilla tenga el peso proporcional en la ciudad respecto a los socios que tiene; no es justo que asociaciones en las que solo aparecen el presidente y cuatro más tengan el mismo peso que 'Cauce'.

—¿Hay muchos problemas en la zona actualmente?

—La junta anterior ha sido muy reivindicativa, y queremos seguir en esa línea. De hecho, el anterior presidente y el anterior secretario están en la nueva junta. Hay que aprovechar lo que se ha hecho bien, que no caiga en saco roto. Aunque el barrio no tiene grandes problemas ahora mismo, hay muchas cosas que solucionar. El barrio tiene mucha gente mayor y hay que ver si los servicios que se les da son los correctos o hay algún déficit, por ejemplo. 

—Llega usted pleno de ilusión, de proyectos...

—Sí; también quiero poner en marcha acuerdos con asociaciones y colectivos de Jaén, establecer puntos de encuentro para hacer cosas juntos. Quiero hablar con agentes de viajes para ofrecerles paquetes a los miembros de la asociacion y, así, de paso, ayudar a esos negocios. Hay mucho por hacer.

—Como en el resto de barrios de Jaén desde que se declaró la pandemia, las fiestas de este año han brillado por su ausencia. ¿Ha pensado ya en las de 2021?

—La incertidumbre es total, si en mayo o junio la cosa está mejor y ha salido la vacuna, se intentará. Yo aspiro a que, como este año no se ha gastado el dinero que había para las fiestas, que el año que viene sean la caña de España. Tenemos varios puntos donde poner lugares de ocio, me gustaría ampliar los focos, que no estén concentrados en un solo espacio, sino en las dos o tres zonas del barrio.

—Un programa ambicioso...

—Todo eso cuesta dinero, sí, pero ahora mismo tenemos un saldo bueno, la junta directiva anterior ha hecho un buen trabajo económico. Prefiero pecar de ambición que quedarme corto.